Cerro Polo

Polo

 

  • Altitud: 1800 msnm.
  • Ubicación: Patagonia Argentina - Chaltén.
  • Fecha: Febrero del 2013.
  • Integrantes:
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
  • Ruta: Cara Oeste y Arista Sur.
  • Expedición: Cordón Marconi 2013.

Mi segunda temporada en Patagonia estaba por terminar, una vez mas el éxito había sido esquivo, solo miraba las hojas de los arboles mecidas por el fuerte viento mientras escuchaba, sin oír realmente, a mis compañeros Colombianos y Argentinos con quienes compartía penas y alegrías en el campamento…

Estaba en Poincenot, no me gusta Río Blanco que se supone es para “escaladores”, lo encuentro muy húmedo, y por que no decirlo, la separación de campamentos entre escaladores y trekkineros, algo bastante idiota a mi parecer.

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Foto: En primer plano el Glaciar Piedras Blancas.

Me quedaban pocos días para tener que agarrar bolsos y volver, pocos días como para intentar algo serio, sin embargo no me iba a quedar con la amargura de los proyectos fallidos, quería hacer algo tranquilito que me dejara mas en paz conmigo mismo.

El día que regresé de Poincenot a Chaltén me fije en el Cerro Polo, una pequeña montaña algo alejada de los cordones graníticos que rodean al Fitz, por ende, el mal clima le pega con menos intensidad. Se veía bonito y sencillo, y se deducía que la vista desde arriba tenia que ser muy buena, así que tome la decisión de subirlo.

Desperté temprano en la hostal a pesar del trasnoche, justo el día que baje había un amistoso entre Boca Junior y River Plate, y en la hostal estaban unos argentinos fanáticos de River, así que lo pasamos muy bien viendo el partido mientras de la cocina de la hostal nos mandaban platos con pizza, tallarines, papas fritas, todo mientras Boca fue ganando, ya que el cocinero hinchaba por el equipo de Maradona.

Amaneció lloviendo, pero se calmo en poco rato, agarre mi mochila y partí en dirección a Poincenot, una vez mas...

Esta vez no llegue al campamento, justo donde esta el desvío hacia el Mirador Piedras Blancas y la Hostería El Pilar, me fui por el otro camino hasta quedar de frente al Cerro Polo. Ahí abandone el sendero y me fui por entre vegetación achaparrada hasta la base del cerro.

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Foto: Hermosa panorámica del Fitz Roy y sus acompañantes desde las faldas del Cerro Polo.

Comencé a subir intentando esquivar un tupido bosque que había en sus faldas y logre llegar a la base de la cúpula rocosa del cerro; buena roca, áspera, algo diferente al granito pero con buenas fisuras para escalar, pero por ahora nada que hacer, el equipo lo había dejado en Chaltén pensando solo en hacer un ascenso fácil.

Me fui traveseando hacia el norte por debajo de las rocas, buscando una falla que me permitiera salir arriba, cuando la encontré, entre unos cortos acarreos y algunos trepes locos salí al filo, el día estaba nublado, frio y con viento, pero la vista comenzaba a mostrarse simplemente sobrecogedora.

Desde donde estaba vi un punto mas arriba que parecía ser la cumbre, partí embalado trepando esta vez por un filo rocoso muy solido, llegue al puntito y nada, había varios mas hacia el norte, de todas formas tome las coordenadas para poder comparar, estando parado arriba era algo difícil precisar cual era mas alto que otro.

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Foto: Cumbre.

Seguí moviéndome por la parte alta del domo rocoso, desde lejos parece una especie de corona rocosa que contrasta con las faldas del cerro, muy verdes debido a la vegetación y bosques, un cerro realmente lindo pensaba, para hacer durante los periodos de descanso o de mal clima en la zona mas cercana a los Campos de Hielo.

Entre subidas y bajadas, algunas algo expuestas, llegue a un punto donde se veía otro punto jaja, pero ese era claramente más alto que el resto. Así que armado de paciencia me dirigí a el esperando que fuera el ultimo.

Me fui embalado, había un viento del demonio y estaba helado, baje por unos riscos y quede frente a una pequeña pared trepable que en pocos minutos me condujo al punto más alto del Cerro Polo

La vista era sencillamente espectacular, todo el cordón que rodea al Fitz, desde el Techado Negro al Cerro Eléctrico, todos alineados, sacando pica también, la visual valía por si sola no solo las horas de ascenso, sino también el viaje completo.

Antes de subir el Polo estaba frustrado por no haber logrado los objetivos propuestos antes de partir, no me malentiendan, en Patagonia, solo con caminar entre sus bosques y ver las agujas de lejos ya estoy feliz, pero no nos mintamos, viajamos a escalar y nos fue mal, así que por muy feliz que sea uno estando solo allá, tenia la sensación amarga del rebote por segundo año consecutivo.

Pero el Polo, a pesar de lo pequeño y sencillo de su ascenso, me saco esa gusto amargo, estaba tan contento que tenia la sensación de que el viaje había sido exitoso igual.

En Patagonia siempre se aprende, de las montañas, del clima, de uno mismo, de un montón de cosas, es una zona de la cual uno se enamora, yo estoy completamente enamorado de Patagonia, de Chaltén, barrería calles por vivir ahí, en ese hermoso pueblo donde cuando llego me siento completamente feliz.

La bajada hasta el pueblo fue tranquila, el tiempo que me quedo antes de partir me dedique simplemente a disfrutar del solo echo de estar allí, un par trekkings locos por aquí, conocer mas gente y hacer amigos, eso es muy fácil acá, y disfrutar de la compañía de dos argentinas muy muy pero muy buena onda a las que conocí en la hostal

A los días me encontraba caminando con mi mochila al hombro en dirección al terminal, sabia que atrás mío estaba el Fitz y sus acompañantes, pase a un local a tomarme un chocolate caliente y por la ventana me comencé a despedir de las montañas patagónicas, no con un adiós, sino con un hasta luego…

 

Autor: Elvis Acevedo.

 

"De alguna manera me encuentro solo en la montaña..."

Peter Boardman.