Cerro Littoria
|
Nos encontrábamos acampando junto a Roberto Toro y Juan Carlos Caro en el sector de Federación, CB del Cerro Plomo, había mucha gente, algunos conocidos, todos preparándose para subir el que quizás es el más clásico de los Cerros de la zona central. Algunos se ven bastante nerviosos. Nosotros también debíamos pasar por la cumbre del Plomo, pero solo de pasada, nuestro objetivo se encontraba bastante mas atrás, en el poco conocido Glaciar Esmeralda.
Ese primer día habíamos avanzado desde La Parva hasta Federación usando la ruta de Cancha de Carreras, pasando por las Cumbres del Falsa Parva, el Parva y el Pintor, no habíamos conectado la bajada correcta y terminamos descendiendo a Federación por cualquier parte, gastando bastante más tiempo y energía en eso, pero un buen plato de porotos escuchando buena música arreglaban todo.
Foto: Roberto en Agostini. |
Al día siguiente teníamos que avanzar con unos 30 kg en la espalda hasta el sector del "Adoratorio", donde instalaríamos un Campo Alto para mañana pasar por el Plomo y bajar hacia el Esmeralda. Sabíamos que iba a ser un día bastante duro. La vez que subí El Plomo hace unos tres años, lo hice por el Glaciar Iver, por lo tanto no conocía el famoso acarreo de que se quejan algunos. Como fuera se nos venia un día agotador. |
Despertamos temprano por el ruido que hacían los que intentarían el Plomo, pero seguimos durmiendo, había una luna que iluminaba todo y afuera se escuchaba una fuerte ventolera. Cuando nos levantamos ya había sol, tomamos desayuno y comenzamos a ordenar las cosas con bastante calma, cuando estábamos listos comenzamos a caminar, eran aproximadamente las 08:00 de la mañana.
Agotadores fueron los primeros pasos, miraba el acarreo y pensaba que iba a ser un largo día, lo que no me importaba mucho mientras el clima se mantuviera bueno, no quería llegar a armar la carpa en medio de una nevazón con vientos huracanados.
Pasaban las horas y nos comíamos los metros, pasamos Agostini y continuamos la subida, algunas decenas de metros más arriba nos topamos a los primeros cumbreros que venían bajando ya, guiados por nuestro amigo Fritz Kobel, conversamos un rato y siguieron bajando, y nosotros subiendo.
Foto: Juan Carlos descansando en el Campo Alto. |
La típica nubosidad del sector ya cubría el cielo, la temperatura bajaba y el viento aumentaba, pero no tanto como para incomodar. Llegamos a la travesía final, bastante larga se me hizo, veníamos cansados, con harto peso a 5000 metros. Al fin entre 16:00 y 17:00 hrs llegamos a un sector donde hay dos lugares aptos para la carpa, a un costado del Glaciar de los Castaños, estábamos a 5050 metros. |
Al día siguiente empezaba lo bueno, por fin íbamos a entrar al Glaciar Esmeralda, hasta ahora solo habíamos recorrido terreno conocido y recién ahora entrábamos a un lugar nuevo. El clima en la mañana estaba muy agradable, muy poco frío.
Ordenamos las cosas afuera de la carpa mientras veíamos pasar gente que iba hasta El Plomo, nos pusimos las mochilas y comenzamos a andar, nos quedaban 400 metros de subida y después deberíamos descender. Cuando llegamos al borde del Glaciar nos pusimos crampones para subir directamente por él.
Foto: Elvis, Juan Carlos y Roberto en la cumbre del Plomo. |
Un buen rato nos llevó este tramo, la nieve en buenas condiciones. Llegamos arriba y recorrimos los últimos metros horizontales hasta la cumbre del Plomo, ya visitada antes por los tres, pero por separado, así que era necesario pasar por ella. Ahí estuvimos un rato, hacia frío producto del viento así que decidimos de una vez comenzar la bajada, no creo que hallamos escogido la mejor alternativa, pero en fin, el precio de innovar. |
Un acarreo de piedras duras, grandes, inestables y bastante parado, se hizo largo y desagradable, las mochilas molestaban, costaba mantenerse parado pero terminamos llegando al "Plateau" superior del Glaciar Esmeralda.
Es muy difícil de describir esa sensación de estar en un lugar donde a estado poca gente, o en el que pensaste por mucho rato, pero por fin ya estábamos ahí. Se veía todo hermoso, blanco, ahí nos dimos cuenta de que tendríamos que bajar por una pendiente de hielo de unos 200 mts para llegar al segundo "Plateau" y quedar al mismo nivel de los cerros.
Esa bajada fue algo compleja por el hielo duro y por que no nos pusimos crampones, pero al final llegamos sin problemas justo cuando se desataba la tormenta. Armamos la carpa con fuerte viento y nevazón, pero luego de un rato ya estábamos adentro cocinando unos buenos "Ravioles" prestos a celebrar Navidad a 5005 msnm, con nieve, como en las películas gringas.
Nos quedamos dormidos rápido después de comer, había sido un día agotador, así que los regalos nos los entregamos en la mañana siguiente. También habíamos decidido partir tarde para descansar un poco, sin embargo después de un rato y a pesar de que amaneció despejado, se nubló y comenzó la tormenta, se tapó todo y no pudimos avanzar. En la tarde amainó un poco, aprovechamos de recolectar agua de unas cascadas de hielo que se formaban en la ladera norte de la Punta Parsifal, y de planificar la estrategia de los próximos días, con este perdido, mañana tendríamos que avanzar el doble.
Al día siguiente despertamos temprano, tomamos desayuno y comenzamos a ordenar las cosas, bastante frío a pesar del sol, cuando estuve listo partí para adelantarme un poco y ver la ruta.
Foto: En el "Primer Plateau" del glaciar Esmeralda. |
Íbamos por la base de la Cara Este del Cerro Littoria, sobre una gran grieta transversal que se extendía de lado a lado, de pronto apareció Juan Carlos y tuvimos que esperar largo rato a Roberto, venia muy agotado, algo raro en él, nos dividimos parte de su carga con el "Lobo" para ayudarlo un poco. Con el paso de las horas se nubló y comenzó a nevar intensamente, nieve que nos sorprendió en un campo de grietas en formación. |
Intentamos localizar algún lugar donde armar la carpa ya que en esas condiciones era imposible seguir avanzando, nos dirigimos a un acarreo y preparamos una especie de terraza, el lugar era bastante inclinado pero era lo que había. Armamos la carpa y nos metimos dentro, disconformes por que no habíamos alcanzado a avanzar todo lo que hubiéramos querido. Estábamos cerca del portezuelo que separa los cerros Littoria y Fisckencher.
Al día siguiente decidimos ir por el Littoria, estábamos a unos 400 mts de la cumbre solamente, así que esperábamos subir, bajar, desarmar campamento y seguir avanzando.
En la mañana Roberto decidió no acompañarnos, lo que ya nos hizo comenzar a sospechar que lo de ayer no era solo cansancio acumulado, podía ser algo más, pero no supimos en ese momento que podría ser.
Con Juan Carlos tomamos el virgen Filo Este de la montaña, fácil. No hacia tanto frío y la vista era espectacular, había bastante nieve, en algunos tramos piedras sueltas que rodaban, muy poco viento. En algo así como 3 horas o menos, no recuerdo bien, nos paramos en el punto más alto, la Cumbre del Littoria.
Foto: Juan Carlos en la cumbre del Littoria. |
La vista en 180º era increíble, El Glaciar Esmeralda, la cuenca de los Glaciares Olivares, etc etc. Busqué afanosamente una cajita con testimonios, pero no la encontré, la nieve dificultaba la búsqueda. Sacamos fotos, grabamos un poco, disfrutamos la vista que se adentraba muchos kilómetros en todas las direcciones, hasta ese momento no habían nubes en el cielo. |
Dejamos un testimonio y comenzamos a bajar ya que ese día queríamos avanzar hacia el portezuelo Fiskencher – Osieky, o más si era posible. Bajamos rápido, llegamos a la carpa aún con sol pero con un fuerte viento, cocinamos algo mientras comenzábamos a ordenar las cosas y mientras aparecían las primeras nubes.
Al rato ya se había desatado la tormenta, no alcanzamos a avanzar casi nada, tuvimos que devolvernos y rearmar el campamento en el mismo lugar donde estábamos, en el poco rato que paso la terraza se lleno de nieve y tuvimos que volver a adaptarla para la carpa.
Los días siguientes estuvimos atrapados por mal tiempo, le diagnosticamos a nuestro compañero Roberto un edema pulmonar, se vino un rescate aéreo y un montón de cosas más, pero eso, eso es otra historia..
Autor: Elvis Acevedo R.
"El mejor entrenamiento consistía en ir al pub, beber 5 cuartos de cerveza y hablar de escalada"
Ron Fawcett.