Travesía El Volcán - Los Lunes - La Colorada - El Volcán

Cerro Los Lunes

 

  • Altitud: 3600 msnm.
  • Ubicación: El Volcán - RM.
  • Fecha: Septiembre del 2016.
  • Integrantes:
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
  • Ruta: El Volcán - Quebrada Los Lunes - Cerro Los Lunes - Cerro La Colorada - El Volcán.

Hace rato - y bastante rato la verdad - que tenía ganas de entrarle al mundo de las travesías, entrar por un lado y salir por otro, o bien, llegar al mismo punto de partida pero por otra parte, pero por diferentes motivos, de los cuales la verdad sea dicha, no recuerdo casi ninguno, una y otra vez deje de lado hacer alguna, generalmente por apuntarle a alguna cumbre.

Pero esta vez me decidí, iría por una travesía pequeña, cercana, a la que pudiera llegar en micro o colectivo, de escape fácil y con pocos riesgos, ya que la haría en solitario.

Me gusta más salir en patota, pero las veces que lo he hecho solo lo he disfrutado bastante, ahora, con la cabeza bastante bastante revuelta por distintos motivos, unos días de soledad montañera me vendrían bien.

Mi motivación para salir a la montaña ya no es la de antes, la verdad prefiero quedarme a disfrutar de la chimenea de mi casa, , rato ya que quiero colgar los piolets, pero siempre la espinita clavada de algún proyecto inconcluso me lo impide, aunque cada vez va quedando menos.

El Volcan

Foto: El Volcán, hermoso pueblito cordillerano.

De los Perros originales ya hay algunos retirados, y el resto - incluido yo - ya está con la cabeza en otras prioridades, la gente nueva no logró aportar un segundo aire, así que aunque mantenemos la calidad de nuestras ascensiones, abriendo rutas y buscando montañas desconocidas, cada vez son menos la salidas grupales.

El equipo se mantiene funcional solo por arrestos individuales, y el re-encuentro esporádico de algunas cordadas en algún proyecto en particular.

Todo esto no ha pasado de un día para otro, ha sido todo un proceso, pero darse cuenta de lo que estaba pasando fue el primer paso para re-inventar la que espero sea mi última etapa en montaña, que podrá durar un día o diez años, ni idea, pero que busca un montañismo simple, sencillo, efectivo y siempre novedosos, que me deje satisfecho después de una salida, y que no me haga perder tiempo en organizaciones engorrosas.

Todo este latero discurso quise ponerlo en práctica en esta travesía, arme mi mochila con lo justo y necesario, me fui en colectivo desde San José de Maipo, donde vivo, al hermoso pueblito de El Volcán, ahí me baje, y con la información que pude recopilar, partí en la búsqueda de la Quebrada Los Lunes.

Sabía que Sergio Báez había hecho un trekking por ella, y aprovecho de agradecer su buena voluntad con algunos datos y fotos que me facilito. Pero de actividades de montaña en ese sector, nada, cero, ningún cerro tiene rutas por esas caras, y de Sergio hacia atrás, al parecer ni trekking se había hecho por ella.

Quebrada Los Lunes

Foto: La desconocida Quebrada Los Lunes.

¿Porque tanto?, pues bien, lo averigüé en terreno. Desde abajo no se deduce con facilidad por donde entrar, de hecho si uno no sabe que la quebrada existe, por haberla visto en un mapa, parado en la meseta o en el camino vehicular, ni siquiera es obvio que exista como tal.

Las aguas del Estero Los Lunes, y de la Quebrada La Colorada, caen en una hermosa cascada de unos 50 metros, entre grandes farellones rocosos, y por ahí no se puede subir, lo sé porque lo intente…

Desde El Volcán cruce el puente para pasarme a la orilla norte del rio, y me fui por un marcado sendero en dirección este, entre arbustos y árboles de tamaño medio al comienzo, que de vez en cuando se cerraban bastante, hasta salir a terreno más llano, donde seguí un buen rato por el sendero, tratando de ver por donde cresta entrar a la famosa quebrada.

Me salí del camino, un sendero bastante marcado subía por una ladera de tierra y cruzaba un acarreo que parecía dirigirse a la quebrada. En google earth había estudiado esta parte, tenía claro por donde quería intentar la entrada, era más adelante, pero el sendero se veía tan clarito que decidí seguirlo.

Subí un rato, cruce una ladera de tierra dura dura, latosamente dura, para asomarme al borde de la quebrada La Colorada y darme cuenta que no andaba dando jugo, sino mas bien pulpa, y bien concentrada.

Para no perder tanto tiempo en la vuelta me mande directo para abajo. Por la ladera de tierra caían piedras, algunas bastante grandes, tuve que ingeniármelas para salir rápido de ahí, cruzar las aguas del estero La Colorada y volver a terreno llano, donde tuve que bajar de nuevo por terreno nada agradable para poder cruzar ahora las aguas del estero Los Lunes, y quedar bajo la pendiente de tierra y vegetación que era por donde había planificado la subida desde un comienzo... pero es que el otro sendero se veía tan clarito…

Campamento

Foto: Campamento en la Quebrada Los Lunes.

Me sentí idiota, para que planifico si después no me hago caso a mí mismo, y luego de perder un montón de rato, me doy cuenta que mi planificación era impecable, pero perdí tiempo de puro impulsivo…en fin…

Comencé la subida pensado en que iba a ser tierra con vegetación y muchas ramas, pero a poco andar encontré un sendero muy bien marcado, de esos que desde abajo nunca se ven.

También al mirar para abajo me di cuenta que llegaba al estero, y en la otra orilla, unos 50 metros más abajo de donde me tuve que tirar casi volando para poder cruzar, el camino continuaba, seguramente hacia el mismo pueblo de El Volcán, mas idiota aun…

Dejando de lado la idiotez basal, seguí el sendero, completamente juramentado a no perderlo, y agradeciendo a los arrieros, aliados eternos de los montañistas, que tanto nos facilitan las cosas con sus caminos de montaña.

La marcada huella subió y subió hasta pasarse a un filo rocoso de fácil transitar, y por fin, a la parte alta, donde puede por primera vez ver la quebrada Los Lunes. Me sentía bien, contento y no muy cansado, lo que tomando en cuenta lo flojaso que soy para entrenar, me venía bien, de hecho me sentía bastante fuerte…de ala…

En el primer tercio de la quebrada las laderas tienen farellones rocosos verticales, y el estero corre sus buenos cientos de metros más abajo, así que esperaba que mi amada huella pudiera conducirme a través de las rocosas defensas, sino la pasada no iba a ser muy grata.

Atardecer

Foto: Atardecer desde el Campamento.

Así fue, claro que hubo un par de pasadas bastante jodidas, de esas quebradas de tierra lisa y dura que cortan el camino, tanto como para no querer pasar de nuevo por ahí, pero bueno, la cosa es que salvo por ello, llegue a la parte donde la quebrada se ensancha, pierde profundidad y todo se ve más bonito.

El sendero desaparece pero el terreno es sencillo, piedra dura en algunas partes, no digamos que disfrutón, pero para nada complicado. Después de un tramo largo donde iba medio lateado de tropezarme con piedras decidí bajar a nivel del estero, ya había nieve tapando el fondo de la quebrada, y por ella podría avanzar más rápido.

En este punto me di cuenta que no traje bloqueador, así que me embetune con blistek para tratar de no quemarme tanto.

Avance varias horas, pare a cargar agua en una pequeña vertiente, y le fui poniendo atención al sol, no quería armar el campamento con sombra, se veía a kilómetros interestelares que cuando el sol se escondiera detrás de los contrafuertes del lado oeste de la quebrada, la temperatura bajaría al toque.

Cerro Los Lunes

Foto: Cerro Los Lunes.

Así que poco antes de que esto pasara, me puse a patear una terraza para asegurar mi mini carpa vivac, que no es más que una vieja Doite Explorer a la que le perdí el cubretecho en un viaje a la Reserva Cipreses el año de la pera, se lo llevo el río…

Se vino el frío, me acomode como pude, me comí mi Carbonada y los duraznos de postre, y me dispuse a aguantar la noche bajo una fuerte y constante ventolera que no cedió nunca…

Día 2.

Sin moverme espere pacientemente que el sol iluminara la carpa, fue una noche de viento fuerte y mucho frio, pero nada, estamos acostumbrados a eso. Cuando el sol llego el viento no paro, caía y caía nieve de las pendientes superiores, asomar la nariz afuera era helarse al segundo, pocas ganas de salir a caminar daban con el clima que había, pero en fin, no me podía quedar ahí todo el día, me puse a armar la mochila dentro de la carpa, y me mande para afuera.

Desarme mi ultra liviana tela de camping y mas abrigado que hijo único empecé a caminar...

En eso se me fue el día entero, puro caminar en subida, siempre por nieve, que estaba en muy buenas condiciones. Salvo pequeños tramos donde me hundía un poco, casi todo el recorrido fue por nieve dura.

Estuve todo el día con una ventolera suave pero muy muy muy muy fría, muy abrigado no tuve tiempo para entrar en calor. El paisaje era muy hermoso, y cuando ya llegaba al final de la quebrada, puede comenzar a distinguir diferentes objetivos y opciones de rutas nuevas, pero esta vez mi objetivo principal era la travesía, así que saque hartas fotos para reunir la mayor cantidad de información posible del sector.

Punta Sin Nombre

Foto: Pared Oeste de la Punta Sin Nombre.

Se venía la sombra de nuevo, me puse como objetivo acampar en el portezuelo que se forma entre el Cerro Los Lunes y el Morro Los Lunes (Cumbre secundaria a la que le puse ese nombre para guiarme nomas). Este tramo en subida y con nieve más blanda fue algo más duro en lo físico, pero lo disfrute bastante, venia contento, y aunque mi primera opción era terminar la travesía hoy, objetivo del cual no estuve ni remotamente cerca de cumplir, me sentía muy bien en la montaña, todo se estaba dando de manera muy simple.

Encontré un lugarcito entre piedras para acampar, antes del portezuelo, pero tenía ganas de armar la carpa en seco. El espacio era mínimo y no logre ampliarlo mucho. La verdad la instalación quedo horrible, pero sabía que podría pasar la noche sin sufrir tanto.

Después de las típicas labores de campamento, me fui al sobre cuando se puso el sol, pensé en las opciones de salida que tenia para el día siguiente, la travesía por si misma me llevaría a abrir una ruta en el Cerro Los Lunes, que no tenia registros de ascenso desde esta quebrada, pero mañana buscaría la salida más simple, se veían algunos filos y corredores de nieve bien bonitos, pero muy agotadores para hacerlos con todo el peso que llevaba en la espalda, esas rutas tendrían que esperar, mañana tenía que estar en El Volcán antes de las 17:00 hrs para poder tomar el Metrobus, así que las opciones a tomar serían siempre las mas sencillas.

Cerro La Colorada

Foto: Cumbre Cerro La Colorada.

Día 3

Me levante cuando me llegó el solcito. Tome desayuno y desarme mi precario campamento, saque algunas fotos y partí.

El ascenso por la ladera NE del Cerro Los Lunes, fue sin más dificultades que la nieve, que no estaba tan pesada después de todo, y el deducir que estaba donde reamente pensaba que estaba, y no me estaba metiendo en cualquier parte.

Después de varias horas logre salir al filo por donde yo suponía que iba a conectar la ruta normal del Cerro Los Lunes, la que viene desde el camino al Embalse el Yeso, y eso significaría que estaba a menos de 100 metros de la cumbre. También en este punto debía fijarme bien por donde iba la bajada hacia el Cerro La Colorada, no había tantas opciones como para equivocarse, pero me he perdido en lugares más fáciles aun.

Descanse un rato y mire bien para todos lados, logre divisar una huellas locas por el filo, lo que me confirmo que estaba en el lugar correcto, comí y tome algo, vi la hora, y me di cuenta de que no estaba muy holgado de tiempo, pensando en el Metrobús que dé El Volcán salía a las 17:00 hrs.

Pase rápido por la cumbre del Cerro Los Lunes, pulento, ruta nueva, súper, pero el Metrobus…

No baje directo desde la cumbre por el filo que va al Cerro La Colorada, sino que deshice mis pasos de subida por un tramo corto hasta dar con una pasada que había visto antes, la bajada directa era por un acarreo duro y bastante empinado, terreno que nunca me ha gustado.

Cerro Los Lunes

Foto: Cerro Los Lunes visto desde la cumbre de la Punta Sin Nombre.

La bajada si bien me ponía en terreno mas cómodo, me alejo un poco del filo, por lo que ahora debía hacer un traverse por un nevero de buena pendiente. Pensé que quizá estaba blandito y sería fácil… no, estaba más duro que Al Pacino en Scarface, así que a ponerse crampones.

Tranquilo fui ganando metros en travesía, la pendiente era respetable, al menos unos 60 grados, y el desnivel hasta el fondo de la quebrada suficiente para, en fin, mejor no pensar en eso.

Las travesías me apestan, no puedo usar las puntas delanteras, hay que clavar todas las puntas doblando el pie, lo que a larga cansa, no es una posición natural, admiro a las mujeres que usan taco aguja…

Tan doblado llevaba el pie que plaf!!, crampón derecho suelto, en plena pendiente abierta…csm…Tuve que hacer algunas contorsiones exóticas y dolorosas para poner el crampón en su lugar, incomodo, bastante peligroso en verdad, pero en fin, así es la cosa nomas.

Ya en Santiago me enteré de un accidente en un terreno similar, el San Gabriel se cobraba una vida esta vez. Lo fui mirando gran parte de la bajada ya que lo tenía de frente, sin imaginar el drama que se vivía en el, uno que me afectaría más cerca de lo que hubiese querido.

De una u otra forma salí de la nieve y tome el filo que va hacia el cerro La Colorada, aquí le metí chala, pensando aun en el Metrobús con inocente esperanza…

Es raro subir un cerro de bajada, pero en verdad La Colorada es solo un pequeño promontorio en el filo que desde El Volcán sube hacia el Cerro Los Lunes, que es el cerro real de esa zona. Si no fuera porque tenía una pirquita de piedras, me habría sido imposible saber cuál era la cumbre.

La bajada fue larga, cuando divise El Volcán acelere mas, muy atento al punto donde debía dejar el filo y comenzar a bajar, no tenía idea por donde era.

San Gabriel

Foto: San Gabriel...

Por suerte encontré una pirca que supuse indicaba el punto en que había que abandonar el filo, y comenzar a bajar hacia el pueblo.

Me mandé para abajo, según yo por sendero. Al poco rato iba a campo traviesa, mucha tierra y hoyos, todo erosionado. Sabía que habían farellones verticales en la parte inferior de la ladera, mi única preocupación era no quedar pegado sin poder seguir bajando.

Por instinto le apunte un bosquecito donde de nuevo encontré el sendero, y aquí si no lo solté mas, hasta llegar al plano, donde - que me perdonen los animalistas - patie la perra entre arbustos y matorrales hasta llegar al pueblo.

Eran más de las 18:00 hrs, del Metrobús ni el polvo, como era obvio, así que comencé a caminar al camino principal para levantar el pulgar, como tantas veces…

Antes de llegar al camino un auto iba saliendo, probé suerte... y directo a San José…

Autor: Elvis Acevedo.

 

"A los que se fueron antes de tiempo..."