Volcán Maipo

Volcán Maipo

 

  • Altitud: 5.264 msnm.
  • Ubicación: Valle del río Maipo - RM.
  • Fecha: Febrero del 2017.
  • Integrantes:
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
    • Jaime Wastavino (P. Alpinos)
  • Ruta: Ladera Oeste.
  • Expedición: Volcán Maipo 2017.

Renuncié a mis funciones en la ONG Andeshandbook como director de la Comisión de Accesos y miembro del Directorio que se junta a comer pizza -por incompatibilidad visualizativa sobre el futuro- hace más menos un año, pero sigo enviando rutas, y obviamente, revisando la web a ver qué novedades tiene. En una de esas revisadas me di cuenta de que se había actualizado la ruta al volcán Maipo, así que entré a “sapiar”.

En pocas palabras, la antes absoluta prohibición de acceso, ahora era reemplazada por un Protocolo de Acceso. Algo había leído acerca de esto, básicamente quejas de que era imposible de cumplir, por lo que me imaginé requisitos como los que pone Codelco en la V Región, así que no me había dado la molestia de investigar más.

Gasco

Foto: Ya no es tan estricta... por fin...

En años anteriores, cuando el tema accesos era importante para mí, Gasco fue uno de los huesos más duros de roer, tanto que nunca lo puede roer, se me gastaron los dientes de tanto intentarlo.

Fueron años en que la prohibición de acceso era total, absoluta, y sin explicaciones, lo que redundó en muchos mails con respuestas negativas, y desagradables reuniones y telefonazos.

Ahora había un protocolo de acceso, y no le había dado pelota pensando por tanta queja que había leído, que no valía la pena ni el intento. Pero de puro curioso lo descargué y lo leí.

Me sorprendí, no encontré que fuera nada del otro mundo, tenía algunos puntos algo ambiguos, pero era bastante “cumplible”, si uno tiene buena comprensión de lectura claro. Todas esas quejas que había leído, de que poco menos que había que ser dueño de un helicóptero, o tenerlo contratado en el patio de la casa con piloto incluido, me hicieron recordar algunos artículos que tratan el tema de que en Chile la gente no entiende lo que lee.

Se lo comenté a un amigo -probemos- me dijo, a estas alturas no hay nada que perder…

Gasco

Foto: Entrada al Fundo Cruz de Piedra.

Rellené el coso y lo mandé al mail, casi esperando que no respondieran, o me dijeran por septuagésima vez que… no, ¿por qué no?, porqué si… corta.

Esta vez no fue así, me preguntaron un par de cosas más, y listo, teníamos permiso para ir al volcán Maipo, después de… ¿diez años?… ¿doce, trece?…, leía el mail, lo amable de mi interlocutora y no lo creía… así de simple.

Y seguía sin entender por qué tanta queja con el famoso protocolo…

Accesos libres, si señor, pero cuando un camino vehicular permite adentrarse tan fácilmente, y a cualquier persona, en algún sector montañoso, ojo, prefiero ciertas restricciones, eso da para otro tema.

Somos un país con poca cultura y criterio, somos una comunidad de montaña con poquísima cultura también, no todos claro, pero suficientes...

En fin, cosas más cosas menos, teníamos permiso, y éramos tres los que aprovecharíamos la oportunidad: Jaime Wastavino, Roberto Toro, y quien latea, perdón, escribe, bueno, en realidad… latea…

Poco antes de partir Roberto se bajó, pero nos iría a dejar y buscar, y participaría en la primera parte del miniviaje, el intento al Cabeza de Novillo.

Valle del Maipo

Foto: El hermoso Valle del Río Maipo.

Del Cabeza solo decir que rebotamos, comimos tierra, subimos y bajamos intentando cruzar las quebradas de tierra más profundas y verticales que me he topado, no pillamos la ruta, etc. etc…

Después de eso nos movimos a la avanzada de Carabineros Cruz de Piedra. Llegamos tarde. El camino no es uno solo, hay bifurcaciones.

En cada una me preguntan a mí cual elegir, decido por lo que creo, tincada básicamente, recuerdo que yo tampoco conozco la zona, dos bifurcaciones, dos errores, elijo mal en ambas, me llegan los palos, el ánimo es tenso…

Como sea llegamos, y nos encontramos Carabineros amables, pero, que no estaban seguros de dejarnos pasar… ¿perdón, como dice que dijo?...

Nos explicaron que días antes un par de pasteles se habían pasado de la frontera y habían sido detenidos por Gendarmería Argentina, ocasionando un leve incidente, onda ¡oye yapo, fíjense que no pase nadie! o así me lo imaginaba. Por lo que estaban medio saltones. Después de un rato de explicaciones, de una revisada corta del auto, y de explicar que andábamos sin armamento (el lanzacohetes iba metido en el tubo de escape), todo parecía tomar buen rumbo, hasta que…. llegó el Puerco Espín Cabeza de Ajo que se cree el hoyo del queque, el centro de mesa, el Messner chileno, el típico idiota que quiere dejar claro que tú dependes de su buena voluntad...

Empezó con sus preguntas, ¿van a pasarse de la frontera? -no wn, vamos a subir al portezuelo que está entre el Tórtolas y el Maipo, territorio chileno- ¿y sabis cuál es el Tórtolas? -si wn, acá está el Maipo (mano derecha), acá el Tórtolas (mano izquierda)- Pero hay una quebrada con nieve, yo anduve hace poco, eso te va a desviar, al ir buscando camino, ¡y te vas a pasar de la frontera!

Montañas

Foto: Montañas en el valle del Maipo.

Y yo pensando “cuenta hasta diez, si lo agarrai pal webeo y le dejai claro lo weón que es, se acaba el viaje…”

Recordé cuando con Roberto tuvimos problemas en el Retén de Pangal, ninguno de los dos tiene mucha paciencia en estos casos, como que explotamos rápido, le miraba la cara y estaba a punto de mandarlo a la chucha, y yo ya estaba por decirle que se metiera el hito fronterizo por la r…, cuando uno de los otros Carabineros calmó un poco las cosas, y nos dijo que resolviéramos mañana, y que durmiéramos al alero del techo de un conteiner que tenían, además de darnos unas botellas con agua.

Puerco Espín a la carga de nuevo (canoso y de pelos parados)

¿Y tienen permiso de Difrol?

- ¿Me estay? Ese permiso es para extranjeros… le comento por si no sabe…

- Tienen que tener permiso de Difrol para transitar por zonas fronterizas, tendremos que hacer unas llamadas “para abajo”

- Mmmm, le repito, ese permiso se le pide a extranjeros… o sea, gente de otros países, que no nació acá, ¿me entiende?, y nosotros no vamos a la frontera… pa lo que me importa una raya imaginaria de mierda en medio de la nada…

¿Y ustedes tres son chilenos?

- No me veis la cara de alemán paco ctm (pensamiento…), si estimado, somos chilenos…

¿Y tienen permiso de Difrol?

……

El oficial a cargo, que había sido bastante más amable, insistió en que resolviéramos mañana mapa en mano. Estuvimos de acuerdo, nos fuimos a dormir sin saber si mañana seguíamos, o volvíamos a Santiago.

Luna

Foto: Luna desde la avanzada de Carabineros Cruz de Piedra.

Mala noche, estaba chato, el viaje no iba como lo había imaginado, todo tenso, mal ambiente, carga negativa en el aire, problemas de todo tipo, fallamos el Cabeza de Novillo, nos perdimos harto rato en el camino al Retén ¡que la bencina se va a acabar! me decían, y para rematar el día, el Carabinero cabeza de ceniza que termina por amargarte la jornada.

Me dormí pensando que mejor que no nos dejaran pasar, así me iba pa la casa y a la mierda todo…

Carabineros

Foto: Un amigo siempre... bueno, casi, a veces... de vez en cuando...

Desperté con la misma sensación, casi seguro de que hoy en la noche dormiría en mi cama. Fuimos a hablar al Retén, esta vez solo estaban el oficial a cargo con otro Carabinero más joven y bueno para la talla. Con el mapa IGM desplegado en el jeep, le explicamos bien lo que íbamos a hacer, entendió perfectamente, se acabó el problema.

¿El Puerco Espín?, parece que lo dejaron adentro para que no webeara más…

Pasamos, extraña sensación, ya había pensado en irme y ahora tenía que reenchufarme en el objetivo. En eso estaba hasta que…

Estero Cruz de Piedra:

-No, no paso, van a tener que caminar con lo justo-, si claro, como 40 kilómetros extras sumando ida y vuelta.

-Pueden quedarse explorando otros cerros-, no quiero explorar nada, si no pasas nos vamos a Santiago…

-Ta muy profundo-, ok, no es mi auto, no tengo derecho a presionar, nos vamos.

Carabineros

Foto: Sin "Puerco Espín" todo fue más fácil...

Yo no tengo auto ni me gusta manejar, así que no me siento con mucha autoridad para opinar en temas de ese tipo, si alguien que maneja más dice que está difícil cruzar, debe ser así, que voy a decir yo, ¿que pase nomas?, fácil cuando el auto no es de uno.

Me puse a sacar fotos, todo el reenganchamiento con el viaje se iba al carajo de nuevo, y ahora otra vez a pensar en Santiago, que sí, que no, que pasamos o que volvemos, que los pacos o el río, estaba saturado…

Roberto y Jaime se metieron al agua a mover piedras, no me di cuenta al principio porque estaba sacando fotos, y pensé que habían entrado al agua para… nada, básicamente para alargar una decisión inevitable como la de regresar.

Pero me sacaron de mi ensimismamiento con una chuchada -una más- así que me saqué los zapatos para meterme también.

Habían entrado al agua con zapatillas y chalas, yo no tenía, por lo que no se me hizo tan fácil, igual venía fuerte el estero. Traté harto rato, al final los chicos salieron y yo todavía no entraba. Movieron una tonelada de piedras, el camino pareció quedar mejor, Roberto dijo que iba a intentar cruzar.

Estero

Foto: Cruce del Estero Cruz de Piedra.

Intentó, y pasó… otra vez a reengancharse con el viaje, se me iba a fundir el lado emocional del cerebro…

El camino estaba bastante malo en algunas partes, pero con Jaime nos bajábamos a mover piedras, y de a poco seguíamos avanzando. En otra pasada con un cauce mayor de nuevo pareció que no pasábamos. Pasamos.

Después encontrar el lugar donde bajar y comenzar la caminata, más mal rollo, estaba cansado.

Decidimos pasar el resto del día en ese lugar, todavía estaba fundido, en todo sentido, no tenía ganas de subir el cerro, ponerme mochila, caminar, y todo eso. Sentía todo muy cargado, como un peso grande que estos últimos cuatro días me habían dejado en los hombros, estaba chato, y, sin embargo, problema tras problema, de una u otra forma, ahí estábamos, acampando con el volcán Maipo como telón de fondo.

El día de descanso nos hizo bien, organizamos mejor todo lo que venía, conversamos, tomamos cerveza, comimos harto, sacamos fotos, etc. Con las pilas más recargadas nos dispusimos a partir al Campo 1 del Maipo.

La jornada fue corta, creo que en menos de tres horas estábamos a 3.800 metros, lugar del campamento alto. Bastante abajo pensé, pero me habían recomendado no acampar en el portezuelo Tórtolas - Maipo por el viento.

Picos del Rio Bayo

Foto: Los inescalados Picos del Río Bayo.

Viento.. uno siempre se puede proteger del viento pensaba… pero al final nos quedamos a 3.800 metros.

Ese día seguimos descansando, buscamos agua, comimos. En la noche nos tocó un cielo espectacularmente estrellado, y como estábamos más altos, se veían las nubes de tormenta -con truenos y relámpagos incluidos- sobre la pampa argentina. Muchas estrellas fugaces, y otra cosa de trayectoria extraña, más difícil de explicar…

Campo Base

Foto: Campo base en el volcán Maipo.

Desde que llegamos había estado atento a deducir el patrón climático. A eso de las dos de la tarde el cielo se cubría, a veces caían unas gotas, a veces no, era un patrón predecible, pero lo que no era tan predecible era el volcán, a veces la nubes cubrían la cumbre, a veces casi la mitad del cerro, y otras tantas se nublaba, pero la cumbre permanecía despejada, fría y lejana, como la veía ahora. Como fuera, pensé que había que llegar a la cumbre cerca de las una de la tarde, para evitar las nubes.

El día de intento de cumbre salimos con las primeras luces, nos fuimos directo al portezuelo superando un nevero por donde buscamos la pasada más corta. Una vez arriba, hermosa vista de las montañas de Rancagua, las cuales conozco bien, pero no había visto nunca desde este lado. El Serrucho, Catedral del Barroso, Torre y Nevado de Flores. La cámara chica con las pilas descargadas, y sacar la grande me tomaría un tiempo que no quería perder, mi idea era irme directo y rápido a la cumbre para evitar la posibilidad de quedarme envuelto en nubes, las fotos para la bajada.

Desde el portezuelo se viene un traverse largo, el desnivel a cubrir es alto, 1.500 metros más menos, por lo que avanzar sin ganar altura no me gusta, por lo mismo sigo en travesía, pero empiezo a subir, de a poco, y termino conectando la arista rocosa por la que debo subir de manera directa a la falsa cumbre. Voy atento a Jaime, pero este viene atrás, cerca, siempre a la vista.

Jaime viene algo retrasado, el intento al Cabeza de Novillo le dejó heridas en el empeine de ambos pies, y en este terreno duro, y con pendiente, seguramente le deben estar molestando mucho.

Rumbo al C2

Foto: Jaime camino del campo 1.

Me voy para arriba, terreno rocoso, entretenido, hay viento, mucho, helado, molesto. Termina la zona de rocas y viene una pendiente directa hasta el borde cumbrero, se ve acarreo, pero en la medida que gano metros no se presenta tan terrible, no es tan blando, más bien duro, la bajada va a ser incómoda por este terreno. Salgo del sector rocoso y entro en pendiente abierta, fuerte y derecho para arriba, nada de zig zags mamones.

No veo a Jaime, bajo el ritmo (que no era muy alto que digamos…) hasta poder verlo. Aparece, me hace unas señas, me indica que vuelve, lástima…

Sigo subiendo, segundos, minutos, horas, ni idea. Sopla viento, mucho, fuerte, frío, nubes entran y salen, voy atento a ellas.

Después de mucho rato llego al borde de la falsa cumbre, un farellón rocoso me bloquea el paso. Solo sé que es la falsa cumbre porque lo leí, sino pensaría que es la verdadera. Al parecer la ruta original va más a la izquierda, donde se acaba el farellón, pero no tengo ningún interés en hacer un traverse. Busco una pasada.

Encuentro una debilidad, un paso algo expuesto en roca malita. Un par de metros verticales y paso, viene otra pendiente de acarreo -ya empezamos- pienso…

Nevado de Arguelles

Foto: Nevado de Argûelles.

Sigo subiendo, todo se acaba, parece cumbre, un par de pasos y... aparece la cumbre al fondo, a unos 300 metros casi horizontales, me da igual, sé que esa es y no hay más, está hecho, no hay nada que me impida llegar a ella…

Camino tranquilo esos metros, está algo nublado, pero me da igual, aún tengo buena vista del entorno, hay viento, esta helado, pero soportable.

Llego a la cruz, cumbre, si, cumbre, después de todo, al final llegamos a la cumbre…

Estoy contento, pero no eufórico, estoy algo contenido, no sé bien que pasa. Tantos años pensando en el volcán Maipo, doce más o menos, desde la primera vez que intenté pedir permiso para ingresar al fundo, y aquí estoy…

Saco la cámara y ametrallo de fotos para todos lados, antes de que las nubes me sigan tapando los objetivos. Los Picos del Barroso y las montañas de Rancagua ya no se ven, disparo a los Picos del Río Bayo, Nevado de Argüelles, cerro Castillo, tantos otros…

Después de un rato y de hacerme una auto foto aprendiendo a usar in situ el automático de la cámara, ordeno todo y empiezo a bajar; tranquilo, sé que va a ser largo, pero tengo luz de sobra, no hay inquietud, solo alegría. Lo único que me preocupa un poco, es que Jaime se intranquilice en el campamento si me demoro mucho.

La bajada fue larga, el viento soplando desde abajo me daba en la cara, me sacaba la capucha, me tiraba tierra. El acarreo duro ya no era tan agradable de vuelta. El primer tercio del descenso no tenía ninguna piedrita donde poder parar a descansar un poco protegido del viento.

Cumbre

Foto: Doce años después. Cumbre en el volcán Maipo.

Decido lanzarme de una hacia abajo, cual noche de viernes en la ciudad, esperando llegar a la arista rocosa para poder esconderme un poco y comer algo, y sobre todo protegerme un rato de la ventolera que me tiene hasta las pelotas… pero así es esto, no es primera ni será la última vez que toca bajar en estas condiciones.

Voy atento a no equivocarme, en estos cerros tan uniformes a veces es fácil desviarse, o a mí me pasa, veo el terreno como algo monótono, y no quiero terminar alejándome de la ruta de puro distraído.

Llego a la zona rocosa, encuentro unas rocas grandes y me escondo un rato ahí, me como una caja de duraznos, o sea, me como los duraznos que vienen adentro, no la caja. Me saco el gorro, buff, y todo lo que me puse para taparme un poco y que me trae ahogado, no me gusta andar con mucha ropa.

El descanso me hace bien, saco algunas fotos más, los cerros de Rancagua, si, los que no quise fotografiar en la mañana y que pensaba fotografiar en la bajada… están tapados de nubes…

Me doy ánimo para salir de mi escondite y exponerme de nuevo a la ventolera, pienso que cuando salga de la arista y comience el traverse hacia el portezuelo el viento va a quedar atrás…

¡Ups!, hay que estar atento al punto donde debo salir de la arista, sino voy a terminar metido en un nevero empinado con penitentes, que en la mañana superamos por su parte más alta.

Voy atento, concentrado, observando con ojos de lince el punto en el cual debo abandonar la arista. De todas formas, termino metido en un nevero empinado con penitentes que en la mañana habíamos superado por su parte más alta.

Filo, empiezo a bajar, está parado pero lleno de escalones, así que es fácil, aunque algo incomodo cuando estos son muy grandes. Voy llegando abajo, a las piedras, quedan unos dos metros y… los penitentes se acaban, y queda una pendiente dura de unos 70 grados lisa como las calles de Santiago…

Lo bonito es que el viento ya no llega tan juerte…

Castillo

Foto: Pared sur del cerro Castillo, esa que se supone subió Jûrgen Straub... solo, sin fotos, a pata pelá...

Y bueno, aforro con el bastón tratando de hacer un escaloncito, maniobra bastante inútil, pero algo queda. Me imagino una muesca en la nieve, solo necesito dos, estiro la pata para abajo, pongo el borde en la muesca, algo agarra, repito la maniobra un poco más abajo, el bastón parece reclamar, y las piedras alejarse…

Estiro el otro pie, hablar de equilibrio es poco, es un desafío a la física. Más agarrado que perro en bote me agacho lo que más puedo y apoyo un bastón en una piedrita, y pego un saltito… ya, estamos listos…

Lo que vino fue más tranquilo, aunque largo. Intenté acelerar para llegar luego y evitarle preocupaciones a mi compañero. Sin mayores dificultades que el cansancio y perdiéndome un poco, veo el techo amarillo de la carpa y Jaime afuera, estamos…

Abrazos y felicitaciones, conversa, que tú que yo, esto y aquello, nos zampamos un salame español ahumado, que maravilla…

Ordenamos un poco las cosas, la carpa estaba llena de tierra producto del viento, así que la limpiamos un poco, la cambiamos de posición, y nos metimos adentro, justo cuando el sol ya se ocultaba y el frío hacia su entrada habitual…

Campo Uno

Foto: Campo 1.

Despertamos tarde, contentos, tomamos desayuno y a eso de las 12:00 comenzamos a bajar al campo base. El descenso fue tranquilo, nos topamos más guanacos, alguna nube loca dejo caer un poco de agua y el viento nos tiró un poco de plumilla encima. Al llegar a la carpa, lo primero de lo primero antes que nada y que cualquier cosa…. una cerveza al seco.

Descanso y más descanso, lectura y comida, mate y cerveza, se nos fue el día.

El viernes nos fue a buscar Roberto. Se atrasó un poco porque en la mañana se quedó pegado en medio del estero Cruz de Piedra, y tuvo que ir a pedir ayuda a Carabineros, que muy entusiasmados partieron en patota con motos y todo a sacar la camioneta del agua. Gracias a ellos, no todos son iguales. Fuimos a conocer la laguna Nacimiento y emprendimos en largo regreso.

En la entrada del fundo pudimos conversar con la administradora, parecía una de estas reuniones que hacen dos países que han estado largo tiempo en guerra. Montañistas y Gasco…

El ambiente fue distendido, nos explicamos y pedimos cosas de lado y lado, las desconfianzas parecieron esfumarse, las palabras sonaron sinceras, entendimos sus puntos y preocupaciones, entendieron las nuestras.

El apretón de manos pareciera augurar un destino mejor para ambas partes, hay sensación de paz y acuerdo en el ambiente…

Ojalá entendamos que esto no se trata solo de pedir, las leyes no están de nuestro lado, por lo mismo debemos aprovechar estas oportunidades, ser responsables, cumplir y demostrar que los montañistas sabemos lidiar con nuestro entorno, lo queremos, lo cuidamos, quizá así podamos negociar algunos puntos del actual protocolo de acceso, adaptarlo y “alivianarlo” un poco. Si solo nos dedicamos a quejarnos, es poco lo que vamos a lograr…

Regreso

Foto: Roberto Toro, Elvis Acevedo y Jaime Wastavino.

En el auto pienso en todos los años que quise conocer este valle. Estoy contento y satisfecho, poco a poco voy accediendo a lugares que me fueron vedados por mucho tiempo, parece que después de todo, lo aprendido en esa larga lucha por abrir accesos ahora está dando algunos frutos.

Ya no intentamos representar a nadie, solo negociaremos nuestros accesos, sabemos hacerlo, no vamos a gastar energía en abrirle los valles a montañistas que están “apoyando, exigiendo y protestando” desde el computador de su casa.

Ya estuvimos en el glaciar Universidad, Cortaderal, Sierra Negra, Torres del Brujo y valle del Maipo, todos con acceso restringido en su momento, esperamos poder seguir agregando “valles prohibidos” a la lista, y que estos alguna vez dejen de existir como tales.

Y eso jue el Maipo.

 

Autor: Elvis Acevedo Riquelme.

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"Todos los paisajes de montaña contienen historias, las que leemos, las que soñamos y las que creamos"

Michael Kennedy.