Hallazgo Perturbador
Los esfuerzos que montañas y cumbres exigen a quienes las escalan, o intentan escalar, explican la importancia que los montañistas dan al reconocimiento serio y cabal de los éxitos que se van logrando. Por esto los créditos de escalada sólo pueden otorgarse luego de presentarse evidencias sólidas y no contradichas o, al menos, una vez que las objeciones sean racionalmente desechadas.
Los casos de discusión de un crédito no son frecuentes, pero existen; son desagradables y no pueden eludirse bajo pretexto o consideración alguna. El problema es mayúsculo si se trata de primeras escaladas e importante, de todos modos, si se trata de las siguientes ascensiones.
Es conveniente dejar aceptado lo anterior, como condición previa para iniciar la discusión de un crédito - como haremos a continuación - procurando presentar antecedentes antes que conclusiones, porque, más que discutir el mérito de toda escalada o tentativa de escalada, lo que nos interesa es conservar - con franqueza - el respeto que se debe a todo integrante de la hermandad de la montaña.
Entre varios montañistas chilenos se plantea desde hace tiempo, varios años, una duda en materia de créditos de ascensión, que han analizado calmosamente, a la vez que recogiendo y solicitando antecedentes para resolver el problema por sí solos, pero no lo han logrado porque no se han despejado las contradicciones.
En la Cordillera de Los Andes, en el largo tramo que media entre Chile y Argentina, a los 33º' de latitud Sur, existe una mole imponente y seductora, cuya cumbre es de 6.100 m.s.n.m, de ella se desprenden en diversas direcciones elegantes ramales, hacia Cuyo y hacia Santiago, realzados por otras cumbres menores, pero no menos atrayentes y en veces mejor defendidas que la cumbre principal: es el Nevado Juncal, cuyo sistema orográfico, justificadamente, es conocido como el Nudo del Juncal.
Según la historia escrita y aceptada sin reservas, su primera ascensión fue de F. Reichert, R. Helbling y D. Beinza, el 11 de Enero de 1911, por la ruta argentina Este. El Juncal debió esperar hasta el 3 de Marzo de 1934 para recibir la que habría sido, su segunda visita, la de G. Boccalatte y P. Zanetti, ambos miembros de la expedición a Los Andes, del C.A.I. (Club Alpino Italiano) que dirigió el Conde Aldo Bonacossa, que fueron acompañados hasta el campamento base por el recordado y meritorio montañista chileno F. Fiskencher, y que siguieron la Ruta Chilena por la arista Norte.
El 28 de Diciembre de 1938 esta cumbre tuvo la visita de Federico y Doris Marmillod y, detrás de ellos, hasta 1970, se registraron seis ascensiones mas, siendo de ellas, la última, la que dirigió el chileno Sergio Kunstmann, a quien correspondió retirar los testimonios dejados por la expedición precedente, que encabezó M. Bazán. también chileno y coautor de esta nota.
De regreso en Santiago, Bazán comentó con un pequeño número de colegas la ascensión y sobre todo, destacando el hallazgo "perturbador" que consistió en una pequeña caja de zinc, con una placa de plata en su cubierta y que encontró, por simple casualidad, tapada parcialmente por una piedra de unos 10 kilogramos de peso, en una grieta del filo de la montaña, a unos 100 metros aproximadamente bajo la cumbre. La caja encontrada contenía en su interior una pequeña banderola bifaciada. Por un lado la bandera italiana de la época anterior a 1945, y por el otro, la bandera de Torino (Italia). La placa de plata tenía la siguiente leyenda: "Club Alpino Italiano Sezione di Torino Febraio-Marzo 1934 EF". |
Conocido y comentado este hallazgo en Santiago se concluyó que provocaba una duda razonable sobre la que se consideraba la segunda escalada del Nevado Juncal y primera por ruta chilena, porque aparte de no ser normal que un testimonio se deje en otro lugar que no sea la cumbre, la caja encontrada no mostraba estrías o abolladuras de deslizamiento que indicaran su caída, como tampoco lo insinuaba su ubicación, en una grieta del filo cubierta parcialmente por una piedra.
Iniciada la recopilación de antecedentes, se lograron los siguientes:
Testimonio sobre la llegada a la cumbre, por Zanetti y Boccalatte, en el relato oficial publicado por "Mensille", del CAI, edición de 1934, pág. 304, redactado en tercera persona:
"Fatte alcune fotografie e deposta in una fessura della vetta la scatolina contenente la bandiera italiana, Boccalatte discese tosto lungo la cresta. La luce stava per mancare: occorreva approfittare di quel breve momento per scendere piu in basso possibile".
"Tomadas algunas fotografías y colocada en una fisura de la roca la caja que contenía la bandera italiana, Boccalatte bajó luego a lo largo de la cresta. La luz estaba escaseando. Había que aprovechar ese breve momento para descender lo más bajo posible" .
Este testimonio que citamos también fue publicado en la revista "Andina" del Deussche Ausflugs verein, cuaderno de 1937, bajo la firma de don F. Flecher, en base al relato que le hicieron Boccalatte y Zanetti.
Testimonio de la llegada a la cumbre, por Federico Marmillod, en la revista "les Alpes", del Club Alpin Suisse, 1940, pág. 309:
"La derniere photo prise, nous quittons le sea 3 heures, apres avoir glissé dans une fente derre une boite d'allumettes avec nos cartes. Nous cherché en vain quelque signe du passage des l7 ou de la caravane Helbling-Reichert".
"Tomada la última foto, dejamos la cumbre a las 3 horas, después de haber deslizado en una fisura de la roca una caja de fósforos con nuestras tarjetas. Buscamos en vano algún signo de la pasada de los italianos o de la expedición Reichert- Helbling".
Otro testimonio de Boccalatte. En su titulado "Pequeñas y Grandes Horas Alpinas", G. Boccalatte, pág. 70. dijo posteriormente:
"Le mani quasi mi gelano Scendo-Dopo qualche metro mi ricordo che h con me la scatoletta : bandierina da lasciare sulla punta. La prendo dal sacco e la depongo su una pietra dove costruisco un picolo ometto".
"Con las manos casi heladas desciendo, luego de algunos metros me acuerdo que tengo conmigo la caja con las banderitas que tenía que dejar en la cima, la tomo del saco y la pongo bajo una piedra y la cubro con un pequeño montículo"
Con los testimonios invocados la situación se resume así:
1) Zanetti y Boccalatte declaran que dejaron testimonio en la cumbre del Nevado Juncal, en el relato oficial de la expedición, publicado en MENSILE.
2) Boccalatte, en sus memorias, declara habiendo olvidado dejar el testimonio en la cumbre, luego de bajar algunos metros se dio cuenta y lo dejó algunos metros más abajo, cubierto por un montículo protector.
3) Federico y Doris Marmillod, después que los italianos, llegan a la cumbre, buscan testimonios y no encuentran ninguno.
4) Más de veinte años después Bazán y sus compañeros encuentran el testimonio italiano a unos cien metros de la cumbre, en una fisura bajo una piedra, en la arista norte del Nevado Juncal.
Los testimonios anteriores permiten las siguientes conclusiones:
A) Boccalatte y Zanetti tienen dos versiones diferentes para un mismo acontecimiento.
B) Marmillod busca testimonios en la cumbre y no encuentra ninguno.
C) Bazán encuentra el testimonio italiano cien metros bajo la cumbre, lo que se concilia, aproximadamente, con el diario de Boccalatte, pero contradice el relato que calificamos oficial, publicado en MENSILE.
Finalmente opinamos que las contradicciones señaladas hicieron necesaria esta publicación sobre el delicado problema de los créditos de escalada, porque si unos mismos escaladores tienen dos versiones, incompatibles entre sí, sobre una misma ascensión, queda como se comprenderá, cierta duda al respecto.
Autores: Manuel Bazán y Raúl Riesco.
NDLR: Extraído del Anuario de Montaña FEACH 1973-1977
Relato Expedición de Boccalatte y Zanetti al Nevado Juncal.
¿Porque una montaña puede dar a los hombres conocimientos y dimensiones de las cuales no tiene siquiera idea?
Kurt Diemberger.