Volcán Azufreras
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Viernes 18 de Febrero. Con mi compa de tantas aventuras Juan Carlos Caro vamos viajando a Termas del Flaco, en busca de una aventura más.
Es la hora del reverendo pepino, pero el horario de subida y bajada del camino hacia las termas, nos obliga a viajar de noche. Al ritmo de Molotov, y después de parar a tomar algo en un servicentro y de muchos kilómetros de tierra, llegamos al pequeño y simpático pueblito de Termas del Flaco. Son algo así como las 03:00 de la mañana, no se ve ningún ser vivo deambulando, así que decidimos entrar al camping, estacionarnos, y dormir un poco en el auto.
Más enroscados que cuerda nueva dormimos como el ajo, algo así como 4 o 5 horas, ya son cerca de las 09:00 y hay que comenzar a moverse. Lo primero, ir a la administración del camping para poder dejar el auto estacionado ahí mientras estamos en la montaña, se resuelve rápido, lo segundo, ir a tomar desayuno en algún local, también se resuelve rápido.
Estamos listos, solo queda ponerse la mochila y comenzar a caminar.
Foto: Cajón de los Ríos. |
Termas del Flaco – Campo 1 (Final Cajón de los Ríos) A eso de las 11:00 ya estamos subiendo por el camino que lleva a las huellas de los dinosaurios. Estas las conocí allá por el año 2002, cuando era joven y atlético, 9 años han pasado ya... Mucha gente sube en dirección a las huellas, mejor ni describirlos, aunque algunos se ven más idóneos para el esfuerzo, otros de frentón suben a caballo, y algunos mas, ni siquiera estoy seguro de si llegarán a destino. |
Nosotros llegamos a la parte alta del mirador, no bajamos, lo dejamos para la vuelta, nuestro norte por esta vez es otro. Comenzamos a ascender por los lomajes que nos conducen en dirección Este para internarnos por el Cajón de los Ríos.
Bastante calor, avanzamos hartas horas. Al llegar a la primera vega ya hay bastantes nubes, aparece el viento, fuerte a ratos, pero es más agradable avanzar así que con la nariz goteando sudor. Un rato más y estamos en la segunda vega, breve descanso y el remate final. Salvo algunos sectores la huella es muy clara.
A eso de las 18:00 hrs llegamos al final del cajón a instalar nuestro campamento, se puede avanzar más rápido con menos peso, pero nunca pensamos en avanzar más el primer día, así que nos tomamos las cosas con bastante calma.
Foto: Campamento 1, al final del Cajón de los Ríos. |
Campo 1 – Campo 2 (Base del Volcán Fray Carlos) Este si que fue un día de esos, de esos que te dejan bien bien molidos. No despertamos muy temprano, quisimos dormir tranquilos, de todas formas aún no nos llegaba el sol. Tomamos desayuno tranquilos, ordenamos las cosas y partimos. Nos quedaba remontar la parte final del Cajón de los Ríos hasta el portezuelo que lo comunica con el Valle del Estero del Guanaco, este tramo es corto, subida simple que permite entrar en calor. |
Una vez en el portezuelo vimos lo que venia. Una bajada y un traverse por una ladera de piedras sueltas que mostraba atisbos de sendero. Este hacia perder algo de altura, pero encontramos mejor eso que irnos por las piedras.
El traverse no fue tan largo, pero lo que vino después fue harto latoso, una subida de varias horas por terreno de acarreos sueltos, bastante inconsistentes.
Siempre tratamos de pegarnos a las piedras para subir trepando pero en el último tercio de la subida ya no se podía, solo nos quedaba tratar de subir por las piedras más grandes, menos resbaloso, pero un poco tenso, ya que casi todas estaban sueltas y se movían al pisarlas.
Foto: Comenzando el Traverse por el Cajón del Guanaco. |
Hoy no hay nubes, tampoco viento, el calor y lo seco del terreno empeora todo, pero ya sabíamos que tendríamos que pasar por aquí, así que estábamos preparados, aunque no por eso deja de ser apestoso. Rato después llegamos al portezuelo desde donde se ven nuestros objetivos, eso cambia el ánimo, lo mejora todo, hace pensar que el esfuerzo vale la pena. Se viene un descanso, un rato de relajo, un par de puchos y algunas fotos, buena conversa y planes futuros. Después de eso a darle, que nos queda bastante aún. |
Al parecer nos desviamos un poco, nos cargamos mucho a la izquierda, lo que nos hizo subir y bajar innumerables promontorios de acarreo suelto, pero a pesar de todo avanzábamos, aunque no íbamos pensando en la hora.
En algún corto descanso JC me dice que hay carpas en la planicie a la cual nos dirigimos, cierro un poco los ojos para enfocar mejor (Soy piti), y es verdad, pero son algo más que carpas, se ven caballos también, en ese momento pensé que era alguna empresa comercial que si se podía conseguir los permisos por el Valle del río Azufre, que a nosotros nos fue negado, me dio lata, pero filo, debíamos seguir caminando.
Vimos el valle al cual debíamos bajar, para después volver a subir los lomajes del otro lado y travesear hasta la gran planicie que esta justo bajo las faldas del Fray Carlos.
Foto: Aguita termal pa' las bisagras... |
La bajada la hicimos por cualquier parte menos por donde deberíamos, piedras gigantes parecía que lo harían todo más sencillo, pero al comenzar a bajar nos dimos cuenta que todo estaba suelto y en bastante pendiente, así que tuvimos que bajar con bastante ojo para no dejar la grande. Una vez abajo cruzamos el valle, subimos por los lomajes siguientes y comenzamos a travesear hacia el norte, subiendo y bajando pequeños e interminables promontorios. Aquí si que me vino el lateo heavy, llegaba al final de uno, solo para ver que venía otro. Y tan corto que se veía desde lejos... |
Lata más lata menos, llegamos a un punto donde se veía el campamento que habíamos divisado a lo lejos. No eran montañeros, era una faena, tubos perforadores, carpas tipo hangar, mucha parafernalia, quede plop, y sin cachar nada. Terminé de bajar a la planicie para juntarme con Juan Carlos que me había sacado algo de ventaja.
Nos reunimos después de como 10 hrs de caminata, habíamos llegado, cansados lógicamente pero bien, la ultima parte había sido más bien larga que agotadora, de esas que no se acaban nunca.
Divagando de la vida estábamos cuando vimos a una niña que caminaba cerca nuestro. Pensamos que producto del aislamiento y de lo que nos gustan las mujeres la estábamos imaginando, pero no, con nuestra mejor voz de macho alfa le gritamos, se acercó y ella nos pudo explicar de que se trataba todo. Una exploración geotérmica. Estaban desde Diciembre, GEOTEC, la misma empresa que hizo el hoyo para sacar a los mineros en el norte, los del verdadero trabajo. Conversamos un rato, nos indico un gran estanque con agua termal, ideal para ir a relajar los músculos.
Foto: Primeros neveros del Azufreras. |
Bueno, los hombres que leen este relato seguro se preguntaron lo que cualquiera...si, era bastante guapa la geóloga, y muy simpática... Nos dejo invitados a su carpa y se fue, a su carpa de trabajo, no se pasen rollos, con la pinta que teníamos, barbones y hediondos, no daba para más, pero nos ofreció internet por si queríamos enviar algún mail, algo es algo. Armamos campamento, ordenamos las cosas y tomamos once. Después de dejar todo listo, tate, a la terma a remojar los huesos. |
Era una especie de piscina inflable de poco mas de metro y medio de profundidad, que recolectaba el agua termal que venia en una vertiente, no caliente, pero con la tibieza necesaria para relajarse después de una larga jornada.
Ahí nos quedamos un buen rato, reponiendo fuerzas, algo atónitos con la faena ya que no esperábamos encontrar algo así, y disfrutando el paisaje en un ambiente de relajo, el relajo previo a un día importante.
Volcán Azufreras.
P- 4223. Solo así sale marcada en el mapa IGM hoja Termas del Flaco, en los datos del Proyecto Nomenclatura, en el cual trabajo junto a un grandísimo equipo de amigos montañeros, e incluso en la descripción de esta misma ruta al Volcán Tinguiririca en Andeshandbook, peeeero, donde diablos vi el nombre de Azufreras...simple, en el libro de González Ferrán, ¿Cómo no se les ocurrió mirar ahí? (Lo mío fue casualidad de la pura, andaba buscando otra cosa cuando vi el mapa de la zona).
Partimos temprano, algo así como a las 06:30. Estaba oscuro, solo las luces de la faena se veían a lo lejos, estos locos trabajan 24 hrs al día. Ocupamos las linternas poco rato, pronto comenzó a aclarecer.
Foto: Últimas pendientes antes de la cumbre. |
Subimos directo por la cara oeste del Fray Carlos, por acarreos cómodos de piedra firme, hasta ganar la altura suficiente para comenzar a travesear hacia el norte y pasar justo entre los restos glaciares que vienen de las partes altas del mencionado volcán. Una vez atrás el glaciar, quebramos la marcha hacia el este, en dirección al portezuelo entre el Volcán Fray Carlos y el Volcán Azufreras, para desde ahí, subir directamente la ladera sur del Azufreras, por sus neveros finales, los cuales la verdad, nos sorprendieron por sus formas y belleza. La vista hacia el Este era formidable. |
No pudimos usar los neveros desde abajo, tenían demasiados penitentes, así que subimos bordeándolos por el acarreo, pero al salir arriba nos dimos cuenta que de todas formas deberíamos entrar al hielo, un profundo corte, parte del cráter del volcán, nos impedía el paso directo a la cumbre, así que paramos a ponernos los crampones, y a la nieve.
A pesar de los penitentes y el hielo de algunos tramos, la subida fue cómoda, poco a poco fuimos ganando metros hasta salir del nevero y quedar solo a algunos pocos metros por acarreo del punto final.
Nos juntamos con Juan Carlos y recorrimos los últimos metros juntos, felices por este primer logro del día, una ascensión sencilla, pero que en la cumbre nos depararía una buena sorpresa.
Foto: Juan Carlos en la segunda pirca. |
Llegamos a la cumbre, eran como las 11:27 hrs. Como siempre la alegría inmensa de un objetivo logrado, una vista hermosa y motivante, y... una pirca con un envase de esos de Cola Cao, del año del ñafle. Nos fuimos derecho a ver que tenia ya que no esperábamos encontrar nada. Libretita de cumbre, algunos testimonios sueltos... y la gran sorpresa. Todos hablan del Fray Carlos, todos quienes subieron antes incluido Don Evelio, quién corrigió la altura del mapa IGM (¿Se equivocó el IGM con la altura?), pensaron que habían subido el Volcán Fray Carlos. |
Aquí quiero detenerme para dejarle claro a nuestros lectores, que no son muchos, el enredo de nombres y el desenredo final:
El mapa IGM que en cuanto a nombres de cerros son muy malos, pero geográficamente, y en lo referente a las alturas de los cerros son muy buenos, deja clara las principales cotas de norte a sur en la zona. Lo mismo hace el libro de Oscar González Ferrán sobre los volcanes de Chile, que menciona en su mapa (Pág 286), de norte a sur, y en forma clara y contundente, los volcanes Monserrat, Tinguiririca, Azufreras y Fray Carlos, además de los centros eruptivos (De erupción, no de erupto) Don Cucho (Que buen nombre) y Los Guzmanes.
¿Por qué el condoro?, bueno, hay que comprender que la información disponible hace 10 años y menos, no es la misma de ahora. También, y ayudando a enredar más el asunto, una de las guías más usadas en los 90, la de Cumbres de Chile, en su descripción del Tinguiririca pone una foto del Azufreras, que en algún momento alguien dijo que era el Fray Carlos y cresta, flor de enredo...
Foto: Tinguiririca desde la cumbre del Azufreras. |
Entonces la cosa es re-simple, solo los que leyeron el libro de Oscar González Ferrán saben de un Volcán Azufreras en el sector, los que no, solo saben que existe el Tinguiririca y el Fray Carlos mas al sur, y si llegas a una cumbre pensando que era el Tinguiririca (Como muchos testimonios lo decían) guiados por la famosa guía de Cumbres de Chile, y miras al norte y vez al real Tinguiririca, ¿Donde crees que estas?, ¿Si solo sabes que existe el Fray Carlos?...
Además el Fray Carlos es bastante más bajo y mirando hacia el sur, no digamos que destaca mucho, solo se ve una caldera tapada, rodeada de varios pináculos que podrían ser la cumbre y dividida en dos partes, o sea, hay que tener harto ojo para distinguirlo. Y para rematar, si llego a una cumbre y leo una libreta que dice que el cerro se llama de una forma, no tengo por que creer otra cosa (Si no soy un cabezón rayado bueno para investigar).
Así que bueno, nos tocó resolver este embrollo, bajamos todos los testimonios y dejamos uno explicando todo, el nombre del cerro, la dirección donde esta el Fray Carlos etc etc...
Foto: Tinguiririca, Azufreras y Fray Carlos (de izq a der) |
El Azufreras siempre existió, nadie lo sabia, nos sentimos felices de sacarlo del anonimato y además de indicar bien cual es el Fray Carlos, que producto de este histórico error, también se vio perjudicado. Vaya a saber uno si después de su primer ascenso a recibido más visitas, incluso vaya a saber uno si el primer ascenso subió el pináculo principal del cráter, el SO, que es el más alto y al cual se llega desde el Glaciar Sur, no desde la Cara Oeste por donde se realizó el primer ascenso, ¿les digo algo?, yo creo que la punta principal, esta como algo que es muy difícil encontrar por estos años...virgen.
Después del pucho de rigor y para rematar, avanzamos por el filo para bajar y subir el Tinguiririca (Ese es otro relato), y tate, otra pirca a 20 metros de la principal. A darle de nuevo, desarmarla y revisar, seguían los perdidos pensando que era el Fray Carlos, y otros, peor aún, juraban de guata que habían subido el Tinguiririca. Además estaba claramente más baja que la otra, un desastre, retiramos los testimonios y si, desarmamos la pirca para que solo quede la principal y en el punto más alto.
Así subimos el Azufreras, así descubrimos el enredo e intentamos resolverlo, así se acaba este relato, por que lo que viene, eso sigue acá.
Autor: Elvis Acevedo.
"Creí que era una aventura, y en realidad era la vida..."
Joseph Conrad.