Grupo de Montaña Perros Alpinos

Cerro San Gabriel

Altitud: 3125 msnm. Ubicación: San Gabriel - RM. Fecha: Agosto del 2011. Integrantes: Elvis Acevedo (P. Alpinos) Jaime Wastavino (P. Alpinos) Christian Quezada (Invitado) Ruta: Arista NE - Primer Ascenso.

Estaba decidido, volveríamos al cerro después de casi dos meses de inactividad “cerrera”, la Punta Ventanas nos dejaría marcados. Volviendo de  ella nos volcamos en una de sus curvas entrando al Valle del Arenas, salimos todos casi ilesos, lamentando sí la pérdida del “Perro Móvil” de propiedad  de Christian.

La propuesta del "Cocho" era abrir una ruta nueva en el San Gabriel, se pensó, se programó en una semana y hacia allá vamos camino. Temprano pasó el "Cocho" y Christian (Chris, para las minas) por la casa de Juan Carlos Caro (a molestarlo). Cerca de las 09:00 me pasaron a buscar, no venían solos, pero esa parte se borra...no sabía hasta ese momento que habían “compañeras” en el grupo ups...pero dije que no iba a escribir eso, olvídenlo.

La parada para cargar bencina, luego a San José para comprar las cosas que siempre se olvidan, pan, pilas, etc. En San Gabriel el Carabinero (Nótese no dije Paco) ni se preocupó hacia qué lugar íbamos, solo pidió los papeles del vehículo y chau. Continuamos hasta la casa donde dejaríamos el "Perro-móvil" rojo que nos lleva y comenzamos a caminar muy relajados, el día estaba realmente lindo y primaveral.

Estábamos claros que no tomaríamos el mismo sendero que la vez anterior, sino que tomaríamos el sendero normal, pero nuevamente lo hicimos equivocados y tuvimos que travesear por todo el acarreo de piedras  ¡puaj¡ salí chato de ahí. Luego de una hora de dar jugo en las piedras finalmente estamos en el sendero real, son las 12:15 hrs.

Foto: Momentos de relajo en el campamento...

La falta de salidas se hacen notar, me cuesta mucho tomar el ritmo y sobre todo con peso y en subida, los demás comentan lo mismo, el MP3 me ayuda a sobrellevar el cansancio y no pensar tonteras, después de muchas paradas las últimas ya con bastante nieve en el piso, ¡llegamos¡. Dentro de los restos de una pirca en el plateau montaríamos la carpa, la vista del cerro es excelente, la nieve está ideal, se nota que ha habido bastante tráfico, incluso mucha huella de esquí.

El Cocho sube a la parte alta del plateau para ver si hay algún lugar más cómodo, pero esta todo nevado, preferimos quedar un poco más abajo y estar más a gusto en terreno seco y con una buena pirca.

Estamos “echados”, luego de tirar colchonetas y sacos dentro de la carpa, nadie se mueve, realmente llegamos chatos, algunos nos quedamos dormidos sin darnos cuenta.  El “perro nuevo” hace mérito, va a buscar nieve para derretir y luego se decide a cocinar unos fideos que traía preparados y que había que calentar, le agregamos salmón en lata, el Cocho reclama, quería salsa “el pastel”.

Mientras comemos se calienta el agua para un tecito, hay que hidratarse, mañana será un día seguramente largo y agua no encontraremos, hay que cargarla. Afuera comienza a hacer bastante frío, aparece una luna de película iluminándolo todo, tanto así que nos  hace salir de la carpa para admirar su belleza.

05:00, suena el despertador, como será un día largo se decidió salir muy temprano, no más allá de las 06:00 y así fue. La luna aún alumbra bastante el camino, la nieve con el frío está para crampones, el sonido de ella al quebrarse bajo mis pies me produce una sensación especial.

El amanecer nos sorprende ya bien encaramados en la primera pendiente, delante nuestro ya se ven cuatro lucecitas subiendo y en el siguiente plateau otra carpa, también con movimiento de preparación para salida. Cada cierto tiempo nos vamos sacando ropa, el ascenso no ha sido rápido pero ha sido constante y entramos rápidamente en calor.

Casi al llegar al filo desde la derecha aparecen tres personas, dos subiendo desde una pequeña quebrada cubierta de nieve y otra, una mujer, que hace un traverse para llegar a encontrarse justo con nosotros en la división del filo.

Hay un intercambio de palabras, más o menos así:

Ella: ¿De que club son Uds. ?, yo con ellos que vienen ahí, somos de Los Malayos.

Jaime: De ninguno, nosotros somos un grupo de amigos que hacemos montaña, somos Los Perros Alpinos.

Ella: ¿Ustedes son los Perros Alpinos?, yo los odio, fui a la ruta que hicieron del Palo Plantado y me di cuenta que Uds. son unos suicidas, eso no se puede hacer...

Jaime: Pero cómo?, si es cierto que había una parte complicada pero ni tanto, se buscaba por el lado izquierdo y salía.

Ella: No, nosotros no la encontramos...

Se acerca uno de los hombres que venía desde mas abajo y ella le dice: ¡Estos son los Perros Alpinos¡  si, le dice uno de ellos en marcado acento español, "Ya he visto al Cocho que va ahí y a ti también te ubico, yo estaba en el grupo que los ayudo cuando se volcaron"....

Que chico es el mundo, mira que venir a encontrarnos con él justamente en este cerro.

Luego, Cocho y Christian ya han partido hacia la bifurcación de la ruta, ella me dice: "Seguramente como son Uds. se irán por otro lado"... "así es señora nosotros vamos en busca de hacer una nueva ruta por la Arista NE..."

"Era mi primera salida con harta nieve y en invierno. Con los perros veteranos me sentía bastante bien, ya habíamos salido en otras oportunidades pero esta era distinta, !Una nueva ruta!, !Un mayor desafío!… Luego de ese intercambio de palabras, pensé “¿Dónde me vine a meter?”...sin embargo me pareció más que atractiva la idea de hacer historia...y a disfrutar!!...

Christian Quezada.

Seria  todo, un "traverse" con un desnivel de varios metros de caída nos lleva a lo que es el inicio de esta nueva ruta que pretendemos, la nieve cruje al quebrarse bajo los zapatos, una pequeña explanada con un palo parado y una vista espectacular hacia el norte indica que ese es el lugar donde efectivamente comienza la aventura, es el momento de hacer los últimos ajustes, lentes, bloqueador, tomar agua, las máquinas fotográficas, etc.

Un abrupto descenso por la ladera nevada, para luego una subida fuerte en dirección a la cumbre del cerro en cuestión, se ve un poco larga, pero totalmente realizable, ¿Cómo no se le había ocurrido a nadie más hacerla? ¿Es que no se cansan de hacer los mismos cerros por las mismas rutas?, eso es lo que nos hace diferentes de otros montañistas, obvio que sin soberbia ni vanidad.

Foto: Elvis al comienzo de la Arista

Hemos decidido con el Cocho que por cualquier cosa el Christian vaya al medio de nosotros. Con mucho cuidado por la empinada subida vamos ganando metros, el sol da fuerte en la espalda y cabeza, cada cierto tiempo paramos para decidir por donde continuar, buscando lo más recto, pero también lo menos expuesto, aunque en algunas pasadas no lo pudimos evitar y asumimos el riesgo de manera controlada, tomando en cuenta principalmente la poca experiencia de Christian en este tipo de terreno.

Así trascurrió la primera hora hasta que llegamos a una pequeña terracita para comer algo y estudiar lo que se veía adelante. Un tapón de roca de unos cuatro metros de altura, que al pisar en su alrededor se hacían hoyos bastante profundos, un poco de esfuerzo, alguna pirueta circense y ya el Cocho está arriba, con un cordín ayuda a Christian a subir...

"En ese punto faltó poco para que llegara el pánico, pero las palabras de aliento, el apoyo de Cocho y Manque ayudaron demasiado. Miro hacia atrás y veo todo lo que ya habíamos subido, miro hacia adelante y veo lo que faltaba, veo a los perros... ya estamos en esta, a lo Perro Alpino!! Y sigamos subiendo..."

Christian Quezada.

Yo tomo fotos y/o voy filmando, aprovechando el tiempo que me queda, esperando que se adelanten, sin por supuesto dejar de prestar atención a lo que pasa con ellos. Por el frente va la ruta normal y desde ella los Malayos nos gritan, no entendemos qué, pero suponemos que nos dan ánimo. Cada vez que miro hacia atrás veo la ruta más inclinada, pero ya estamos metidos y sólo quedar ponerle hacia arriba para salir, devolverse nica.

"El día es perfecto, un cielo limpio, azul, ninguna nube, nada de viento, a ratos una leve brisa que sirve para refrescar, la nieve no es ideal, pero no es ningún problema avanzar por ella, no se puede perder un día así de cumbre, es como faltarle el respeto a la montaña, nos recibía casi agradecida de que estuviéramos intentando algo novedoso por sus laderas, casi podía sentir al mismo San Gabriel dándonos ánimos para continuar... "

Elvis Acevedo.

Foto: Pasadas difíciles.

Otra ladera muy redondita casi como un glúteo de las "Gordas de Botero", pero obviamente muchos más peligroso, caerse es rodar varias decenas de metros por un resbalín de hielo, los crampones se afirman con lo justo, poco a poco vamos ganando metros,  al final otra masa de roca que nos hace pensar que hacer. A la derecha imposible, la nieve blanda es casi de 70-80° de inclinación y con huellas de desprendimientos por todos lados, yo ni loco, a la izquierda hay que bajar unos metros y se ve fácil montarse a la roca, pero es piedra casi lisa, imposible agarrarse y además en su orilla debe haber hoyos, entonces no queda otra, fuerte,  firme y derecho !Por el frente!!! El Cocho pelea con el paso por allí, la piedra no quiere ceder, el Cocho tampoco, hay poco de donde afirmarse para dar un paso, bota y bota nieve, no aparece donde tomarse para darse el impulso, la punta de los crampones buscan donde aferrarse hasta que al fin gana el más porfiado y logra encaramarse.

Desde arriba nos hace burla, ya queda poco nos dice, luego sube Christian y finalmente yo, aunque tampoco para mi fue fácil, soy más chico y obvio tengo las piernas más cortas, p”ta la w….. pero tengo algo a mi  favor soy mas liviano...

Pequeñas hendiduras en la roca me dan el agarre necesario y también, no sin hacer un esfuerzo, logro pasar. En realidad era al parecer la última complicación, ahora la decisión es,  enganchamos con la normal en la base de la canaleta o seguimos hacia arriba hasta unos pocos metros de la cumbre, cosa que se ve bastante factible de hacer.

Optamos por la última, debe ser lo más directa y nueva, son unos quince a veinte minutos los que nos separan del final, la cumbre está a la vista, incluso vemos a la gente que ya está arriba. 

Foto: Cumbre.

El último esfuerzo, ya vemos que sólo es subir atravesando bajo unas pequeñas rocas, que son el filo que va hacia el San Lorenzo, de pronto si casi darnos cuenta estamos subiendo ya a la cumbre, gritos y mucha alegría, son las 12.10 hrs, lo logramos, abrimos una nueva ruta por la Arista NE del San Gabriel, la propuesta del Cocho era posible de hacer... El cerro y los dioses estuvieron con nosotros. Lo que no haré es seguir hacia el San Lorenzo como estaba presupuestado, estoy cansado, Christian también.

Los tres Malayos aún están acá, felicitaciones entre nosotros y el gusto grande de haberlo logrado, la vista es realmente linda, todos los cerros posibles de ver desde acá se ven, el día está despejado, hasta el San Ramón es posible divisar y por supuesto la nube negra que cubre Santiasco hacia el oriente.  Mucho rato disfrutando, tomando fotos y payaseando.

La vuelta no se veía tan fácil, debíamos tomar resguardo, la bajada por la canaleta cumbrera estaba muy deteriorada por el tránsito, además el sol también producía su efecto en ella, es fácil meter el pie en un hoyo y hasta ahí nos mas, hueso quebrado. Teníamos todo el resto del día para volver, por lo tanto no existía apuro, así lo tomamos. Más abajo un poco de “potogán” y así, felices con lo logrado llegamos a disfrutar de una chelita a nuestra carpa.

 

"Es un hecho que las mejores escaladas son realizadas por escaladores famosos antes de que lleguen a serlo. No podría ser de otra manera..."

Doug Scott.