Volcán Puyehue

1

 

  • Altitud: 2.240 msnm.
  • Ubicación:  Parque Nacional Puyehue - XIV Región.
  • Fecha: Febrero del 2024.
  • Integrantes:
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
    • Fernanda Weinstein (P. Alpinos)
  • Ruta: Cara Sur.

Nos despedimos de las termas y el camping de Puyehue, sector donde subimos el volcán Casablanca y descansamos muy pero muy cómodos y felices por lo lindo del lugar, y nos fuimos en dirección al fundo Puyehue, no sin antes buscar un lugar a orillas del lago Puyehue donde Fernanda pudiera tirarse un piquero, mientras yo descansaba cómodamente en la orilla sin meter las patas a las frías aguas.

Llegamos después de algunas horas de manejo al fundo, donde nos dieron las indicaciones necesarias para aproximar hasta el campo base, todo en un ambiente muy cordial y amable. El lugar es precioso, de un verde intenso en cualquier dirección donde uno mire, el día estaba muy despejado y con un cielo azul profundo, todo hacía prever unas buenas jornadas de montaña.

Avanzamos un par de kilómetros más en el jeep y nos estacionamos donde acaba el camino y comienza el sendero. La aproximación va por un hermoso bosque de altos árboles que dan mucha sombra, y también humedad, pero el lugar es realmente muy lindo. La caminata fue tranquila y la disfrutamos mucho, paramos a descansar varias veces solo para disfrutar las sensaciones de estar insertos en un bosque tan lleno de vida, olores y colores. El trekking por sí solo vale la pena.

2

Fuimos ganando altura poco a poco, y las visuales comenzaron a ser más amplias cuando ya estábamos por salir del bosque, a lo lejos se veía el Casablanca y otras cumbres más, la vegetación comenzó a perder altura y ser menos densa, hasta que salimos a un hermoso prado verde, adornado por un bosque de árboles muertos -producto de la última erupción del volcán seguramente- con algunas mesitas y bancos para sentarse, y el refugio, que parecía estar bastante concurrido. Todo esto ya con la hermosa silueta del Puyehue de telón de fondo. El lugar es una maravilla para acampar, realmente un placer poder pernoctar ahí, solo la falta de alguna fuente de agua fresca complica un poco las cosas, pero nosotros, sabiendo esto, habíamos cargado suficiente para los dos días.

Fuimos a mirar el refugio, solo por curiosidad, porque no pensábamos usarlo, estaba en muy buenas condiciones y con un numeroso grupo de jóvenes que tenían pinta de ser compañeros de curso y andar de paseo, me recordó mis mochileos por las Siete Tazas, Huerquehue y otros parques cuando era estudiante...

Armamos la carpa, y básicamente tiramos las colchonetas al pasto para pasar el resto de la tarde disfrutando las vistas, tomando cerveza y sacando fotos. Si cuando viejo tengo que recordar un campamento base placentero seguro recordaré este primero. Luego de una tarde donde la palabra relajada se queda corta, nos fuimos a dormir para salir tempranito al día siguiente en buscar de una nueva cumbre sureña.

Despertamos temprano, pero con luz, no calculábamos que el ascenso fuera muy largo. Comenzamos a caminar directo a la base del cono final, y la pendiente fue aumentando de a poco, pero lo que de lejos parecían lateros y agotadores acarreos sueltos, la verdad eran pendientes de tierra y roca bastante firmes. Una que otra pirca de piedras adornaba el paisaje cada cierto tiempo. Así fuimos ganando altura poco a poco, y hermosas vistas en todas direcciones se abrieron; lagos, lagunas, y evidentes vestigios del volcanismo de la zona, todo un espectáculo visual.

Me fui aproximando a lo que pensaba que era el borde del cráter, pero era solo un filo que seguía subiendo, esta vez sí hasta el cráter, era poco más, ya intuíamos la cumbre, pero no me había preparado para tamaño espectáculo. Al asomarme al cráter vi toda una vasta zona glaciar adornada en el centro por una especie de orificio donde la nieve y el hielo cedían al calor, y que parecía ser una vía directa al mismísimo inframundo... impresionante la llegada a la cumbre del Puyehue... mucho.

4

6

Era un espectáculo hermoso, un cráter amplio y glaciado, con hermosas vistas en todas direcciones. Al rato llegó Fernanda y pudimos disfrutar mucho tiempo de un hermoso día cumbrero, casi sin viento, y sin frío ni calor, todo muy templado.  

No teníamos mayor apuro por bajar, así que fue una cumbre disfrutona en exceso, agradecía por dentro a los volcanes del sur por recibirnos con tanto cariño. Recordaba la vista del Puyehue desde la cumbre del Casablanca -el cual ahora veíamos a lo lejos- asomándose entre nubes, y pensando lo lindo que sería estar en ella, y ahora estaba aquí, mirando en la dirección contraria. Todo muy pachamamico hippie espiritual…

7

9

Pero bajamos, no por querer sino porque había que hacerlo. Muy tranquilos nos fuimos hasta la carpa donde nos tomamos todo el tiempo del mundo para desarmar el campamento y ordenar las mochilas. Nos despedimos del lugar con una gran sensación de satisfacción y alegría.

La bajada fue tranquila, llegamos al lugar donde estacionamos el jeep, y decidimos quedarnos en el camping de la entrada, no tenía sentido comenzar a manejar tarde en busca de nuestro próximo destino.

El lugar de camping fue la guinda de la torta, verde, cómodo, con mesitas y todo lo necesario para disfrutar el resto de la tarde las sensaciones de un hermoso ascenso y un maravilloso viaje. Es que no podía ser mejor.

Al día siguiente despertamos tranquilos, aprovechamos de pegarnos un duchazo de agua helada y comenzamos el viaje hacia el próximo destino. Malalcahuello.

Autor: Elvis Acevedo Riquelme.

 

“Vive tu vida como si subieras una montaña. De vez en cuando mira la cumbre, pero más importante es admirar las cosas bellas del camino. Sube despacio, firme, y disfruta cada momento. Las vistas desde la cima serán el regalo perfecto tras el viaje…”

Geoffrey Young.