Nevado Cortaderal
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Con algunos cerros ascendidos desde nuestro hermoso y cómodo campamento en la Laguna Caballo Muerto, decidimos movernos al fondo del valle en una jornada que se vislumbraba algo pesada. Para el cambio de campamento nos toco un día caluroso, donde a ratos nos hundimos bastante en la nieve.
No teníamos claro el camino, algunas partes parecían obvias pero a todas luces queríamos evitar meternos en pendientes con nieve hasta las rodillas y mochilas pesadas; otras, mostraban evidentes huellas de caídas de piedras, no pequeñitas, rocas grandes, donde podíamos ver surco que quedaba marcado en la nieve, y seguirlo hasta ver la ubicación final de la piedrota.
Nos mantuvimos en la parte baja del valle, subiendo y bajando lomas, pasando filos de piedras y tomando neveros, hasta llegar al punto donde las pendientes bajaban hasta la base del Nevado Tres Cuernos. Aquí, en un sector desprovisto de nieve, nos juntamos con Jaime a ver las mejores alternativas.
Foto: Campamento en la Laguna Caballo Muerto. |
Jaime se adelanta a mirar por el sector de piedras, vuelve diciendo que no se puede pasar, no me convence. Yo quería evitar meterme en nieve en pendiente por que estaba muy caluroso y nos íbamos a hundir de seguro, y además, me tincaba que por el filo rocoso íbamos a poder rodear la loma de nieve y arriba salir - en teoría - a un plano desde donde podríamos ver el fondo del valle.
Opté por seguir por el acarreo rocoso, el terreno no era pesado, piedras grandes hacían el avance fluido, solo había que ir buscando con paciencia. Jaime no me siguió y se fue por la nieve.
Seguí en lo mío, llegue al lugar desde donde Jaime me dijo que no se podía pasar. Hacia abajo la pendiente se iba en forma brusca hasta el fondo, y se veía un sector empinado y complejo para acceder a la parte superior del valle, por ahí no habríamos podido pasar en caso de haber continuado por la parte baja, pero traveseando habíamos ganado altura y si mantenía la cota podía superar esos obstáculos por arriba, el terreno se veía tranquilo, no era lugar para un resbalón pero era cosa de estar atentos.
Foto: Hermosa vista de la Sierra Negra desde el Campamento 2. |
Seguí en mi traverse (me apestan…) hasta que comencé a ver las puntas de las cumbres del fondo del valle. Me entusiasme y acelere el paso solo para quedar resoplando y volver a mi ritmo natural...
En un punto determinado pase una loma y las vi… todas las montañas de la parte final de la Sierra Negra, bueno, casi todas, pero la mayoría. La vista fue para mi - que estuve meses buscando info del sector y averiguando por las anteriores escaladas en al zona - maravillosa, además el sol ya estaba relativamente cerca del horizonte, alumbrando con esa luminosidad que permite fotos y sobre todo, momentos perfectos…
He pasado mucho tiempo en las montañas, soy difícil de impresionar o de sentirme muy maravillado, pero esa tarde me saque la mochila y me senté a disfrutar un rato de estas hermosas montañas, que llevaban al menos 30 años sin ser visitadas..
Foto: Atardecer... |
Después del minuto pachamamico partí a buscar un lugar de campamento.
Fui hasta un sector seco, el único cercano, pero eran solo rocas, y grandes, iba a ser demasiado trabajo adaptar una terraza, sin embargo el entorno estaba mas menos plano, así que decidí esperar ahí a mis compañeros y preparar terrazas en la nieve. Al rato fueron llegando los demás y en poco más de una hora ya estábamos instalados con nuestro Campamento 2, listos para enfrentarnos a las montañas de la Sierra Negra.
Es increíble que en pleno 2017 aun tengamos la posibilidad de visitar lugares con tan poca información, y con posibilidades de echar a andar nuestra imaginación sobre rutas y ascensos, un placer, felicidad montañera pura.
Un detalle me llamo la atención, las huellas de avalanchas surcaban prácticamente la base de todas las montañas, algunas más grandes, otras pequeñas, pero todas de cuidado. Sería un factor a considerar al escoger las rutas y buscar las líneas adecuadas.
Foto: Sierra Negra... |
El día siguiente descansamos y pensamos en nuestro siguiente objetivo. La canaleta del cerro Mesoncito se veía maravillosa, pero desde nuestro ángulo no veía en su totalidad, no estábamos seguros de las condiciones de la parte alta. De todas formas decidimos que sería el primer objetivo.
Partimos temprano, nieve dura, ideal para crampones. Avanzamos un rato hacia el fondo del valle hasta quedar frente a el Mesoncito y con vista a la canaleta completa. Estaba hermosa, la parte alta algo seca, iba a requerir un buen trabajo de escalada. A pesar de las altas capacidades de la mayor parte del grupo nadie se veía muy convencido, Pancho y Nico no se veian entusiasmados, Jaime como siempre esperaba la decisión de los demás, pero dentro de mi sabia que la parte alta de la canaleta no era una ruta para el… ni modo.
No sufrimos mucho, el sector nos daba la posibilidad de muchos cerros, asi que solo había que escoger otro, y no tuvimos ni que pensarlo, estaba justo frente a nosotros mirando al norte, una pendiente uniforme y un ruta evidente que subia directo a la cumbre del Nevado Cortaderal.
Partimos rápido, el sol ya le daba y en la pendiente se veian evidentes líneas de fractura, no era para asustarse, tampoco para relajarse.
Foto: Nieve blanda y cielo azul en las cercanías de la cumbre... |
Pancho partió hecho una bala y nos limitamos a seguirlo. Subió pateando nieve y abriendo huella con facilidad, la ruta no era técnica, estaba algo pesada en ciertos tramos por la profundidad, pero aparte de eso las condiciones eran perfectas, no había viento, el cielo no mostraba ninguna nube y avanzábamos rápido, en ese minuto no había nada que nos impidiera pararnos arriba.
Llegamos temprano a la acornisada cumbre del Nevado Cortaderal, montaña que seguramente al igual que el Mesoncito no tenia visitas desde la década del 70, y disfrutamos de la esplendida vista que se habría en todas direcciones, además de ser la primera cumbre que escalábamos los cuatro, ya que hasta ahora habíamos estado operando en dos cordadas separadas.
La visual para mí era especial, alrededor podía reconocer amplios sectores que han sido parte de mi campo de acción los últimos años, el Volcán Palomo, la llamativa vista de la Gran Torre del Cortaderal, a lo lejos el Alto de los Arrieros, las cumbres del Cordón Intermedio y varias otras que he tenido el honor de poder visitar, cada una con sus recuerdos, cada una con sus vivencias…
Foto: Ultimos metros a la cumbre del Nevado Cortaderal. |
Miraba y miraba montañas y mas montañas, en todas direcciones, grandes, chicas, fáciles y técnicas, tanto por hacer y tan poco tiempo, tantas posibilidades de seguir recorriendo valles, pasos, portezuelos y cumbres, novedosas, olvidadas, escondidas, ni siquiera tan lejanas, y las personas prefieren ir una y otra vez donde mismo…, no sé si reír o llorar, reír por que nos deja más campo de acción a nosotros, o llorar por lo que se están perdiendo los demás.
Solo queda compartir la info para intentar a animar a más gente a salir de sus zonas de papel higiénico…
Foto: Nico y Pancho en la cumbre del Nevado Cortaderal. |
Para el regreso recorrimos completa la cumbre y bajamos por la arista oeste, un poco parada al principio pero fácil después.
Pateamos nieve y abrimos huella por un rato hasta llegar de vuelta al campamento, contentos y conformes, a pensar en lo que venía, aun nos quedaban días y posibilidades de subir más montañas…
Autor: Elvis Acevedo R.
"Las montañas ayudan a los hombres a despertar sueños dormidos..."
Haround Tazieff.