Cerro Provincia
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Época de media montaña, etapa que nos habíamos saltado intentado cerros grandes sin la experiencia necesaria. Cuando nos dimos cuenta volvimos la mirada a esas montañas y cerros en los cuales uno siempre debiera comenzar, las que están más a la mano, las más sencillas, las que permiten acumular "horas cerro".
Con eso en mente decidimos con mi cordada de aquellos años universitarios - y de escalada deportiva que ya me había aburrido - Rudy García, ir al Cerro Provincia.
A Rudy lo había conocido en los equipos de fútbol de Ing. Química donde yo me lucía (o eso intentaba) en el arco, y él corría por una de las bandas, o al menos esa era la idea. Y nuestra cosecha de paupérrimas actuaciones en los campeonatos (dos veces eliminados a penales en primera ronda) nos hizo pensar en dedicarnos más a la montaña.
Para disfrutar del ascenso decidimos ir en dos días, al fin y al cabo la gracia de salir al cerro en esos tiempos era precisamente, la acampada fuera de casa.
Foto: Acampando en Puente Ñilhue, año 2002... |
Nos juntamos en el Metro Escuela Militar donde tomamos una de aquellas viejas micros amarillas, una que nos dejara en la YPF. Desde ahí la idea era hacer dedo, pero un montón de Snowborders, o en otras palabras pendejos con cara de cuicos y una tabla bajo el brazo llenando el lugar, nos hicieron tomar la decisión de caminar un rato y hacer dedo más arriba. |
La suerte estaba de nuestro lado. No creo que pasaran más de 5 o 10 minutos y una camioneta blanca, con unas muy guapísimas niñas adentro, se detuvo ante nuestro pulgar, y se ofreció a llevarnos. Tan bonitas eran que la verdad pensamos en dejar el Provincia de lado para irnos a los centros de Esquí.
Pero no fue así, decidimos ser consecuentes y a la altura de Puente Ñilhue, con bastantes pocas ganas nos bajamos de nuestro improvisado transporte. Desde ahí comenzamos la caminata. Nuestro destino, Alto del Naranjo.
Mucho sol, mucha tierra, mucha gente, así se nos fue el día con pocas paradas. Cuando llegamos al lugar de campamento nos dimos cuenta de que estábamos escasos de agua, armamos la carpa, cocinamos, comimos y nos quedamos secos, así que a pescar las botellas y vuelta a caminar de bajada hasta la canaleta, donde nos recargamos y volver a subir, nos tomamos la situación con bastante humor.
Foto: Cumbre en el Provincia... |
Después de eso, de mirar un rato Santiago iluminado por sus artificiales luces amarillas, nos metimos en los sacos y nos pusimos a dormir. Al otro día despertamos temprano y tomamos desayuno, aclarecía cuando ya caminábamos en dirección a la cumbre, día despejado, agradable, todo sobre ruedas. |
Continuamos el ascenso superando la sección rocosa y sorteando el último tramo nevado a la cumbre del Provincia. Muy contentos disfrutamos de la hermosa vista, de un día de cielo azul y con poco viento, una cumbre nevada y una buena aventura de un par de amigos.
Regresamos al CB rápido, desarmamos todo y bajamos, ya no tuvimos tanta suerte como en la subida y nadie nos llevó, caminamos hasta Avenida las Condes donde tomamos Micro hasta el Metro, y de ahí a casita.
Autor: Elvis Acevedo.
"Mi corazón permanecerá donde mi cuerpo no podrá volver nunca más"
John Forbes.