Cerro Potrero Norte
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Después de la subida del Colorado y el Cari Launa, elegimos nuestro siguiente objetivo; el Potrero Norte.
Montaña sencilla como todas las de la zona, pero de las que teníamos más a mano. Para llegar a su base nos levantamos temprano, cargamos todo en el jeep y regresamos por el camino hasta el punto de partida de la ruta. La idea era al regreso seguir avanzando hacia la aduana o buscar un lugar de campamento por ahí mismo en el sector.
Comenzamos a subir por laderas de tierra y vegetación baja, en dirección a un filo, la visual hacia la laguna del Maule, al empezar a ganar altura, comenzó a ser de postal. Fuimos parando y sacando fotos muy tranquilos, el día estaba impecable, despejado pero sin mucho calor. Durante la subida creímos ver un puma, pero parece que solo eran perros, yo nunca los vi la verdad, pero si escuché algo… creo.
En el filo nos juntamos todos, comimos algo, un sorbito de jugo, y continuamos. Después de pasar algunos trepes más entretenidos, la ruta tuerce en dirección a la cumbre, que ya es visible, pasa por unos sectores más planos, con algunas vegas incluso, y comienza a subir otro acarreo que conduce al filo cumbrero.
Ya en el filo, hay que continuar por él en dirección a la cumbre, la cual se ve mucho más llamativa que como se veía desde abajo. El filo se angosta en algunas partes, aparecen pináculos puntiagudos y verticales, todo se ve muy estético, pero nada tiene reales dificultades, al ir acercándonos vamos viendo las pasadas, todo sencillo, pero los trepes le dan algo de sabor a un ascenso que de otra forma seria bastante fome la verdad, lindo el cerro, pero hay que decirlo… pero con respeto…
Trepes mas trepes menos terminamos llegando a la cumbre, para variar recorrimos los dos puntos que parecían ser el más alto, creo que era el último el correcto, como sea pasamos por todos. El viento arriba era bastante fuerte, tanto que disfrutamos la vista un rato, sacamos algunas fotos, y bajamos unos cuantos metros hasta un lugar que nos protegía del viento oeste, donde nos estiramos cuan largo somos a rezongar un rato.
Cargados de energía solar optamos por comenzar la bajada. Esta fue tranquila, y al llegar abajo Willy se bañó en pelota en un pozón que se formaba en el estero, y con Fernanda nos metimos a la laguna, el jeep había quedado justo donde una corta bajada nos llevaba a una playita, donde descansamos -otra vez- y nos tiramos unos piqueros, yo en la orillita, Fernanda hasta el medio.
Habíamos pensado buscar un lugar por el sector para quedarnos la última noche, pero al final regresamos a nuestro lugar de camping original, estaba cerca, era muy cómodo, y creo que ya le teníamos cariño.
Ahí pasamos la última velada, al otro día emprendíamos regreso a Santiago, pero no sin antes tratar de embolsarnos una última cumbrecita.
Autor: Elvis Acevedo Riquelme.
“Mucho más que una disciplina para el cuerpo, el alpinismo es un lujo para el espíritu y un recurso para el alma. Porque la montaña, para quien sabe verla, ofrece el aspecto de una sabiduría para conquistar y poseer”
George Sonnier.