Cerro Puntón Amarillo

Puntón Amarillo

 

  • Altitud: 4127 msnm.
  • Ubicación: Cajón de Navarro - V Región.
  • Fecha: Noviembre del 2012.
  • Integrantes:
    • Juanita Guerra (D.A.V)
    • Alvaro Vivanco (D.A.V)
    • Max Beckmann (D.A.V)
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
  • Ruta: Cara Este - Primera ascensión absoluta.

De alguna forma me enteré de que mi amigo Álvaro Vivanco, socio y presidente del D.A.V (Club Andino Alemán) estaba organizando un ascenso al Cerro Puntón Amarillo, una montaña sin ascensiones registradas, localizada en el cajón de Navarro, en la V Región, una montaña inescalada y en un Valle que no conozco, "tengo que colarme" pensé.

Le mandé un mail a Álvaro preguntando por el cerro y terminó por invitarme, yo me hice el sorprendido y acepté. Lo demás fue terminar de organizar el grupo, iríamos en onda vivac aprovechando el buen clima, eso hacia todo más fácil, cada cual organizaba su comida y todo lo demás.

Puntón Amarillo

Foto: De regreso de la cumbre, observando el objetivo ya logrado.

Al final el grupo quedó formado por Juanita Guerra y Álvaro Vivanco del D.A.V, Max Beckmann, un simpático alemán de pasada por Chile por asuntos de estudios, y quien escribe.

Nos juntamos el sábado en la mañana en la sede del D.A.V, y después de las presentaciones partimos rumbo a la V región en busca del Puntón. El viaje no tuvo mayores inconvenientes salvo que el auto se atascó un poco en la pasada de un arroyo, pero empujando y mojándonos las patas logramos sacarlo.

Llegamos a Los Hornitos donde dejamos nuestros datos, pagamos la entrada y comenzamos la marcha hacia el cajón de Navarro, por un amplio camino vehicular en desuso. La caminata fue pausada y el grupo se mantuvo compacto. Paramos una vez  a tomar jugo y comer algo, para luego continuar la marcha por este hermoso y poco visitado cajón.

Cerro Gemelos

Foto: Un objetivo de primera, el cerro Gemelos.

Después de algunas horas ya estábamos en la base del cerro, aunque este no se veía para nada, solo apreciábamos unas quebradas que se suponía nos tenían que llevar a la base real de la montaña, acá solo estábamos en línea recta con un cerro que intuíamos estaba al fondo de un valle que también intuíamos, guiados por el mapa IGM y por una muy buena foto que Álvaro tomo desde el cajón del frente.

Encontramos un buen lugar donde instalar los vivacs, cerca del agua y a unos 1100 metros de desnivel de la cumbre del cerro. Cada uno se instaló donde pudo y como era temprano, con Juanita y Max hicimos un trekking hasta el fondo del cajón.

Lo único que yo quería era ver el Gemelos, pero mientras caminábamos aparecían cerros como el Punta de Cuchillo, con solo una ascensión, El Morro Negro, el Parque Andino, y las brutales caras chilenas del Alto del Río Blanco y los Leones Negro y Blanco. Yo andaba como niño chico con juguete nuevo.

Alto del Río Blanco.

Foto: Las brutales caras Chilenas (oeste) del Alto del Río Blanco y los Leones Negro y Blanco.

Bueno, después de una tarde de trekking y exploración regresamos al vivac, cada uno pasó el resto del día en sus cosas y quedamos de acuerdo en partir aprox a las 06:00 de la mañana.

En la noche otra sorpresa, se asomó la luna y el espectáculo fue sobrecogedor, no es primera vez que me pasa ver un valle completamente iluminado por la luz de la luna, pero nunca deja de impresionarme, claro que después de un rato tuve que ponerme el pasamontañas en los ojos por que no podía quedarme dormido.

05:30, sonó la alarma, me preparé algo de té con algunas galletas, el desayuno fue rápido, dejé todo ordenado, preparé un jugo y fui donde mis compañeros que ya estaban terminando de equiparse.

Ascenso al Puntón Amarillo

Foto: Cerca del filo la pendiente aumenta un poco.

Comenzamos la subida por un acarreo para después pasar a una quebrada de rocas firmes que hicieron el avance bastante eficiente, el sol ya comenzaba a iluminar las lejanas cumbres de colosos como el Juncal y el Alto de los Leones.

Después de un rato entramos al mini valle donde al fondo, cerrando el circo, se encuentra el Puntón Amarillo. Quedaba bastante nieve, la subida se veía motivante, la ruta obvia y sencilla.

Entramos a la nieve y de inmediato nos dimos cuenta de algo; penitentes. Lo que de abajo se veía plano era un mar de penitentes, así que mejor hacerse la idea y tomarse las cosas con calma. Con Álvaro y Max nos fuimos alternando la punta para abrir huella, la mezcla de penitentes con nieve honda es agotadora, pero tratamos de mantener el buen humor cada vez que metíamos la pata hasta la rodilla.

Así nos fuimos comiendo los metros hasta que comenzamos a ver la salida al filo, si lo que veíamos desde abajo era o no era la cumbre era la gran duda, pensábamos que podía no ser, pero esta no podía estar mucho más lejos, suponíamos...

De un momento a otro Álvaro ganó los últimos metros de penitentes, bastante complicados, Max pasó adelante para -a través de un corto y parado acarreo- salir al filo, pegar un grito, y caminar el último tramo hasta la cumbre, poco después Álvaro salió al filo y detrás de él lo hice yo. Cuando me asomé y vi la vista que se abría en todas direcciones no pude contener una muy chilena exclamación !!!Con...mare la media vista loco!!!

Últimos pasos hasta la cumbre y a celebrar con Max y Álvaro, apretón de manos, abrazos y gritos de alegría, Juanita se sumó pocos minutos después a las celebraciones, equipo completo en la punta del cerro, un día soleado y sin viento, no podía haber sido mejor.

Buscamos una pirca, algo que diera indicio de algún ascenso anterior, nada, todo virgen, los primeros en estar acá.

Cumbre

Foto: Cumbre del Puntón Amarillo.

La vista era increíble desde la cumbre, desde el sector de los Navarros, con sus cumbres difíciles de distinguir, un par de inescalados, portezuelos y valles varios, el mismísimo Cerro Gemelos, que se veía realmente imponente, pasando por todas las cumbres fronterizas hasta llegar al Juncal y al Alto de los Leones.

El día estaba despejado, poco viento, simplemente un ascenso ideal, en poco mas de cuatro horas nos despachamos una primera ascensión con una visual espectacular, y todavía hay quienes dicen que no queda nada por explorar...

Disfrutamos de la cumbre largo rato, aprovechando que era temprano, sacamos fotos y nos imaginamos mil proyectos más, el cerro Gustavo nos llamo la atención, creo que pronto tendrá visitas, sobre el Navarro queda mucha bibliografía por investigar, y el Presenteseracae, a pesar de ser solo una antecumbre del Gemelos me motivó mucho a intentarlo, igual que otro inescalado de la zona, vecino a los Navarros, pero que requerirá un despliegue técnico mayor.

Rato después y con la pena de dejar esa tremenda visual comenzamos la bajada, esta fue fácil pero tediosa, hundidos entre penitentes se hizo muy latera, pero poco a poco perdimos altura hasta llegar al lugar del vivac, ahí descansamos un rato y recogimos nuestras cosas para comenzar la vuelta hacia Los Hornitos, hacia las empanadas, y hacia Santiago.


Autor: Elvis Acevedo.

 

"Mientras pueda conversar con las montañas, seguiremos siendo amigos"

Ang Rita.