Morro del Paico
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Semanas atrás había realizado un trekking hacia el Cerro Punta Horizonte, en el Toyo, el cual me ha sido esquivo hasta ahora, primero por explorar una ruta donde ni siquiera lo ubiqué, (a las 12 del día ya alucinaba y lo veía en todas partes) y la segunda, ya finalmente localizado, sencillamente se me acabo el tiempo. El Estero Coyanco en época invernal merece respeto, lo crucé igual, pero no tenía intenciones de aparecer en el Río Maipo como un "trekkinero NN".
Por lo tanto tenía ganas de sacarme las ganas visitando algún sector que me ofreciera algo diferente. Así surgió La Dehesa, el Cordón de los Españoles, un lugar que no conocía y que habia visto a grandes rasgos en la página de AndesHandbook sin prestarle mayor atención.
Se veía interesante un trekking con la posibilidad de ascender algún cerro de los que se encontraban en el sector, y lo mas importante, conocer y abrir un poco la exploración a nuevos sitios para mi, ya que a excepción de la cumbre en el Cerro Pintor en Farellones, y el Loma Blanca en Argentina, mis ojos siempre estaban puestos en el Cajón del Maipo.
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Foto: Puesta de sol... |
Había que hacerse el tiempo, me gusta organizar bién las salidas, de hecho, esta la comencé a planear el 2007...nooo, hace un mes mas menos jejeje. Bueno, escogimos con Sandra San Martin, mi esposa, preparar todo, tomamos algunas fotos desde la web como guía y partimos...en Radiotaxi, si, en Radiotaxi, sale caro, pero en 36 cuotas no sube tanto el interés, mi auto lo dejé en casa a fin de subir tranquilos, ya que el modelo es muy apetecido en el mercado negro. |
Llegamos al Club Ecuestre en medio de una oscuridad total y un frío intenso, ya que habia nevado hace pocos días. Luego de localizar el portón correcto y traspasarlo a punta y codo, iniciamos la caminata iluminados solo por nuestras frontales super led con 4 tonos de luz distintas y cinto micro-ajustable marca ACME.
Guiados por un oportuno mensaje telefónico de mi hermano Elvis que alcanzó a llegar, pues ya se iba la señal, (llegó machucado el pobre, de tanto rebotar entre torres y antenas) logré visualizar la huella antes de el final del camino. Parecía el bosque de “Camino del Terror” en la noche, pero poco después saldríamos a un claro donde finalmente tomaríamos el filo hacias las torres de alta tensión, punto desde el cual mas menos tenia dibujada la ruta en mi mente interna dentro de mi.
Armamos campamento, la luna alumbraba bastante, parecía luna llena. Sandra me miraba un poco extrañada, toque mi cara y dientes, no había pelo, todo estaba bién, el antidoto había funcionado. Luego de disfrutar de mis ricos fideos instantaneos, (los miras fijo y estan listos), una Coca Cola, (lujito en un cerro), y mi súper y repelente lata de atún, dormimos para ver que nos deparaba el amanecer.
La vista al despertar era asombrosa, la nieve se había conservado bien, eso le daba un toque bastante bello al paisaje. Desde las torres, entre el cerco y la huella bién marcada, el ascenso hasta el portezuelo fue cómodo y tranquilo, un día solitario, donde solo rato despúes aparecerían algunos trekkineros, pero poco transitado aquel día el sector, claro, abajo Santiago hacia gargaras con jotes, terremotos y tsunamis... |
Foto: El autor en la cumbre. |
Luego de alcanzar la cruz con los restos de una avioneta que capotó años atrás, salimos al portezuelo entre el Morro del Paico y el Cerro Conchalí, la vista del sector de Farellones era impresionante, El Altar, La Paloma, El Pintor, El Plomo, todos allí, juntos, ofreciendo una panorámica espectacular.
Mirando con detalle identifique cerros como el Meson Alto, Peladeros, y en Farellones una piramide oscura al fondo, el Cerro Negro, recordé que no se puede subir por culpa de las mineras #=@!;:..... asi lo leí.
Una huella nitida y clara, casi justo al medio llevaba al Morro del Paico, una de las últimas extensiones del cordón que viene desde el Arqueado de Barrera, al final de este sector montañoso. Fotos panorámicas, fotos para allá y para acá, el paisaje recién nevado era por si solo premio suficiente para esta travesía desconocida para mí.
Bajando desde el Morro del Paico, un sin número de posibilidades para seguir esta ante nuestros ojos. La ruta desde las torres hasta el portezuelo es directa y es dificil equivocarse, una experiencia notable. De regreso en el campamento base (esa onda, con campo base y todo) nos esperaban nuestros auspicios comestibles, teníamos bastante hambre, de hecho me parecía que desde allí veia las fondas con empanadas calentintas y el bebestible chorreando en las mesas jajaja...
Y bueno, lo más esperado, una puesta de sol inolvidable y eterna, de tonos amarillos y rojos como pocas veces se ve. Un buen descanso sería el final de esta experiencia. Al otro día bajamos tranquilamente con nuestros objetivos cumplidos, El Morro del Paico, motivo de este relato, es un cerro que nos ha dejado un grato recuerdo, y por supuesto la promesa de volver esta hecha, somos los seres del retorno...
Autor: Edwin Acevedo.
Resumen de ascensos del grupo al Morro del Paico:
Agosto del 2013: Christián Quezada, Elvis Acevedo, Wilson Bucherenick y Carolina Campos.
Septiembre del 2013: Edwin Acevedo y Sandra San Martin.
"En una vía natural no existen alternativas; hay que ser más fuerte que la piedra"
Fred Roughling.