Nevado Cisne
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Después de la cumbre del Pilar Meridional nos tomamos un día para realizar mejoras en el “Campamento Antro”, lo que consistió básicamente en construir un buen muro de protección en caso de que el viento nos pegara con mayor intensidad, o se nos viniera alguna tormenta, la cual esperamos todo el mes, y nunca llegó.
También aprovechamos de jugar un poco de rugby para distraernos un rato, y Ulises y Christian bajaron un poco por el glaciar hasta una mini-laguna congelada, desde donde pudieron llenar el bidón plegable que habíamos llevado para ese fin, con unos 14 litros de agua, lo que nos ahorró la latera pega de fundir nieve, tiempo ahorrado que pudimos aprovechar en cosas mas útiles como jugar cartas bebiendo cerveza y fumando, de ahí el nombre del campamento...
"Hoy fue un día de relativo relajo, no fuimos a ningún cerro, nos quedamos en el campamento base ordenando y construyendo un muro de nieve para resguardarlo del viento, quedó filete.
Durante la mañana nos distrajimos jugando "mini rugby" en la nieve, algo piola a 3500 msnm, tenemos tantos talentos ocultos...
Hernández se sacó los puntos, en lo que finalmente terminó ayudándole Ulises, el relajo fue tanto que incluso almorzamos a la hora normal, a eso de las 14:00 hrs estábamos comiendo unas ricas hamburguesas con arroz y ensalada de verdura (quién dijo que en la montaña se come mal?).
Luego de ello y por votación unánime correspondió una merecida siesta de aproximadamente 1 hora..."
Christian Quezada.
Foto: Campamento I "Antro". Al fondo el Penitentes y el Pilar Occidental. |
En la tarde, mientras cenábamos y echábamos la talla un rato escuchando “Los Bunkers”, decidimos que el objetivo para el día siguiente sería el Nevado Cisne. El reloj sonó a las 08:01 am, una hora después, cuando el sol ya llegaba a las carpas, partimos junto a Ulises y Christian en pos de la cumbre SO del Nevado Cisne, la principal. Ricardo había decidido tomarse mas menos toda la primera semana de descanso, por las heridas del brazo producto del encontrón con el perrito antes de viajar. |
Había pensado reservarse principalmente para las cumbres ubicadas en el Glaciar Cortaderal, pero de todas formas estaba inquieto y ansioso por subir, y las heridas mejoraban rápido, así que asumí que podría “tentarse” antes y acompañarnos a alguno de los cerros que nos quedaban en esta zona.
Después de cruzar de Sur a Norte, todo el Glaciar Universidad, que estaba en perfectas condiciones, plano, durito (igual que mi guata jaja) y casi sin grietas, llegamos a la base del circo glaciar donde en la parte superior, se ubican el Corona del Diablo, el Cisne, la P- 4584, y el Mañke, sector adornado por contundentes cascadas de seracs.
Habíamos estudiado bien la subida desde el campamento, la primera zona de grietas la esquivamos por la derecha, la nieve estaba en muy buenas condiciones y el avance fue rápido.
Luego, para esquivar la cascada de seracs mas grande del sector, nos fuimos bien a la izquierda, por donde habían un par de grietas muy pequeñas que sorteamos con facilidad, después, fuerte y derecho hacia arriba hasta ganar la primera loma, y ver por primera vez en el día el Cisne y sus vecinos inmediatos, el paisaje era espectacular!!
Foto: Larga y pesada fue la apertura de la huella... |
Aquí paramos un rato con Christian a esperar a Ulises que para variar venía algo retrasado. En la única piedra que encontramos en los alrededores nos sentamos a esperar, todo era blanco!!!, la vista hermosa... El Universidad se veía increíble y ya habíamos dejado abajo el cordón de los “Pilares” (Occidental, Meridional y Oriental) que divide el glaciar Universidad del Cortaderal, el cual podíamos ver hacia el Este con el Volcán Palomo como cumbre principal, que debido a su altura, hace que todos los demás cerros a su alrededor se vean pequeños. |
Llegó Uli “Stick-Fix”, y después de descansar un rato más continuamos el ascenso. Se venía un largo traverse hasta la base de la estructura principal del Cisne, a la izquierda el Corona del Diablo mostraba las innumerables posibilidades para abrirle rutas, ya que es una cumbre ancha, con muchos picachos secundarios.
El sol ya pegaba, no hacía calor, pero la nieve se había reblandecido y el avance se estaba tornando algo agotador. Nos fuimos bajo la cascada de seracs del Corona, sin grietas, pero con claras huellas de desprendimientos... pasamos atentos.
Luego nos metimos con Quezada (Ulises venia mas atrás... con la cuerda), en un quiebre en el glaciar donde habían grietas importantes, me tocó irme primero y me fui tranquilo buscando las mejores pasadas y puentes, a pesar de eso uno siempre se pone un poco tenso en estos lugares, pero decidimos pasar sin encordarnos para ganar un poco de tiempo, ya que subíamos y subíamos y el cerro parecía no acercarse nada a nosotros.
Pasadas las grietas esperamos a Uli-Stick para asegurarnos de que no tuviera inconvenientes al pasar, y para reunir al grupo, contacto por radio con Hernández en el campamento, hidratarse, comer algo, y a seguir...
Foto: La canaleta final de la "Arista Sur-Oeste". |
Salimos de las grietas pero la nieve nos llegaba mas arriba del tobillo, el avance se hizo tedioso a pesar de lo hermoso del lugar, me dolía el estomago, de echo me sentía bastante mal, seguramente algunas de las tantas cosas que comimos me cayo como bomba, debería haber tomado mas cerveza, que siempre me hace sentir tan bien. Nos fuimos turnando la apertura de la huella entre los tres, estábamos cerca del inicio de la arista, parecía que el sol se iba a ocultar pronto, pero cuando Christian en una parada, me dijo que eran alrededor de las 15:00 hrs, pensé, bueno, tenemos tiempo aún, es solo un efecto óptico. |
Rodeamos un gigantesco hoyo en el glacial, una depresión donde seguramente en verano se forma una rimaya enorme, para ponernos casi en línea con el comienzo de la arista, los tres estábamos bastante agotados, pero la cumbre se veía cerca, solo quedaba el último esfuerzo.
Ya no me aguantaba el dolor de estomago, tuve que parar un rato (adivinen a que!) mientras Ulises y Christian seguían peleando con la nieve blanda.
Después de hacer lo que tenía que hacer, me sentí bastante mejor, así que comencé a seguir las huellas de mis compañeros que habían parado a descansar bajo un evidente “mordisco” de nieve en la arista, muy característico, que se veía desde abajo, y que habíamos pensado pasar por la derecha, y que al final pasamos por la izquierda, clarito...
"...La cumbre de pierde de vista, la subida es interminable, y de pronto nos encontrábamos Ulises y yo sentados en un desnivel, bajo un "mordisco" de nieve (de unos 4 metros de alto por 15 de ancho aprox), no fue mucha la conversación porque apenas nos salía el aliento...
- Voy raja...
- Yo también...
- No puedo seguir...
- Yo tampoco...
De pronto pasa Elvis por el lado en dirección a no se dónde porque no se veía nada, pero iba hacia arriba, se alejó unos 10 metros y nos grita:
- Por lo menos vengan a ver cuanto queda!!, después se devuelven...
Y para variar, nos convenció..."
Christian Quezada.
Foto: Saliendo de la canaleta, a metros de la cumbre... |
Vi a mis compañeros sentados, con cara de estar “rajas”, la verdad, yo también estaba agotado, habíamos subido unos 1200 mts de desnivel en nieve blanda, pero faltaba la nada, y había soñado tantas veces con estar acá que decidí dictatorialmente que podíamos hacer un esfuerzo más, sino, estando abajo seguro nos íbamos a arrepentir de habernos devuelto. Llegue donde estaban sentados Ulises y Christian, y pase de largo, no quería darles tiempo para que se quejaran y propusieran bajar, solo quería rodear el “mordisco” y ver cuanto faltaba, si era poco apelaría a la sicología para convencerlos... |
!!!Vengan a ver cuanto queda y después se devuelven!!!
Sabía que se iban a asomar, iban a ver lo cerca que estábamos, y le darían para arriba. Es que faltaban unos 60 metros para lo que esperaba fuera la cumbre. Y así nomás fue, se asomaron y decidieron seguir, una vez más lo hice jajaja...
El último tramo decidimos asegurarlo, la nieve estaba inestable, blanda, y en pendiente fuerte en la salida, nada del otro mundo, pero la pasada era expuesta a ambos lados, estábamos muy lejos de la civilización y optamos por ser precavidos.
Me fui primero y no alcance a salir al final de la canaleta, me faltaron unos cinco metros, armé una reunión que quedo bastante decente a pesar de lo poco consistente que era la nieve, y fije la cuerda para que subieran mis compañeros, haciendo hincapié en que no se “cargaran” mucho en la cuerda... por siaca.
Foto: Nevado Cisne, segundo ascenso y nueva ruta "Arista Sur-Oeste" |
Llego Quezada y luego Ulises, al que le toco pasar de largo y subir los últimos metros. Le costo mucho, la salida era empinada y blanda, bastante peligrosa la verdad, pero después de ponerle harto empeño salió arriba, se enderezo y nos grito ¿Me río o lloro?... Ulises fijo la cuerda a una roca solida y le metí Jumar, el que al salir de la canaleta falló, la porquería se deslizó hacia atrás, se resbalaba en la cuerda con nieve, menos mal que ya estaba parado y el percance no dejo de ser algo anecdótico... |
Después subió Christian, se vinieron los abrazos, estábamos a unos 5 o 6 metros de la cumbre, pero no íbamos a entrar todos juntos, así que subimos de a uno, con algo de esfuerzo podríamos habernos acomodado, pero no valía la pena, donde estábamos era un lugar cómodo y podíamos celebrar ahí.
La vista era espectacular, el ASAE y ASAVA - dos cerrazos con dos nombres horripilantes - destacaban sobre el Glaciar Cipreses Inferior, monumentales y difíciles. La alegría era absoluta, segunda cumbre de la expedición!!
Fue un momento de catarsis que ocurrió a las 17:24 hrs... Abrazos, fotos respectivas y a bajar, aún faltaba bastante para llegar al campamento. La vuelta se hizo eterna y veníamos bastante cansados.
El Nevado Cisne nos dejó estar en su cumbre, pero por esos caprichos de los cerros, nos movió el campamento. Además de todo el agotamiento de la jornada, no encontrábamos las carpas y la nieve sobre el glaciar se quebraba, haciendo aún más extensa la jornada.
22:20 y llegamos al campamento, felices y agotados.... Pero Hernández nos esperaba con litros de jugo y una reponedora paella. Se las mandó!!
Un rato de compartir en la carpa comiendo la Paella, comentar la jornada, hacerle honor al nombre a la Expe tomando cervezas y riéndonos hasta que, cada uno a su carpa. Buenas noches!!
Si vieran lo hermoso de este lugar!!
Christian Quezada.
Foto: Glaciar Cipreses Inferior, y los cerrazos ASAE y ASAVA. |
Después de una larguísima, pero tranquila bajada, donde pudimos apreciar los espectaculares colores del atardecer en el Glaciar Universidad y en el cielo, llegamos a las carpas a la hora del ñafle, donde Ricardo nos esperaba nada mas y nada menos que con una Paella que era "panosotros" jaja, wena!!!., y que me dejó la carpa pasada a mariscos como dos semanas...
Y eso fue el Nevado Cisne, esperamos de corazón que este cerrazo no tenga que esperar 50 años más para ver su tercer ascenso.
Autor: Elvis Acevedo.
"Y en los momentos en que el viento se abatía, volvían a mi memoria las palabras de la simpática dueña de la pensión; "Gringo loco, tiene casa, tiene familia, tiene chiquilla, tiene de todo, y se va a la cordillera a sufrir..."
Jurgen Luders.