Cerro Peladeros
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A mediados de los noventa, cuando comenzaba en esto del montañismo, fuimos con mis hermanos a subir el cerro Piuquencillo. No teníamos mucha información aparte de que estaba desde Lagunillas “hacia adentro”, y en aquellos ya lejanos tiempos la cosa no era tan fácil como para los montañistas “flojenians” de hoy en día, en que entras a internet y esta lleno de información de cerros y sus rutas, tampoco nos importaba ser parte de la estúpida dinámica que tenia la mayoría de los clubes en esos tiempos donde había que sacarle información con sacacorchos a los viejos que se daban aires de grandeza para compartir algún dato. Así que después de subir caminando los 17 kilómetros del camino que lleva al centro de esquí, que en esos tiempos era de tierra suelta, de esa que se te pega hasta en los pelos de la nariz, tomamos una quebrada y vimos un cerro grande al fondo, que destacaba sin duda por estar bastante solo, y como no sabíamos que otros cerros habían por el sector, pensamos obviamente que era el Piuquencillo.
No lo subimos esa vez, profundas quebradas nos separaban de la base del cerro, y teníamos que bajar caminando de nuevo los 17 kilómetros, así que todo quedo en una esforzada exploración. Pero quedamos convencidos de haber conocido el Piuquencillo.
Después volvimos a intentarlo, y llegamos al nacimiento de los “Tres Esteros”, lugar muy lindo, bonita excursión, pero el cerro se veía lejos para subirlo por ahí, aunque en este segundo viaje, donde nos metimos hasta el fondo de los valles, vimos otro cerro mas al norte, que después pudimos comparar con la única foto que logramos conseguir del Piuquencillo, la que venia en las fichas del guatón Purto, las del Cumbres de Chile, y darnos cuenta que andábamos mas perdidos que paco en clases de derechos humanos.
Nuestro Piuquencillo era el Peladeros, del cual averiguamos el nombre tiempo después cuando comenzamos a conseguirnos los primeros mapas de la zona central que pudimos encontrar. Simpáticos tiempos, donde todo era nuevo para nosotros.
Foto: Con el Piuquencillo de fondo, ah no!, era el Peladeros... |
Pasaron los años (muchos) subí el Piuquencillo mas de una vez, y muchos otros cerros, pero no había vuelto a recordar el Peladeros, solo sabia que ya había información de una ruta, y cuando la leí la encontré muy latera, muy poco fina o elegante, pasarse de una quebrada a otra, por el fondo de una quebrada, y la siguiente, y la siguiente, me gustan las rutas bien definidas, aristas, filos, líneas claras y directas, no me gustan las rutas muy intrincadas, así que nunca me anime a usar la ruta que ya estaba publicada en internet en páginas de información de cerros.
Paso mas tiempo y subí el cerro Lajas para estirar las patas algún fin de semana, después para entrenar un poco volví al Lajas y pase de largo hasta el cerro La Calchona, bueno, subí pensando encontrar algún testimonio perdido que me indicara que la cumbre del Lajas no es donde todos llegan, y que de cumbre no tiene mucho, pero no encontré nada, en fin, esa vez acampe para sacar unas fotos nocturnas, y vi que el filo desde el Lajas a La Calchona continuaba hacia el Peladeros, ruta simple y directa, me gusto.
Chile Despertó…
Viernes 18 de octubre del 2019, fuimos a comer a Las Tejas (San Diego) con mis compañeros de trabajo; la típica cazuela cumpleañera que nos zampamos cuando alguno se puso mas viejo. Al salir, nada fue igual por las siguientes semanas.
Ya han pasado casi cuatro semanas desde el “cazuelaso”, no he ido, o muy entrecortadamente, a trabajar, por que la universidad y el Centro de Investigaciones donde trabajo pidieron no ir, ¿el motivo?, un estallido social que tiene a miles de chilenos en la calle pidiendo cosas tan básicas que llega a ser sorprendente que tengamos que pedirlas.
Han sido días de sentimientos encontrados, miles de chilenos unidos pidiendo entre otras cosas, dejar de ser un país manejado con políticas heredadas de una dictadura que a veces parece tan lejana, y que en estos días volvió a ser tan cercana. La Garra Blanca y Los de Abajo protestando juntos, Santiago y regiones peleando por una misma causa, lo que comenzó como todos los movimientos sociales de las ultimas dos décadas, por la iniciativa de nuestros estudiantes secundarios y universitarios, se propago como un incendio por todo Chile poniendo al gobierno en jaque, y este respondió como solo la derecha sabe hacerlo en todo el mundo, sacando los militares a la calle. Que terrible fue ver tanquetas pasando frente al palacio de La Moneda una vez más...
Las protestas no paran, lacrimógenas, disparos, detenidos, protestas pacificas, desorden también, balines, torturados, desaparecidos. Mi respeto a los que aguantaron esto por 17 años.
Mucha protesta y peleas cada vez que llegan las fuerzas militares y de Carabineros a dispararle a la gente que tiene ollas y cacerolas, mientras dejan que el vandalismo haga de las suyas, necesito cargar las pilas un poco para seguir, por que esto no tiene ninguna pinta de parar, recuerdo el Peladeros, quizá es hora de volver de una vez, ni el balín goma en el brazo me desanima, vamos al cerro un par de días y después regresamos a luchar.
Es triste para mi, que un relato de montaña tenga que tener párrafos como los que acabas de leer, pero si eres de los que cree que los montañistas estamos ajenos al acontecer de nuestro país, pasa de largo, esta no es tu página ni este es tu relato.
Montaña.
Preparé la mochila rápido y con pocas cosas, lo que había averiguado es que la ruta es para tres días, pero quería hacerlo en dos para volver luego, compre un par de cosas para comer y listo.
Lo bueno del Peladeros, para mi, que vivo en San José de Maipo, es que no me produce ninguna complicación de trasporte, podía tomar el colectivo, o como no andaba con mucha paciencia un taxi que por menos de dos lucas me dejo en el paradero 46a, desde donde nace la ruta de “La Pata del Diablo” al cerro Lajas, y que yo usaría para acercarme al Peladeros.
Subí el Lajas tranquilo y a buen ritmo, lleve poca agua por que conocía un puesto de arrieros en la ruta que siempre tiene un hilito corriendo, no pensaba pasar por la cumbre del Lajas de ida, solo llegar al puesto de arrieros, cargar agua e irme al filo para seguir hacia el cerro La Calchona. Pues bien, subí el Lajas casi hasta su cumbre, en el traverse que pasa por debajo de la meseta cumbrera, me fui caminando hasta encontrar el mencionado puesto de arrieros que no encontré, y por lo mismo, me quede mas seco que cancha de tierra. No le di muchas vueltas, podía aguantar un poco de sed hasta el día de intento de cumbre, y parar a derretir nieve por ahí, en las partes altas del cerro aún se veían algunos manchones.
Seguí, llegue al filo que separa el cerro Lajas del cerro La Calchona, avance por el y desde la altura pude ver la zona de vegetación mas frondosa que indica donde esta el puesto de arrieros. En algún punto entre tanto sendero simplemente lo pase por arriba y no me pude volver a ubicar bien. Filo, no me complico mucho, seguí subiendo.
Foto: Filo que va desde el cerro Lajas al cerro La Calchona, al fondo a la izquierda el Peladeros. |
Al rato llegue al lugar donde acampe la vez que anduve sacando fotos, una gran roca bien identificable desde abajo, y que había pensado utilizar ahora para hacer un intento de cumbre largo pero liviano. Pero eran como las tres de la tarde y no estaba cansado, el día estaba bueno y hacia el final del filo que separa el cerro La Calchona del Peladeros, se veían algunas manchas de nieve, así que decidí seguir hasta acampar mas al fondo y con algo suerte encontrar una manchita de nieve para poder despegarme la lengua del paladar.
Le puse bueno, y como en hora y media ya estaba armando la carpa en un sitio plano con algo de verde y una vista muy linda, tenia algunos manchones de nieve cerca y había quedado listo para mañana salir de la carpa y comenzar subir el cerro.
Foto: Peladeros desde el campamento, se ve el "Gran Domo" y la punta de la izquierda que no es la cumbre. |
Fui hasta la nieve para cargar mis botellas y si la buena fortuna de encontrarla ya era mucha, además estaba goteando por varias partes, así que arme algunas terrazas y deje las botellas llenándose lentamente por el goteo constante, ni siquiera tuve que derretir al final. Todo muy bien.
Fue una tarde y noche tranquila, deje todo listo y me fui a dormir.
Desperté temprano, estaba helado, tome desayuno y con las primeras luces del día partí a la cumbre. Tome un filo que nacía casi al lado de mi campamento, por el pensaba subir directo hasta un gran domo rocoso o de tierra que se veía a la distancia, destacaba mucho por ser de un color mas claro que el resto del cerro compuesto de una roca mas oscura, y que me producía muchas dudas de cómo iba a ser subir por ahí, si era acarreo blando, arena suave, si quizá algún viejo sendero lo cruzaba, etc. etc. El Peladeros es un cerro poco visitado en las ultimas décadas, pero antes fue un ascenso bastante clásico, se subía desde la quebrada La Calchona o siguiendo la ruta de los Tres Esteros, así que alguna pirca antigua esperaba encontrar.
En el filo el viento se puso intenso, ya me llegaba sol pero el cielo comenzaba a cubrirse con una capa fina de nubes, no de mal tiempo, pero si lo suficiente como para que fuera un día helado. Me pase de un filo a otro intentando seguir siempre una línea lo mas directa hacia el “Gran Domo”, cuando me tope con un cerco que venia desde mas abajo y me acompaño durante buena parte del trayecto. También me tope una pirca de piedras bastante grande, muy arriba creo yo para usar de campamento, así que seguramente los arrieros la hicieron cuando estaban construyendo el mismo cerco de alambres.
Termino el filo y el cerco, estaba en la base del “Gran Domo”, y la primera parte se veía blanda y latera, de esos acarreos maravillosos para la bajada pero mega apestosos para la subida. Subí tratando de buscar algunos lugares mas firmes, algún viejo rastro de sendero y alguna pirca olvidada me llevaron a pensar en los viejos montañeros que deben haber pasado por aquí. El viento seguía muy fuerte, y además, en mi onda de venir en un estilo ultra mega ligero, y por que se suponía que el día iba a estar despejado, solo andaba con polar, el cortaviento, bien gracias, en la casa.
Tanto fue el viento y el frio que busque unas piedritas para resguardarme un poco. Me quede un rato esperando que amainara, a estas alturas era una ventolera infernal, el cielo ya se había cubierto y hacia un frio que calaba, ya estaba algo ñato y cuando no te puedes dar ánimos con alguien es mas fácil caer en el desanimo. Estuve un rato escondido del viento, y asumí que con tan poca ropa, y con las condiciones del día, no iba a ser agradable la subida. Decidí bajar, filo, para la otra será.
Me pare, mire para arriba, me di cuenta que de tanto mirar el suelo para protegerme la cara del viento no me había fijado que había avanzado bastante, la cima del “Gran Domo” no se veía lejos, y el terreno daba paso de arena suelta a rocas grandes. Me pare decidido a bajar, pero el primer paso fue para arriba… súper consecuente con lo que pienso y hago…
Seguí subiendo, el terreno mejoraba mucho, grandes bloques de roca, algunos sueltos, pero que permitían un avance bastante rápido. De a poco fui viendo el borde final de la pendiente, sabia que no era la cumbre, que esta se encontraba mas atrás, pero no sabia que tipo de terreno me podía encontrar, solo esperaba que fuera un filo corto y listo. Seguía soplando viento y hacia mucho frio. Llegue a la cima del “Gran Domo”, y ante mi un filo ancho en un comienzo que a mitad de camino se volvía rocoso y al fondo la cumbre; bueno, al menos ahora la veo pensé…
Foto: A la salida del "Gran Domo" alguién se entretuvo escribiendo con piedras... |
El primer tercio del filo se camina fácil, después se pone rocoso y mas angosto, con tres pasadas que exigen pequeños destrepes, sencillos pero algo expuestos a la caída vertical de la cara NE. Nada complicado. Luego se llega al punto donde el filo se transforma en un montón de gendarmes de mala roca, aquí encontré dos pircas de roca que parecían indicar el comienzo de un traverse por la base de los gendarmes, por un terreno de acarreos lateros pero sencillos, en dirección a un acarreo muy grande y notorio, por el cual en subida directa se llega al plateau donde esta la cumbre.
Me apestan los acarreos pero tampoco tenia mas opciones, hice el traverse tratando de no perder altura, y aunque abajo hay algunos farellones verticales, el terreno es cómodo para avanzar por él. Termine el traverse y llegue al acarreo grande por el que empecé a subir tratando de conectar sectores rocosos mas firmes, y no hundirme tanto en las partes de arena blanda. Con algo de esfuerzo para nada extremo me fui acercando al borde, y cuando salí a la parte superior vi un monolito de piedras grandes, hecho claramente para encontrar la bajada cuando uno viene de vuelta. Iba por buen camino, como pocas veces en mi vida.
Seguí por un tramo relativamente plano, ya sabia que me quedaba poco, ahora tenia la cumbre a la vista y sabia que era esa, sin lugar a las clásicas antecumbres que tanto abundan en las montañas. Me pareció mas lógico abordar el tramo final por la arista sur, la derecha según mi sentido de marcha, y cuando llegue a la base vi otra pirca y algo de sendero que comenzaba a subir, seguía por buen camino, como pocas… yaaa.
Foto: Tramo final a la cumbre. |
La arista final es angosta en algunas partes pero cómoda de seguir, había mucho viento así que igual iba tranquilo, la caída al lado SE es vertical en este tramo, y no quería ir a conocer esos valles tan rápido. Subí entre piedras, con una vista que comenzaba a abrirse hacia todas partes, y derrepente la vi, a pocos metros, la mire, me miro, nos miramos, la pirca cumbrera.
Me sentí feliz, era una larga historia la mía con este cerro, la vista es espectacular en 180 grados, las montañas del sector del embalse El Yeso, el Dedo de Dama y San Gabriel por sus caras menos conocidas hacia el SE, completamente secos, y los grandes de la zona central que casi siempre se ven desde cualquier cumbre, esta contento, estaba tranquilo, también sentía algo de tristeza contenida por las cosas que están pasando en el país. Necesitaba hacer una salida rápida para cargar pilas, pero ahora, también necesitaba volver luego para seguir apoyando.
Foto: Cumbre. |
Me hubiera gustado estar mas rato, pero estaba muy helado producto del viento. Me quede un ratito por que a pesar del frio no quería bajar, por que me sentía tranquilo, por que estaba donde quería estar. Mire la hora, poco mas de cuatro horas me demore en la subida, pero quería bajar el mismo día así que comencé el regreso.
Este fue tranquilo, algo de viento en la cara ahora que iba de bajada, me perdí en algún tramo como suele pasarme, y llegue a la carpa cerca de las dos de la tarde. Descanse un poco, ordene las cosas y empecé a bajar.
Baje lo mas rápido que pude para evitar que la noche me pillara muy arriba, siempre en la bajada del Lajas me desvío en alguna parte, incluso de día, ahora lo daba por hecho. Y así no mas fue, pero como siempre pude retomar el camino y llegar a la carretera a esperar la micro sin tanto sufrimiento. Tome la MB72 que viene desde San Gabriel, y en pocos minutos ya estaba en la casa bajo el chorro de agua, listo para salir a marchar al día siguiente.
Y eso jue el Peladeros, lo recomiendo, y también recomiendo esta ruta, muy bonita..
Autor: Elvis Acevedo.
"Si he visto más lejos, es porque estoy sentado en hombros de gigantes..."
Isaac Newton.