Cerro San Ramón

San Ramón

 

  • Altitud: 3248 msnm.
  • Ubicación: Sierra de Ramón - RM.
  • Fecha: Octubre del 2002.
  • Integrantes:
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
    • Rudy García (Invitado)
    • Miguel Barrios (Invitado)
  • Ruta: Quebrada de Macul.

Después de subir el Provincia decidimos ir por el más alto cerro de esta hermosa Sierra pre-cordillerana, el "San Moncho", en dos días, por la Quebrada de Macul, junto a mi compadre Rudy García y un amigo invitado.

Así fue como un Sábado cualquiera tomamos alguna micro que subiera por Avenida Grecia hasta Peñalolen, entrando por calle Antupirén y superando los cordones de casas que interrumpen la pasada. Conectamos un senderito que travesea sin ganar altura desde la Quebrada de Peñalolen hasta la de Macul, por terreno de bosques altos, suelo tapizado de hojas secas y un hermoso arroyo. Lamentablemente con el paso del tiempo se a echo un sector más popular y por lo mismo, se ha ensuciado mucho.

SR

Foto: Subiendo el San Ramón.

Ganamos altura por el sendero, en algún momento Rudy se adelantó, o se atrasó, no lo sabíamos, solo sabíamos que no lográbamos verlo. La verdad él se había ido por el sendero correcto mientras nosotros peleábamos con acarreos y terreno rocoso.

Sin sendero tuvimos más de algún problema para avanzar, subiendo y bajando para esquivar farellones y tratando de no perder mucha altura. A ratos llegué a pensar que íbamos a tener que devolvernos, pero de una u otra forma nos las arreglamos para seguir subiendo.

Como pasaban las horas y no veíamos a Rudy, pensamos que por algún motivo se había vuelto a Santiago, no era descabellado ya que era bastante taimado, lo malo es que él tenía la carpa, pero a pesar de eso decidimos continuar y si era necesario vivaquear en Casa de Piedra.

Después de aventuras más aventuras menos para retomar el sendero correcto, pasamos por el Maqui, un hermoso lugar con bastante vegetación y un riachuelo ideal para cargar agua y refrescarse un poco. Cuando el sendero gira hacia el norte directo hasta la Casa de Piedra, escuchamos a Rudy, vimos la carpa armada y una olla donde se cocinaba un buen plato de arroz...

Pasamos el resto de la tarde tirados en una piedra mirando las formas que hacían las nubes que entraban del valle, hablando de cualquier cosa. Eran otros tiempos, donde el hecho de salir a la montaña para nosotros era una aventura de niños, acampar, comer afuera, echar la talla, todo eso estaba por sobre el objetivo final que de todas formas era importante...la cumbre.

Aplicados era lo último que éramos en esos tiempos (y todavía), sobre todo Rudy, que no había forma de levantarlo en las mañanas, así que después de tomar desayuno bastante tarde partimos a la cumbre.

Superamos el acarreo que lleva a las faldas del Cerro Abanico y encontramos nieve, como era el único que tenía botas plásticas me tuve que ir primero abriendo huella, no había llevado crampones porque mis compañeros no tenían y la idea era que anduviéramos todos iguales.

En cortos tramos el nevero estaba bastante duro por la hora, había que pisar fuerte al no tener crampones. Una vez en el filo que va del Abanico al San Ramón paramos a descansar, tomar algo de agua y comer una que otra galleta.

El día estaba despejado pero muy ventoso. Continuamos la marcha por terreno de acarreos hasta llegar a la cúpula final del cerro que estaba completamente nevada. Hermosa.

San Ramón

Foto: Enfilando directo a la cumbre.

En este tramo cada uno se fue a su ritmo, en su propia onda. Yo me adelanté un poco y de un momento a otro vi un fierro que pensé que era la cumbre, pero más adelante había otro más, a ese me dirigí por que estaba más alto, llegué a él, miré a mi alrededor y disfruté la sensación de estar en lo más alto del San Ramón.

Al rato llegaron mis compañeros, sacamos fotos y disfrutamos la vista. Intentamos descansar al abrigo de una pirca pero el viento era demasiado, así que comenzamos la bajada, la cual fue bastante dura y agotadora por lo sopeado de la nieve.

Cumbre

Foto: Cumbre en el San Ramón.

Llegamos tarde al CB, a pesar de eso decidimos almorzar.

La bajada... sin mayores sobresaltos. Ya oscureciendo llegamos a la última parte donde las luces de las casas nos guiaron ya que hace rato nos habíamos salido del camino.

Bajamos esperando que los perros que se escuchaban estuviesen bien amarrados. Llegamos a la calle, después micro y a casita...

Excelente salida.

Autor: Elvis Acevedo.

 

“De alguna manera me encuentro solo en la montaña.”

Peter Boardman.