Volcán Tupungato

Volcán Tupungato
  • Altitud: 6572 msnm.
  • Ubicación: Valle del Río Colorado - RM.
  • Fecha: Febrero del 2007.
  • Integrantes:
    • Norberto Alarcón (Ramuch)
    • Julio Artigas (Ramuch)
    • Rodrigo Díaz (Ramuch)
    • Marcela Backit (Ramuch)
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
    • Paula Salgado (U. Talca)
  • Ruta: Río Colorado.
  • Expedición: Volcán Tupungato 2007.

Creo que fue en Noviembre del 2006 cuando recibí una invitación de Paula Salgado, de la Rama de Montaña de la Universidad de Talca, para integrarme a un grupo que en Febrero del 2007 intentaría el clásico Tupungato.

Dicho grupo estaba en formación, y después de varias semanas de reuniones y planificación quedó conformado por Marcela Backit, Rodrigo Díaz, Norberto Alarcón, Julio Artigas de la Rama de Montaña de la Universidad de Chile, Paula Salgado de la Universidad de Talca y Elvis Acevedo de los Perros Alpinos, la fecha de partida, 04 de Febrero del 2007.

Durante Enero se resolvieron detalles, los permisos y el contacto con las mulas los tramitó Marcela, después de un año me volvería a encontrar con Don Walter Saavedra, quién el 2006 nos trasportó la carga por el Valle de Olivares cuando fuimos al Nevado Sierra Blanca.

Contaríamos con teléfono satelital para mantener un contacto con Santiago y estar informados del clima, que durante Enero fue muy malo en la zona afectando una expedición UPAME-FEACH, y otras tantas extranjeras que operaban en el lugar.

La preparación incluyó ascensos a los cerros Morro Escondido, Punta Camanchaca, Corona, Punta Hermandad, Leonera por el día y El Plomo en 2 días.

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Foto: Grupo completo, arriero y perro incluidos.

Las semanas pasaron rápido, el 31 de Enero terminé mi etapa laboral de tres años en la Facultad de Medicina de la Chile, para cambiarme a la Facultad de Ciencias de la misma casa Universitaria, y comenzó la cuenta final para la partida.

04 de Febrero (Santiago – Aguas Claras)

Departamental con Vespucio, 07:50 hrs, con los ojos llenos de lagañas, logré llegar a la hora. En ese punto me pasaron a buscar Rodrigo, Marcela y Paula. Norberto y Julio iban en el otro vehículo.

Después de unos cafés y pasteles mañaneros nos tragamos los kilómetros que nos dejaron el la entrada de la Central Hidroeléctrica Alfalfal, en ese punto me di cuenta que se me había olvidado el carnet, pero por suerte me aceptaron la licencia de conducir, que además estaba vencida.

El trámite fue simple en la caseta de los guardias, nos despedimos y seguimos camino rumbo a Chacayar, lugar de encuentro con Don Walter, Julio y Norberto.

Muy grato fue ver de nuevo a Don Walter y su hijo “El Vela”, además del fiel “Topero”, el perro que nos acompañaría. El día despejado, los arrieros se encargaron de los bolsos - algunos bastante pesaditos - mientras nosotros nos preparábamos para partir con mochilas solo para el día, no sin antes dejar gestionado un asado para la vuelta.

El sendero muy marcado nos condujo durante la primera jornada al interior del valle, con hermosas vistas de cerros inexplorados, paredes de roca y valles poco atendidos, todos subyugados por la cercana presencia del gran Tupungato. Hacia el final del día logramos llegar al sector de Aguas Claras, donde instalamos nuestro vivac, comimos, filtramos agua y echamos la talla en un ambiente relajado. Ya estábamos en camino...

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Foto: Espectaculares montañas poco conocidas...¿Cerro Gótico?

05 de Febrero (Aguas Claras - Vega de los Flojos)

El despertar fue agradable, en lo personal no me moví hasta que me llegó el sol. Después de eso tomamos desayuno, preparamos los bolsos para que los cargaran las mulas y retomamos la marcha. Nuestro objetivo de este día, llegar a la Vega de Los Flojos.

Así avanzamos, una jornada tranquila, donde una de las mulas (la que llevaba el bolso Backit-Díaz) fue bautizada como la “Mula Atómica”, debido a su increíble fuerza para soportar el peso de dicho bolso.

A eso de las 15:00 hrs ya estaba bastante nublado, y un par de horas después plumillaba con cierta fuerza, el clima se ponía algo mas complicado.

Con algunas dudas decidimos que hoy no había vivac y que se armarían las carpas, claro que después de un rato se despejó, dejando clara la tendencia climática de los próximos días. Tras comer un buen plato de arroz con longaniza y cebolla y tomar once, nos fuimos al sobre.

06 de Febrero (Vega de los Flojos - CB)

Hoy había que levantarse temprano, Don Walter debía dejarnos en el CB y volver, sin embargo un problema con el cierre de uno de los bolsos nos atrasó un poco la partida. Durante esta jornada el ambiente se torno mas montañoso, el Sierra Bella a nuestra izquierda mostrando sus hermosos glaciares, ofreciendo nuevas vías, ya casi no había vegetación y el terreno era pedregoso, el viento era mas intenso a ratos, había sol pero la temperatura no subía mucho, Don Walter logró dejarnos bastante arriba.

Chimbote

Foto: El mítico Chimbote.

Instalamos nuestro CB a unos 4400 msnm. A eso del mediodía don Walter ya venia de vuelta mientras yo, feliz caminaba en la cola del grupo, disfrutando de las sensaciones de estar en un lugar tan solitario, sintiendo el viento, el frío, y lo agradable de una subida sin peso.

Al rato me encontré con el resto del grupo y ocupamos lo que quedaba del día en instalar las carpas, aclimatar (palabra que resume el acto de flojear, comer, holgazanear) y reunirnos para planificar la estrategia de las próximas jornadas. Estos cerros, climáticamente tan complicados, requieren además de condición física saber aplicar una correcta e inteligente estrategia, que se adapte a las condiciones que se nos presenten.

En la tarde ya cubiertos por algunas nubes nos fuimos a las carpas, se comió bien (pastas a “Lo Hero” que me enseñó Norberto en el Cerro Arenas) e hicimos una pequeña reunión para definir la estrategia de los próximos días. Después cada

cordada se entretuvo como pudo, o en lo que pudo...

07 de Febrero (Porteo al C1)

Día de porteo, la idea era dejar una carpa instalada con comida y equipo sobre 4800 msnm y volver a dormir al base. No era un gran desnivel pero el ejercicio seria bueno para todos.

La partida no fue muy temprano, no había necesidad de congelarse. El sol ya pegaba cuando comenzamos a caminar divididos por cordadas, Norberto y Julio fueron los primeros en partir, rato después Paula y yo fuimos siguiendo el sendero que a ratos se perdía entre algunos penitentes que Paula intentaba botar con relativo éxito; mas atrás, Rodrigo y Marcela, que al final subirían siguiendo una línea mas directa por la loma Santa María.

Casi sin detenernos en poco más de una hora y media salimos a la parte alta, nos encontramos con Julio, Norberto había ido a dar una vuelta al Hito fronterizo. Estábamos poco más arriba de 4800 msnm, meta cumplida, sin embargo era temprano aún.

Sierra Bella

Foto: El imponente Sierra Bella.

Después de discutir un rato sobre quedarnos ahí o avanzar un poco más, al final nos quedamos, no estando todos de acuerdo, son decisiones que se toman en terreno. El C1 estaba instalado, y con eso habíamos comenzado nuestro trabajo en pos de la cumbre, instalar dos campamentos más sobre el base, y de ahí, bueno, ahí veríamos...

Con Paula bajamos rápido, a pesar de perder el sendero llegamos temprano mientras el resto del grupo iba de paseo al Hito. Remoloneando alrededor de las carpas vimos llegar a un grupo del CAU que venia del campamento alto, no habían logrado la cumbre, al parecer el viento les impidió realizar un buen intento. Al rato llegó el resto de nuestro equipo y despachamos lo que quedaba de la tarde en ir a buscar agua, cocinar, tomar once y cosas varias, mañana nos cambiaríamos de casa, nos iríamos al C1.

08 de Febrero (CB - C1)

Conocíamos el camino por lo tanto no había para que levantarse tan temprano, sin embargo Norberto, madrugador como durante toda la expedición salió primero que todos. Con Paula nos tomamos las cosas con bastante más calma, nos habíamos acostado tarde así que costo un poco salir de los sacos. Tomamos desayuno, terminamos de ordenar las cosas que debíamos llevar al C1 y partimos, últimos, como casi toda la expedición.

Íbamos bastante relajados escuchando música, todos en su onda propia movilizándose al campamento superior, sabiendo que la jornada de mañana sería probablemente la mas pesada de todas, incluso más que la del día de cumbre. Temprano estábamos en el C1, con tiempo suficiente para aclimatar, comer, descansar y leer uno que otro libro, echar la talla y ponernos de acuerdo para la jornada del día siguiente.

Estábamos a poco más de 4800 msnm, mañana pretendíamos quedar ojalá sobre 5600 msnm, pero debíamos movernos con todo el equipo en la espalda, ya no habrían porteos, nos cambiaríamos de campamento trasportando todo lo necesario de un solo viaje, si lográbamos nuestro objetivo de instalar un buen C2, estaríamos a una jornada, a solo una jornada de la cumbre, a poco mas de 900 mts del punto máximo y del objetivo final de este viaje.

Todo dependería además de nuestra respuesta física a la altura, de lograr coincidir con la ventana climática correcta, o de ser capaces de soportar arriba un par de días en espera de nuestra oportunidad. Muchas cosas pasaban por mi cabeza, recordaba las jornadas atrapados en Tejos, a 5800 msnm, esperando bajo la tormenta la ventana para atacar la cumbre del Ojos del Salado, esperaba que acá las cosas fueran más fáciles.

Campo 2

Foto: Aconcagua desde el Campamento II.

09 de Febrero (C1 - C2)

Uuuuuuuuuffff!, fue lo único que logré exclamar al ponerme la mochila, supongo que los demás pensaron algo parecido. Bastante cargados comenzamos nuestro camino al C2, separados por cordadas, avanzando lenta y tranquilamente. Norberto y Julio más adelante salieron temprano, la Marce y Rodrigo después, nosotros últimos para variar, pero tranquilos y constantes.

Al rato alcanzamos a la cordada Backit-Díaz, y nos fuimos juntos comentando entre tallas lo mucho que disfrutaba Norberto jugando con la radio. El día despejado, esperábamos nubes después del medio día como era la tendencia.

A pesar del peso el avance fue eficiente, después de superadas las primeras pendientes de acarreo y tierra congelada, con algunos sectores de nieve, avanzamos por un plano directo al filo, encontrando nuevamente un sendero. La salida al filo nos mostró el lado Argentino del cerro, también nos dejo mas expuestos al viento, sin embargo este era más que soportable, llamativo también era el contraste del lado Argentino y el Chileno, uno mucho más seco, más plano, mientras el Chileno presentaba una importante glaciación y formas mas agresivas en sus montañas, en esto pensaba mientras Rodrigo iba al baño, por supuesto del lado Argentino...

Continuamos nuestro camino al C2, el filo era angosto y después de un rato salió a pendientes más extensas, acarreos y algo de nieve. Pasamos por un lugar que también se usa como C2, pero para nuestras pretensiones estaba bajo aún, nos comunicamos con Norberto por radio (Norberto feliz), y él nos comunicó que habían llegado con Julio al lugar correcto que habíamos estimado para nuestro campamento, sobre 5600 msnm.

Nos faltaba poco, seguí el avance, me sentía bien, cansancio normal, muy bien aclimatado, mi experiencia en seismiles de algo debía servir pensaba mientras seguía subiendo, el resto de mis compañeros un poco más abajo. De repente vi a Norberto y Julio armando sus carpa, me indicaron dos pircas para elegir, escogí una y deje mi mochila, había bastante viento y comenzaba a hacer frío por lo que me puse a armar la carpa de inmediato, al rato llegó Paula, que después de reclamar mi elección de la pirca me ayudó a terminar de armarla.

Polleras

Foto: Polleras desde algún punto de la ruta al Tupungato.

El campamento era expuesto, por lo que había que darse el tiempo de instalar muy bien vientos y faldones para no tener sorpresas. En eso me demoré bastante mientras mi cordada se acomodaba dentro por que le había dado frío...

Después de un rato estábamos listos, fundiendo nieve, conversando, comiéndonos un buen plato de Arenque con Salsa de Páprika, si, un lujo a 5600 mnsn, necesario, el día había sido duro, sin embargo llegamos lo suficientemente temprano para comer y tomar once tranquilos y además ver la puesta de sol.

Habíamos decidido atacar cumbre a las 03:00 am, por lo tanto teníamos unas 6 horas para dormir y reponernos. Con el sol ocultándose en el horizonte nos echamos al sobre, había llegado la hora de la verdad.

10 de Febrero (Éxito)

03:00 am; más que pensar en el ataque a cumbre pensaba en que la carpa aguantara el viento, lo comentaba con Paula, la carpa se encogía ante el esfuerzo, todo sonaba alrededor. Norberto se había asomado, hacia el lado Argentino se veían luces, hermosa vista, sin embargo el viento impedía por el momento cualquier tentativa, la orden fue permanecer con las radios prendidas, monitoreando cada una hora la evolución del viento.

Así pasaron las horas, a las 04:00 y a las 05:00 me parece hubo contacto (la radio la manejaba Paula, yo solo dormitaba), pero después se quedaron todos dormidos, sin embargo Julio despertó a Norberto a eso de las 07:00, el viento había amainado, el cerro nos daba la oportunidad.

Norberto me pregunta a voz si partimos o no, recuerdo que estaba tan cómodo que mi respuesta no fue si, de echo le pregunté quien iba, me dijo que todos, "!chuata! serapo", partamos para arriba. A las 08:00 había que estar caminando, Norberto y Julio cumplieron, 30 minutos más tarde partíamos todos los demás, con una extraña sensación, en un principio algunos fuimos como a “ver que onda”, sin embargo después de unas horas estábamos claros que íbamos a darle hasta llegar arriba.

El clima estaba ideal, despejado, sol, poco viento, temperatura agradable, todas las cordadas por lados diferentes en un principio, después nos reunimos para abrir huella en un tramo de nieve blanda, nuevamente recuerdos del Ojos del Salado se me venían, abriendo huella a 6600 msnm, solo y demolido. Acá era diferente, estábamos más abajo y el trabajo lo dividimos entre cuatro, la Paula un poco más cansada por el esfuerzo de las primeras horas venia un poco más atrás, pero nos alcanzó pronto.

Paramos en unas rocas a tomar agua y comer algo, Norberto iba más arriba, luchando con el esfuerzo de estar a casi 6000 msnm y mal del estomago. Rápidamente salimos de la nieve, estábamos llegando a la “canaleta”, sector de piedras bastante amplio. Me habían hablado de un gateo, nunca llegó tal gateo o no lo sentimos como tal, después algún terreno mixto, algunos metros de nieve donde intenté dejar huella profunda para mis compañeros que venían más atrás, Norberto arriba, después Rodrigo y Marcela, Julio, Paula y yo en este tramo que nos tomamos con mucha calma, quizá un poco mas de la necesaria.

Cumbre

Foto: Cumbre en el Tupungato.

Pasaban las horas y avanzábamos tranquilos, lo bueno, ninguna nube amenazaba el horizonte, nada de viento, exquisito sol, todo bien. Logramos salir a la parte de arriba del “canalón” rocoso, en estos momentos había que comenzar a luchar con la ansiedad, sabíamos que estábamos cerca pero no sabíamos que tan cerca, sentía que lo íbamos a lograr pero no quería pensar así, no hasta estar arriba, sabia que era tarde, sin embargo el clima se mantenía perfecto “no se puede desperdiciar un día así en un cerro como el Tupungato” pensaba mientras seguíamos subiendo, es casi una falta de respeto a la montaña, teníamos que seguir.

Paula un poco agotada decidió parar a comerse un Power Gel, me quedé con ella mientras Julio seguía, después de un rato continuamos, quedaba poco, la vista lo indicaba, pero parecía no terminar nunca, era tarde pero filo, ya estábamos aquí. Después de un par de vueltas vi a Norberto llegar a una punta, quería que fuera la cumbre pero sabia que no era así, “cumbre norte”, nopasa, los cerros se terminan donde no hay nada mas que subir, en ese punto hay una caja pequeña, ahí se reunió el grupo completo, algunos se abrazaron, mire a Norberto y le indique la verdadera cumbre, un par de sube y bajas más al sur, me asintió con la cabeza, le pregunté a Paula si iba, me dijo que si, todos partimos juntos, todos tranquilos, todos seguros de haberlo logrado.

Faltaba poco y era tarde, las nubes nunca llegaron, el viento era poco, el sol ya estaba cerca del horizonte, mas cerca de lo que yo quisiera, pero nada importaba, estaba feliz, nunca pensé subir el Tupungato con un nivel de sufrimiento tan bajo, este año estaba siendo demasiado bueno, montañista 4 – montañas 0, me reía, después de un 2006 con muchos rebotes el Tupungato nos regalaba una cumbre perfecta, llámenle Dios, espíritu de la montaña, lo que sea, el nombre que quieran darle, pero sea lo que sea lo que rige el alma de una montaña, esta quería que la subiéramos y nos acogía feliz, misma felicidad que embargaba el corazón de cada uno de nosotros.

Paula llegó primero, después yo y nos fundimos en un sincero abrazo, después Julio, Rodrigo, Marcela y Norberto, inmerso en su “vola” personal, como siempre, todos abrazados, todos felices. El viento comenzó a soplar muy fuerte, daba igual, vino la sesión de fotos, dejar testimonios, agradecimientos a los auspicios y bla bla bla, el grito el grito el grito, felicidad plena, difícil de describir, lo habíamos logrado...

Por el viento de la cumbre y el de la noche anterior, me había imaginado una tortuosa bajada hasta las carpas, pero hasta en eso el cerro fue “buena onda”, después de un rato cuando salimos de la parte más expuesta todo se calmó, bajamos tranquilamente aún con luz, algunos con problemas estomacales y también producto del cansancio, pero ahí estuvieron Rodrigo y Marcela, atentos a los requerimientos de los demás, como buenos encargados de la salud del grupo, función que cumplieron con mucha voluntad y buena disposición.

Mientras bajaba me di el tiempo de mirar el soberbio paisaje de la pampa Argentina cubierta por nubes, y un poco más tarde el horizonte enrojecido por la puesta de sol, cuando ya oscurecía me encontré con mi cordada que me estaba esperando, me prestó su linterna y seguimos la bajada. Rodrigo y Marce más adelante hacían señales de luz, con ellas nos guiábamos. A eso de las 09:45 llegamos a las carpas, Julio y Norberto venían un poco más lento, los esperamos con el poco de agua que nos quedaba, llegaron bien, todos cansados, felices y fétidos por el esfuerzo, la pega estaba echa...

Nubes

Foto: Nubes en el lado Argentino.

11 de Febrero (C2 – CB)

Día de vuelta, con la tranquilidad del deber cumplido despertamos tarde, me di el tiempo para admirar la hermosa vista que se tiene desde el C2, increíbles montañas, prácticamente todo más abajo que nosotros excepto el Aconcagua, enmarcado a lo lejos, más grande que todo.

Había más nubosidad que ayer, hoy no habríamos podido subir, fue correcto forzar la jornada de cumbre. Norberto para variar partió rápido para abajo, aún un poco mal del estomago perder altura le haría bien. Cuando se fueron Julio, Marcela y Rodrigo nevaba con relativa fuerza, la visibilidad era poca y el viento intenso, sin embargo la lentitud con la que nos movíamos con Paula, esta vez nos jugo a favor. Después de un rato la nevazón paró, la visibilidad aumentó y el viento era poco, mas que cómodos desarmamos la carpa preparamos las mochilas y comenzamos a bajar con un clima estable.

Casi no teníamos agua y la sed era mucha, tanto que un punto comencé a escuchar agua, “estaré delirando”, pero Paula también la escuchaba, así que nos acercamos a un nevero y la vimos, fresca y pura, (el agua...), aprovechamos de saciar nuestra sed antes de continuar la bajada.

Poco más de una hora después ya estábamos en el base, conversando con Norberto y esperando al resto del grupo que llegó al rato, todos en lo suyo, reorganizando lo que quedaba de comida e intentando comunicarnos con Santiago para ver la posibilidad de que los arrieros nos fueran a buscar antes, no habíamos pensado sacar el cerro de manera tan limpia y ahora teníamos tiempo extra, tanto que en algún momento paso por mi mente intentar el Orientación por una ruta directa, pero al final no hubo tiempo para nada más.

12 de Febrero (Ocio)

Si hubo un día de vagancia absoluta fue este, despertar tarde y detener un sangramiento de nariz que duro mas de lo que quisiera, irme a la carpa de Norberto y Julio a conversar, relajados, felices, tallas y mas tallas, después se sumaron Marce y Rodrigo, más tarde Paula.

Comenzó el picoteo, inocente en un principio, al final comimos tanto que después casi nadie preparó almuerzo, pelambres, comunicación con Santiago, conversa de todo tipo, tirados a “pata pela”, con un día muy agradable, con bastante sol, Rodrigo haciendo una pega que realmente llegué a admirar, con su filosofía de “bajar todo”, limpió los sectores de “baño"bajando desechos en bolsas ziploc, o sea, no solo no ensuciaba sino que dejaba más limpio de lo que encontraba, notable actitud.

En la tarde llegaron dos austriacos, bastante alpinos, se veían fuertes, pero el clima ya no estaría tan bueno en los próximos días. Fue un grato día de “no hacer nada”. Ya tarde cada uno se fue a sus carpas, faltaba una jornada así, habíamos estado trabajando todos los días anteriores, avanzando, porteando, subiendo, no habíamos tenido tiempo de conversar en un ambiente tan distendido, extrañaba eso, más que mal este grupo se había formado en el camino, fue grato conocer un poco más a mis compañeros, cosa importante en la montaña, los miraba tirar tallas, hablar de comida, me sentía cómodo, un grupo de lujo.

Montañas

Foto: Sierra Bella, Polleras, y tantos otros...

13 de Febrero (CB – Aguas Claras)

Para variar un poco volvimos a despertar tarde, decidí salir a tomar desayuno afuera, prendí la cocinilla y puse un poco de agua, algún movimiento en las otras carpas, los austriacos se preparaban para partir, después de un rato hirvió el agua y me tomé un té, después salió mi cordada, todos se movían lento.

Pensábamos en un día como ayer cuando vimos llegar a los arrieros, habían logrado venir a buscarnos antes, todos felices nos pusimos aceleradamente a desarmar el campamento, una vez todo listo, me di el tiempo de mirar el paisaje y despedirme de todo, nos esperaba un largo trayecto hasta Aguas Claras. Bajamos rápido, cruzamos los ríos bastante más crecidos por la hora, nos esperaba un espectacular asado al palo. Esa noche fue solo disfrutar, comer, tomarse unas buenas cervezas y vinos, aceitunas, todo un premio para el esfuerzo de los días anteriores, todo ya terminaba...

14 de Febrero (Aguas Claras – Santiago)

Día de los enamorados, buen día para volver a la ciudad, estábamos en los minutos finales, por última ves desarmábamos campamento, nos quedaba un trayecto corto, disfruté cada paso, tenia esa típica sensación de vacío que se da al terminar un viaje, “y ahora que”, bueno, muchas cosas terminaban para mi con este viaje y volvía a la ciudad feliz de terminar una etapa y comenzar otra. Solo paramos en Baños Azules a darnos un espectacular chapuzón, en unos pozones con una increíble vista al valle, refrescante, la guinda del pastel para un viaje en que todo resultó con la precisión de un reloj Suizo (de Suiza...)

Horas después ya estábamos en los autos, tranquilos, el clima bastante malo, lloviznaba, pensábamos en la gente que estaba arriba, abrazos y felicitaciones, mi sensación de vacío aumentó cuando me di cuenta de que perdí mi billetera, en fin, cosas que pasan, en el camino pasamos a celebrar a un conocido local, el Tupungato ya era historia...

Autor: Elvis Acevedo R.

 

"Cuanto más nos realizamos, menos nos cuesta aquello que parecía insuperable. ¿Y qué es nuestra astucia, inteligencia, valor, obstinación? ¿Qué es ello sino espíritu? "

Max Stirner.