Punta Santiago
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La Punta Santiago es un cerro que hacía bastante rato queríamos subir. La primera vez que pensé en hacerlo fue cuando ascendí la Punta Hermandad el año 2007, pero en esa oportunidad andaba subiendo el Leonera una amiga mía que me gustaba mucho y preferí devolverme para alcanzarla en el camino de bajada...
En el ascenso grupal que hicimos al Leonera y la Punta Hermandad en Marzo del 2009, también era mi idea pasarme a la Punta Santiago, pero esa vez andaba enfermo del estómago y con suerte puede llegar al "Leo".
Ninguna de esas salidas terminó siendo un intento real al cerro, pero cuando en Abril del 2010 fuimos con Roberto Toro a subirlo, no teníamos en mente pasar por ninguna otra cumbre, íbamos directo a la Punta Santiago. Pero una ventolera infernal, de las peores que me ha tocado en esa zona, nos dejó incluso por debajo del Leonera, con los pasamontañas congelados y el orgullo herido, se acababa la Punta Santiago por un rato.
Foto: Claudio Correa durante la subida. |
Regresé a la zona con Álvaro Vivanco en Enero del 2012, siempre con la idea de ascender el cerro desde Cancha de Carreras. Un fin de semana de lluvia y nieve, nosotros en estilo ultra alpino con una carpa de una sola tela, o mejor dicho lo que quedaba de esa carpa, la cual intentamos cubrir lo mejor posible con el saco de vivac de Álvaro. Algo funcionó el arreglo, el agua no pasó. |
Salimos de todas formas en la madrugada pero llegamos solamente a la Punta Hermandad, la cantidad de nieve nos había dejado cansados como para seguir a la "Santiago", y estaba todo completamente blanco por la nevada del día anterior.
Buena decisión tomamos, pues ese fin de semana fuimos casi los últimos en poder bajar a Santiago antes del que un derrumbe cortara el camino y dejara una gran cantidad de personas estancadas en los centros de esquí.
Foto: Subiendo por el Glaciar Sur de la Punta Santiago. |
Estando en la cumbre de la Punta Hermandad, y viendo la Punta Santiago que parecía burlarse, decidí volver en Marzo e intentarla desde Federación, realizando la aproximación por el Valle del Río Molina. Y así fue como un día estando en el Laboratorio el "Pelao Correa" me habló por chat y me dijo "Cocho, vamo a un cerro, necesito hacer alguna wea".. Recordé la Punta Santiago y se la propuse... aceptó de una. |
Reclutamos a Jaime Wastavino y a mi hermano Fabián Acevedo y armamos el grupo. Nos organizamos con algunos correos y tomamos rumbo al Centro de Esquí La Parva en la camioneta de mi hermano.
Realizamos la aproximación por el mismo camino que se usa para ascender El Plomo. Tanto tiempo sin recorrerlo, desde el 2007 que no seguía esta ruta. Como solo andábamos en una camioneta 4 x 2, no pudimos irnos por Valle Nevado y tuvimos que ir hasta La Parva, tomar el andarivel y comenzar la caminata en el Portezuelo Franciscano.
Foto: Llegando al Torreón cumbrero SE. |
Con esas subidas y bajadas que hay hasta Piedra Numerada, y que muchos deben conocer, solo pensaba que la vuelta iba a ser igual de latera que la ida. Nos fuimos con toda la calma del mundo, paramos bastantes veces y por harto rato para irnos juntando, echando la talla, tomando el sol y descansando. De todas formas, a pesar del a ratos excesivo flojeo, tipo 17:00 hrs llegamos con Claudio a Federación. |
El "Pelao" que se vino sufriendo todo el camino por el supuesto mal diseño de su mochila, se "hecho" en la primera pirca que encontró y me costó bastante convencerlo de que nos ubicáramos mejor.
El lugar tenía bastante gente, como siempre por estos lados, algunos campamentos bastante bien equipados, mucho quizá para subir solo El Plomo. Andaban arrieros que venían de "La Olla", el otro campamento algunos cientos de metros más arriba de nuestra posición, nos comentaban de mucha gente apunada. Así y todo algunos venían bajando de hacer cumbre ese día, un día que había estado completamente despejado y con poco viento, ideal para el ascenso.
Como a los 30 minutos de que llegamos con Claudio apareció Jaime, nos tomamos unas cervezas y comenzamos a armar las carpas, no había señales de mi hermano pero decidí darle tiempo, en el último descanso grupal se veía bastante cansado y supuse que venía algo retrasado.
Foto: Punta Santiago (izq), minúscula al lado del Cerro Plomo. |
Como pasó más del tiempo prudente partimos con Claudio a buscarlo, y aunque ya le faltaba relativamente poco venía en bastante mal estado por un problema estomacal, así que lo ayudamos a llegar al campamento para que descansara. Ya teníamos una baja para el intento de cumbre.
Las labores del campamento fueron las habituales, comer, tomar café, echar la talla etc, pero después de un rato se puso bastante helado, así que partimos todos a nuestras respectivas carpas.
Nos programamos para salir temprano, el trayecto no se veía complicado pero tampoco muy corto y en ese momento teníamos la inocente intención de estar en el andarivel a las 17:00 hrs del domingo, para ahorrarnos la bajada a pie hasta la camioneta.
Foto: Claudio, Elvis y Jaime en la cumbre. |
Aún estaba oscuro cuando comenzamos a darle (a caminar, no sean mal pensados), pero la primera parte de la ruta era sencilla, o eso parecía, y la habíamos mirado bien el día anterior, o al menos intentado mirar bien. Básicamente teníamos que enfilar siempre hacia el norte conectando quebradas, restos de glaciares sucios y lo que fuera que se cruzara en el camino, pero siempre hacia el norte. |
No hacía frío, había poco viento y nosotros estábamos sin caña, por lo que avanzamos relativamente rápido a pesar de lo latero del terreno, con mucha piedra, acarreo suelto y tramos de hielo con tierra. Al poco rato las linternas frontales ya no eran necesarias, como yo no puedo apagar la mía por un impedimento técnico con el botón de apagado, tuve que parar a desarmarla para sacarle las pilas.
Nos detuvimos pocas veces, nos mantuvimos bastante pegados todo el camino hasta llegar al Glaciar Sur del cerro. Cuando salimos de un sencillo trepar por unas grandes rocas sueltas y vimos el Glaciar pensamos "La tenemos, ya es nuestra".
Una hora dijo uno, 40 minutos el otro, cual andaba más perdido, nos demoramos más en ponernos los crampones y hablar leseras.
El Glaciar es sencillo pero no muy rápido, con bastante penitente y cortos murallones de hielo que le quitan continuidad a la marcha y hacen que uno se demore bastante en avanzar, pero no es muy largo de cruzar.
En la parte final por idea de no recuerdo quién (parece que fui yo) nos fuimos por una canaleta de poca pendiente, pero que después se convirtió en hielo duro duro, así que bordeando entre el hielo y las rocas, salimos apenas arriba para enfrentar el tramo final.
Foto: Punta Santiago desde el Campamento Base. |
Aquí ya venía "chato", parecía que no avanzaba nada y lo único que veía hacia arriba eran piedras. El terreno a ratos era duro y costaba no resbalarse, pero sabíamos que faltaba muy poco para la cumbre, así que seguíamos tratando de avanzar.
Improperios mas, improperios menos, llegamos a la base del torreón final, el viento que se escuchaba al otro lado era intimidante, por lo mismo traté de ni asomarme a la cara norte del cerro. Con Claudio miramos lo que nos faltaba, la roca estaba bastante lejos de parecer granito pero bueno, Andes Centrales, ya sabemos que es así.
Subí primero no por que quisiera, pero la trepada fue sencilla, Claudio me seguía de cerca, Jaime estaba un poco más abajo. A los pocos minutos me asomé arriba, mire al oeste y vi la otra cumbre, desde acá se veían prácticamente iguales pero en la otra estaba la pirca cumbrera, para allá fuimos.
Llegamos con el "pelao" Correa y nos dimos un fuerte abrazo por todo el tiempo pasado sin visitar una cumbre juntos, a lo lejos Jaime ya venía llegando, nos juntamos los tres y el éxito fue rotundo.
Estuvimos un buen rato, el viento no era tanto, sacamos fotos, dejamos el testimonio y tomé la altura con el GPS, 5097 msnm, seguía mirando la otra cumbre y decidí pasar a medirla a la vuelta.
5104 msnm me marcó la que se suponía no era la cumbre. La verdad ambos torreones son iguales, cuando uno hace la medición con un GPS común y corriente no se puede dar una respuesta final, así que armé otra pirca y decidí que las dos eran cumbres :) que tanta wa!. De todas formas estando arriba, no hay 5 minutos entre una y otra, por lo tanto no tiene sentido no visitar ambas.
La vuelta fue todo lo larga que ya esperábamos, para resumir, no llegamos a tomar el andarivel, tuvimos que bajar todo el tramo ya oscuro hasta la camioneta, tragamos tierra y casi quedamos en "panne", pero esos son detallitos cuando uno viene contento de una buena cumbre con buenos amigos.
Y eso jue....
Autor: Elvis Acevedo R.
"Soy un perpetuum mobile que tiene su ritmo, que tiene que sacarlo de si mismo, de día, de noche, desde el amanecer hasta el atardecer, y de nuevo de noche..."
Kurt Diemberger.