Cerro San Roque
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Agosto del 2015, lo que tengo son ganas de hacer una salida tranquila, a cerros de media montaña, hemos estado conversando sobre hacer algo así con unas amigas de la Rama de Montaña de la Chile (Ramuch), así que quizá es hora de concretar.
Mi relación con gente de esta Rama de montaña es muy buena desde hace muchos años, con el Feña Yañez subimos cumbres como el Morro Escondido y el Corona, con el Nolo Alarcón nos fuimos de apaleo en el norte, y también compartimos muchos éxitos, con Eric Pinto abrimos algunas rutas por el sector de Termas del Plomo, etc etc, además de muchos buenos y queridos amigos como el Mauricio Montané y tantos otros, así que es uno de los "clubes" a los que les tengo mucho cariño y mucha confianza en su gente.
A punta de “guasapes” y mails nos ponemos de acuerdo, iremos al Morro Buitrero y el San Roque, acampando en la cumbre del primero, mis compañeras esta vez serán Daniela Torrealba y Bernardita Araya. Con Bernardita ya escalamos el Espolón I de San Gabriel, con Daniela será nuestra primera salida, aunque nos hemos topado un par de veces con cervezas sobre la mesa, con eso me basta para ir con alguien al cerro.
Foto: La pasada de roca. |
Nos juntamos en el Metro Las Mercedes, y luego de algunas compras en el súper, tomamos el colectivo hasta el Puente El Toyo. Uno de los motivos por los que elegimos estos cerros, era que podíamos llegar en trasporte público, porque autos no teníamos. El viaje fue tranquilo, salvo por que el chofer llevaba como música de fondo Maná, y Bernardita se empeñaba en decir una y otra vez, y a viva voz, lo penca que los encontraba como grupo, ni las patadas de Daniela ni las indirectas mías la hicieron darse cuenta, pero el pobre chofer pareció aceptar la crítica. |
Nos bajamos en el puente, la mochila de Berny hedionda a bencina, ¿la venganza del chofer?
Nos acomodamos las mochilas y comenzamos la caminata. Teníamos que encontrar la entrada al fundo, yo no venía para estos lados desde que subí el Punta Horizonte, sus buenos años atrás, así que poco me acordaba por donde entrar, pero luego de un encontrón con un huaso mala onda, y de un segundo con uno más simpático que nos dio información, pagamos una entrada y empezamos a subir.
En auto uno se puede ahorrar bastante tiempo, pero nosotros tuvimos que caminar nomas. El día estaba nublado, muy agradable, la subida fue tranquila y muy disfrutona, paramos hartas veces a echar la talla, tomar jugo, y ver como Berny aprendía a usar sus zapatos plásticos nuevos con “traspondedor dinámico”.
Foto: En la cumbre del Morro Buitrero. |
La parte más entrete de este día fue la pasada rocosa, me habían hablado de ella, había visto fotos, y sin embargo creo que pasamos por cualquier lado, en todo caso nada más que una buena trepada, con riesgo en caso de resbalón de quedarse enterrado entre las ramas de los matorrales que estaban debajo del escalón rocoso. A la cumbre del Morro Buitrero llegamos a media tarde, estaba helado y corría viento, pero el entorno estaba fantástico, de aquí en adelante se veía bastante nieve, fue un muy lindo ascenso. |
Nos quedamos bastante rato, sacamos fotos, miramos el paisaje, otros cerros, hasta que luego de un rato decidimos bajar un poco y buscar donde acampar.
Había una ventolera patagónica, bueno, estábamos en un filo y en invierno, era más menos obvio que iba a haber viento, pero no había más lugar donde acampar. Para no pecar de exceso de confianza salí afuera a ajustar un poco mejor los vientos de la carpa, los que había colocado sin tanta atención, es que en estos cerros más tranquilos uno se relaja un poco, a veces mucho.
Mis simpáticas compañeras se inquietaban un poco por el sonido del viento azotando la carpa, yo me reía, esta North Face que Juan Carlos le donó al grupo jaja, ha estado en un montón de cerros y expes, es un bunker, nada puede pasar estando dentro de ella…nada malo al menos…
Foto: Rumbo al San Roque. |
Comimos muy bien, algo que debo agradecer cada vez que salgo al cerro con alguna amiga de la Ramuch, ya sean Bernardita o Daniela en esta salida, o Nanette tiempo atrás. Algo común cuando no salimos solo perros, es que la comida tiene bastantes más colores y sabores. De noche, entre vasos de navegado nos reímos hasta que al menos a mi me dolió la guata, fue una velada muy agradable, pero en algún momento nos fuimos a dormir, no me acuerdo muy bien cuando para ser honestos, al otro día teníamos que ir por el San Roque. |
Despertamos muy tranquilos, sin alarmas ni nada, el sol ya pegaba en la carpa, amaneció completamente despejado, con una vista esplendida. Cuando nos dio algo de calor comenzamos a movernos.
Después de un rato, largo…(cuando hay niñas en el grupo, los tiempos de preparación para salir son bastante más extensos…), partimos al San Roque. Continuamos por el filo desde la cumbre del Morro en dirección oeste, subidas y bajadas tranquilas, harta nieve, huellas marcadas de algún grupo anterior nos ayudaron bastante, ya que en algunas partes estaba bastante profunda, y luego de no sé cuánto, cumbre, la segunda del finde, muy relajados, con un día de cielo azul y poco viento, no podía ser mejor.
Acá nos quedamos un buen rato, el relajo invitaba a descasar, ¡que salida más agradable!, estos cerros se pueden hacer por el día, pero la verdad es que es muy relajado ir por el finde, disfrutar de la acampada, las vistas, el sol, la estrellas, lo que sea, un fin de montaña sin presiones, ni cuerdas, ni piedras cayendo, ni ruidos de avalanchas, ni tiritones, cada cierto tiempo se agradece.
Foto: Cumbre del San Roque. |
Regresamos a la carpa, descansamos otro rato y bajamos, no sé bien por donde, la primera mitad no fue por donde subimos, pero no importa, en algún momento agarramos el sendero y no lo soltamos mas (mas o menos) hasta dar con el camino vehicular y llegar a la entrada del fundo. De ahí a esperar micro, pero no pasaba, así que a caminar hasta San José. En eso estábamos cuando Berny levanta el pulgar, muestra la pierna, pone su mejor sonrisa y logra parar una camioneta…notable… |
Nos bajamos en San José, pase a dejar a mis compañeras al paradero del Metrobús, y yo me fui para la casa.
Solo agradecer a mis cordadas por la rica cena, la excelente compañía, y la montonera de tallas, de las cuales el 86.8% son completa y absolutamente irreproducibles.
Y eso fué.
Autor: Elvis Acevedo R.
"No se puede ser un héroe, y a la vez pretender sobrevivir"
Reinhard Karl.