Cerro Mohai
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Hacia finales del 2004, con Juan Carlos Caro, el “Lobo”, intentamos el cerro Mohai. El exceso de nieve impidió nuestro éxito en esa oportunidad, sin embargo conocimos el acceso a un hermoso valle lleno de cumbres y con pocas visitas, el Valle del Mesoncito.
No paso mucho tiempo y decidimos volver, esta vez con un grupo más numeroso. Éramos Jaime Wastavino, Claudio Correa, Roberto Toro, Juan Carlos Caro y Elvis Acevedo, todos miembros del Grupo de Montaña Independiente Perros Alpinos, corría Enero del 2005 y nos estábamos preparando para una expedición al Ojos del Salado en un mes más.
Foto: Subida al Valle del Mesoncito. |
Viajamos en transporte “público” y bajo un sol implacable comenzamos a ascender en busca de la parte alta del valle. Se veía mucha gente subiendo, desde el comienzo supimos que estaríamos acompañados. Era increíble la diferencia, hace un mes atrás con el "Lobo" nos hundíamos en la nieve, y ahora todo eran acarreos, polvo y tierra, no sé que me apesta mas de las dos cosas.
Después de un seco y caluroso primer día, llegamos al nuestro lugar de campamento, común con la mayoría de los otros grupos que intentarían diversas cumbres del sector.
Foto: ¿Será muy larga la caída?....naaaaaaa!! |
Compartimos un rato en el campamento y nos acostamos temprano, habíamos decidido partir de madrugada, a las 03:00 de la mañana, por que el recorrido al interior del Valle no era tan corto. La noche paso rápidamente, el clima demasiado agradable, de hecho dormimos con la puerta interior de la carpa abierta, nada de frío, incluso algo de calor. |
Al rato comenzaron a escucharse movimientos y ruidos, anafres sonando y gente hablando, minutos después caminábamos en una larga fila montañistas de varios grupos diferentes, pero con un objetivo común, el Cerro Mohai.
La marcha nocturna acompañados de hermosos destellos en el cielo era rápida. Cuando tuvimos vista del cordón de cerros que componen el Mohai, la Punta Chile y el Morro Escondido estaba aún oscuro. Paramos un rato medio refugiados entre las rocas para protegernos del viento que a veces se levantaba, y cuando el alba comenzó a iluminar el horizonte proseguimos la caminata, ahora, directamente hacia la pirámide final del cerro.
Foto: Jaime subiendo por el glaciar. |
Ya estábamos en el glaciar y hace rato que nos habíamos equipado con crampones y lo necesario para el recorrido final, la nieve estába dura, y la marcha era cómoda. Nos re-agrupamos cuando llegamos a la última pendiente, justo sobre una gran grieta visible desde abajo. Este último tramo estaba bastante empinado y requirió concentración, saliendo de él quedaban solo algunos acarreos y pendientes fáciles hasta la cumbre. |
Esta, con una hermosa vista nos recibió con cariño, con un día hermoso, sin viento y soleado, éramos muchas personas en la parte más alta del cerro, todos felices y contentos, y nosotros sumando una cumbre más para nuestro pequeño grupo.
Estuvimos un buen rato en la cumbre, sacando fotos, conversando, planificando otras cumbres en este hermoso valle que siempre nos recibe bien. El clima estaba perfecto, como pocas veces, había que aprovechar.
Foto: Elvis, Juan Carlos y Claudio en la cumbre. |
La bajada hasta las carpas fue tranquila y sin grandes contratiempos, salvo alguna grieta y unos pocos penitentes. Para llegar al "El Cabrerio", donde nos esperaría el Turismontaña, tuvimos que tragarnos varias horas de marcha por tierra suelta, con un sol implacable y demoledor, pero al fin llegamos, molidos pero llegamos, y de ahí a casa, a pensar en lo que venía en Febrero. Autor: Elvis Acevedo. |
"No es más quién más alto llega, sino aquel que influenciado por la belleza que le envuelve, más intensamente siente"
Maurice Herzog.