Punta Daniela
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Nos encontrábamos acampando junto a Constanza Díaz en Piedra Numerada, después de un frustrado segundo viaje al Glaciar Esmeralda por culpa del mal clima, y con un día más antes de volver a Santiago. Día que decidimos ocupar en ascender hacia un sector de tres puntas en la vertiente Oeste del valle, puntas que se descuelgan desde Cancha de Carreras formando un mini cordón con abundantes acarreos y roca de mala calidad. (No tienen relación con el sector de estacionamiento conocido como Tres Puntas).
Comenzamos la caminata tarde, con bastante sol, sin embargo no hacía mucho calor gracias a la brisa que soplaba. Para ganar altura conectamos una evidente quebrada por la que corría algo de agua. Cuando llegamos a un farellón rocoso vertical por el cual caía una cascada, nos salimos de la quebrada y continuamos el ascenso por terreno de acarreos y tierra suelta, hasta llegar a una planicie donde podíamos ver lo que nos faltaba para llega a la segunda de las Puntas, la central. Ahí paramos a descansar un rato, estábamos a la altura del Paso del Cepo, con una buena vista de los cerros del sector, Bismark, Cepo, Punta Verde, Plomo, y el cordón de los Quempos hacia el sur.
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Foto: Bonita y emotiva cumbre. |
Después de un rato de descanso continuamos la marcha, nos quedaba un largo acarreo suelto que no fue tan terrible a pesar de su aspecto. Por este avancé rápido ganando metros, parando de vez en cuando para esperar a Constanza que venía un poco más abajo. En un punto decidí ir por la Punta Central, separada de la Este - algunos metros más baja - por un feo filo rocoso de piedra fracturada. Después de un centenar de metros me paré en el punto más alto. Simple ascensión, pero bonita, no había indicio alguno de visitas anteriores, al poco rato llegó Constanza y disfrutamos de la vista y de este fácil, pero emotivo primer ascenso.
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Tomamos la altura con el GPS, 3940 mts aprox, construimos una pequeña pirca y dejamos un testimonio del grupo, bautizamos la Punta como Punta Daniela, en recuerdo de una amiga de la Cote que nos había dejado hace poco tiempo, después de un rato y de algunas fotos comenzamos la bajada.
Esta fue rápida y tranquila, por algunos acarreos empinados y algo resbalosos, la quebrada también traía bastante más agua que en la mañana.
Luego de un par de horas ya estábamos llegando a la carpa a preparar la fogata y disfrutar de la última noche que nos quedaba en el valle, mañana volvíamos a Santiago después de una semana de montaña...
Autor: Elvis Acevedo R.
"De alguna manera me encuentro solo en la montaña..."
Peter Boardman.