Cerro La Pala

Cerro La Pala

 

  • Altitud: 3647 msnm.
  • Ubicación: Estero Godoy - RM.
  • Fecha: Agosto del 2014.
  • Integrantes:
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
    • Ricardo Hernández (P. Alpinos)
  • Ruta: Cara Este - "Me parecio ver un lindo gatito" - Primer Ascenso.

Durante las exploraciones que hicimos durante el 2009 y 2010 en las zonas de los Esteros Piuquencillo y Extravío, y el Valle de Río Claro, logramos identificar una buena cantidad de cerros de los cuales no sabíamos nada. Montañas grandes, macizas, no puntas de un filo o cumbres menores, el sector tenia varios objetivos que para nuestro particular gusto de hacer montaña, eran de primera, reunían todo lo que andábamos buscando.

Y así se nos fueron las primeras cuatro o cinco visitas al sector, entre un intento al Extravío, a una de estas cumbres innombradas en la cual no logramos encontrar aún una ruta hasta la cima, algunas visitas invernales que sirvieron mas que nada para congelarnos hasta los huesos, y otros intentos y exploraciones varias. En resumen, nuestro porcentaje de efectividad “cumbrera” estaba por el suelo en esa zona.

La Pala

Foto: Cerro La Pala durante la aproximación al Campamento.

A finales del 2010 ya habíamos podido identificar bien, con la ayuda de los datos del Proyecto Nomenclatura y nuestro propio material fotográfico, cuatro o cinco montañas sin ascensos ni nombres, mas alguna otra con una o dos ascensiones, un patio de juego ideal para nosotros, pero aún no lográbamos ninguna cumbre.

Y llego el 2011, donde casi casi le pegamos el palo al pobre gato, dejamos de lado la montaña a la que mas intentos le habíamos dedicado, y nos fuimos a una tremenda mole que se ve a los lejos, en la confluencia del desconocido Estero Godoy con el Río Claro.

Y casi lo sacamos, de echo, en el momento pensamos que habíamos logrado la cumbre, pero al mirar bien las fotos y revisar concienzudamente el mapa de la zona, nos dimos cuenta de que la cumbre era una que estaba un poco mas al sur, y que en el momento mismo juzgamos como un cerro independiente.

Así que con la honestidad que nos caracteriza, aceptamos que solo sumamos otro rebote más a la larga lista.

Vuelvo vida vuelvo...

2014, casi tres años habían pasado de nuestro ultimo intento en el sector, y lamentablemente no teníamos ningún registro de otros grupos intentando las cumbres de la zona, y tan bonitas que son, una lata que seamos tan flojos.

En Agosto del 2014 decidimos regresar, aprovechando un fin de semana de tres días por un feriado de alguna Santa Católica que algún milagro loco debe haber echo alguna vez por ahí, o algún evento importante para la historia del cual no tengo ni la mas mínima idea, de echo, nunca he sabido por que es feriado el 15 de Agosto, solo se que es el cumpleaños de mi hermana.

Campamento

Foto: Campamento base en la entrada del Estero Godoy.

Partimos un viernes en la noche junto a Ricardo Hernández, dispuestos a darle un intento bien alpinos, sin cuerda ni cosas raras, solo piolets y crampones, si pasamos bien, sino, de vuelta una vez más.

Ulises nos apoyo en el transporte. Salimos de Santiago y pasamos a mi casa en San José de Maipo a comernos unos churrascos y comprar cervezas y vino para hacer mas corta la noche.

Llegamos frente al portón de los malditos idiotas de GASCO, y en un prado a la entrada del Estero Piuquencillo, armamos la carpa, comimos, y nos pusimos a “compartir y conversar” con una buena cervecita.

Al día siguiente Ulises regreso a Santiago, tenía que lavar ropa y hacer aseo en la casa por que si no la mamá lo castiga, y con Hernández comenzamos la caminata hasta la entrada del Estero Godoy, lugar del CB.

Caminamos todo el día, como suele pasar cuando uno hace montañismo y no escalada deportiva, y entre subidas y bajadas, algunas paradas a comer, y ya con el objetivo a la vista, llegamos al lugar de nuestro campamento.

Instalamos la carpa, como siempre una chelita para el frío, y admiramos bastante el paisaje, lleno de cerros, paredones, agujas menores pero que invitan a escalarlas, y un entorno donde sabíamos que muy poca gente a estado, una sensación diferente a la que tengo cuando veo 100 carpas en Federación...

Comimos y a los sacos, mañana tendríamos un largo día.

Despertamos temprano, desayuno, equipo, y a darle. Partimos con las primeras luces del día para evitar dar mucho jugo en la primera parte, que es travesear por el Estero Godoy hasta la base la gran pala de nieve por donde pretendíamos subir.

Pano

Foto: Cerro Extravío a la izquierda, y Cerro La Pala a la derecha.

Le dimos a campo traviesa, sabíamos que había algún pedazo de sendero viejo pero no lo encontramos, y decidimos no perder mucho tiempo en eso.

Al cabo de un par de horas, o menos, llegamos al punto donde quedamos a la altura de la aguas del estero, aquí nos refrescamos un poco y cruzamos a la ribera opuesta para comenzar el ascenso en dirección a la pala de nieve, el día estaba nublado pero muy agradable.

Llegamos a la nieve y a ponerse los crampones, había algunas huellas de desprendimientos; en la parte alta, sobre las paredes rocosas que defienden el acceso a la parte final del cerro, eran evidentes algunas cornisas de buen tamaño, y también los lugares donde hubo cornisas...que ya no estaban.

“Cramponeamos” a buen ritmo por una primera parte con nieve dura, lo que nos permitió avanzar rápido, pero los últimos 200 o 300 metros hasta la base de la canaleta que nos permitiría pasarnos a la parte alta del cerro, estaban con nieve blanda que nos llegaba a la rodilla, y además se había despejado un poco y el sol hacía todo peor.

En la Canaleta

Foto: Ricardo en la entrada de la Canaleta.

Le dimos con calma, turnándonos la apertura de la huella para no cansarnos tanto, mirando arriba por si no caía alguna cosa. A ratos se despejaba, a ratos se volvía a nublar, solo quería que al pasar por la canaleta se pusiera un poco mas frio.

En las partes altas de los paredones del canalón, se veían sendas cornisas y pequeñas palas de nieve que si caían, nos barrerían sin darnos tiempo de hacer nada. Incluso antes de llegar a la base hubo un par de desprendimientos de nieve que nos pasaron lejos. Nos miramos con Ricardo, y seguimos...

 

Llegamos a la base de la canaleta, bastante cansados por la apertura de la huella, tomamos un poco de jugo y seguimos, el cielo se había vuelto a tapar de nubes, era el momento preciso para pasar, además en este tramo la nieve estaba dura, así que subimos rápido.

Cuando pasé por aquí el 2011 estaba mas seco, y los tramos de nieve eran mas verticales, ahora la pendiente era menor, y nos demoramos poco en llegar a la salida de la canaleta y ver lo que se nos venía, una larga travesía ascendente hasta la antecumbre del cerro, la que la vez anterior confundimos con la cumbre principal.

Este tramo fue sencillo pero largo, por suerte la nieve no estaba tan profunda como en la pala de entrada, así que avanzamos a buen ritmo, igual que la hora, que también pasaba rápido.

Cumbre

Foto: Torreón cumbrero desde la ante-cumbre.

Cuando llegamos a la base de los torreones que están bajo la antecumbre paramos a descansar un poco, miraba y trataba de ubicarme bien, ya que no habíamos seguido exactamente la misma ruta que el 2011, no quería equivocarme.

Continuamos hacia la cúspide de nieve que desde lo lejos parece ser la cumbre, y al llegar a ella también pareciera que es, de echo, solo al estar parados arriba y mirar mas al sur, se ve el torreón final del cerro, el que la vez pasada tomamos por otra cumbre independiente.

El cerro me engaño por segunda vez, nos paramos en el montículo de nieve y recién ahí caí en cuenta de que aun nos faltaba, exactamente la misma sensación que la vez pasada, pero ahora despabile rápido y me dije “bueno, sabia que veníamos solo por estos pocos metros, así que a darle”...

No le di tiempo ni de preguntar a Ricardo, cuando ya iba bajando para conectar una angosta pero cómoda arista que nos dejo en la base de la cumbre, un torreón rocoso ancho de roca mas menos mala, tirando mas a menos que a mas.

Lo superamos en una rápida trepada 5.8 con crampones puestos, donde me di cuenta, como tantas veces, que mi escasa capacidad de elongar no me es muy útil en estos casos.

Cumbre

Foto: Cumbre Cerro La Pala, primera ascensión absoluta.

Arriba del torreón quedaba caminar un corto tramo horizontal para llegar a los pináculos rocosos que marcan el punto mas alto del cerro, cumbre en La Pala, primera absoluta y una vista para la que la palabra espectacular se queda corta.

Alegría absoluta, fotos, coordenadas y altura, mirando otras cumbres del sector, buscando rutas y aproximaciones, encontrando más cerros de los que no sabíamos nada, nuestro primer éxito contundente en esta zona después de invertir bastante esfuerzo en intentos y exploraciones, todo se pagaba en este momento, todo el esfuerzo valía la pena.

Disfrutamos un buen rato del tremendo paisaje, sin embargo el sol ya comenzaba a llegar al horizonte, sabíamos que la bajada era larga y nos iba a pillar la noche en ella, no nos preocupaba en lo mas mínimo, solo era cosa de bajar tranquilos.

Armamos una pequeña pirca de piedras y no recuerdo bien si dejamos algún testimonio, solo recuerdo la increíble sensación de estar en un lugar antes que nadie, de tener una visual que nadie mas ha visto, de tocar piedras que nadie mas a tocado, todo eso teñido con el rojo del cielo y la hermosa puesta de sol.

¿Puesta de sol?, mmm, hay que bajar...

Nos importaba hacer la travesía con las últimas luces, era casi el único punto donde si nos desviábamos y no enganchábamos bien la entrada de la canaleta, podríamos pasar un mal rato.

La oscuridad nos pillo en la mitad, pero llegamos sin problemas a la canaleta, aquí paramos un rato y apagamos las linternas para ver el cielo completamente estrellado que teníamos en la cabeza, era algo de otro mundo, estábamos cansados, pero no teníamos mayor apuro en la bajada, veníamos con la satisfacción del trabajo bien echo.

Pasamos la canaleta con cuidado en algunas partes donde la pendiente era fuerte y la nieve estaba muy dura, luego llegamos a la gran pala de nieve a la cual el cerro le debe su nombre, y llegamos a la parte seca, donde salimos de la nieve para sacarnos los crampones y descansar otra vez un ratito.

La Pala

Foto: Comenzando la bajada con las últimas luces del día.

“Hernández, viene gente”..., después de decir esa frase, yo mismo pensé en lo idiota que era, nadie va para esos lados, sin embargo tampoco era imposible que anduvieran otras personas, o creo que prefería pensar eso. Dos linternas se movían unos 200 o 300 metros bajo nosotros, avanzaban juntas, de un lado a otro, y subían muy...pero muy rápido.

Conchatumare un Puma!!!, gritó Ricardo, y se paro a la velocidad de la luz, yo sabia que era un Puma, pero había preferido pensar que eran personas, cuando el gato nos escucho se detuvo en seco, y comenzó a tantear la situación...

Perros v/s Pumas: segundo round.

En Las Leñas ya nos habíamos topado un gato de estos, pero estando mucho mas cerca de la camioneta, ahora estábamos súper lejos aun del campamento, y era seguro por la poca gente que viene para estos lados que el animalejo no se iba a asustar con nosotros, a lo mas nos vería como un par de vacas raras con luces en la cabeza.

Sopesamos la situación, el gato nos miraba desde abajo, con Hernández pensamos, ¿Quien es mas ágil?, el gato, ¿Quién ve mejor de noche?, el gato, ¿Quién es mas rápido?, el gato ¿Quién tiene mas fuerza?, el gato, cresta que es penca el ser humano, desechamos la opción de agarrarnos a combos con el animal.

Ya con los piolets en la mano comenzamos a meter bulla y gritar a ver si al menos le dolían los oídos y se iba, pero se movió a la izquierda y desapareció en una quebrada contigua, chucha!!!, no lo veo, momentos de tensión...miraba para arriba, pensaba que el cucho nos quería rodear y saltar desde lo alto, veía que en cualquier momento aparecía, “Que se coma a Hernández” pensaba, ahí aprovecho de correr, pero con lo flaco que es mi compañero tiene tiempo para comérselo, dormir siesta y alcanzarme mas tarde...

Condorito

Foto: Siempre majestuoso...

Ricardo grita allá esta!!!!, mucho mas abajo y a la derecha, se había cruzado para el otro lado, por un momento pensé que era otro gato, y que nos estaban rodeando, Ahora si que fregamos!!!, espalda contra espalda y piolet en la mano, no les iba a salir barato usarnos de ración de marcha.

No me caen mal los Pumas, pero dada la situación no nos quedo otra que tirarle algunas piedras a ver si se alejaba un poco mas, cerca le pasaron, pero eran piedras chicas, el animal era grande, "Si quisiera agarra la piedra con la garra y la tira de vuelta" me dijo Ricardo, le encontré razón.

Pasaban los minutos, Hernández miraba hacia arriba por si venía otro, en aquel momento recordamos que la pala de nieve estaba llena de huellas de puma en la parte alta, así que habían dos opciones, o bajan los amigos del gato, o el animal solo iba de vuelta a su casa después de pasar una tarde agradable con su polola Puma, y simplemente tuvo la mala suerte de cruzarse con un par de idiotas que lo agarraron a piedrazos.

Como fuera decidimos movernos, comenzamos a bajar, yo miraba al Puma a los ojos, en la oscuridad estos brillaban como dos antorchas de fuego, el me devolvía la mirada mientras se pasaba la lengua por los bigotes, en un gesto muy poco amistoso a mi parecer.

Fuimos bajando y el gato comenzó a subir, no dejamos de mirarnos, fijamente...sin respirar, se podían escuchar los latidos de los corazones, la tensión en el aire podía cortarse con una hoja de papel...no nos seguía, pero se quedo mirando hasta que lo perdimos de vista tras una loma.

Rajamos para abajo sin relajarnos, si al bicharraco le daba por seguirnos en dos saltos nos iba a pillar, pero nos pareció que el pobre estaba igual de asustado que nosotros, y que solo quería seguir subiendo a su casa.

Minutos después llegamos al río, y bajo una piedra, sin dejar de mirar a todos lados, nos tranquilizamos un poco y comimos algo, tensos minutos en que uno se da cuenta de que el ser humano no es tan poderoso como uno se siente, cuando esta solito con sus manos.

Descansamos y agarramos el viejo sendero que nunca antes habíamos pillado, logramos mantenernos en el, lo que nos permitió salir del cajón con mucho menos esfuerzo del que habíamos pensado hacer caminando a campo traviesa, y ya cerca de la medianoche logramos llegar a la carpa, no sin antes confundir el brillo de los reflectantes de la carpa, con otro puma, así de traumados...

Nos lavamos en el río, nos relajamos, nos felicitamos y estuvimos despiertos un buen rato antes de dormir, algo así como 17 horas de esfuerzo para un hermoso cerro, y una experiencia de aquellas con un gatito grande que nos dejo con la adrenalina alta por un buen rato.

Cosas que pasan.

Al día siguiente despertamos mas que tranquilos, felices y relajados, desarmamos nuestro campamento y antes de partir volvimos la mirada a nuestra hermosa montaña, Cerro La Pala y su nueva ruta “Me pareció ver un lindo gatito”, pensando que el cucho podía estar allá arriba, en los contrafuertes rocosos, contándole a sus amigos la experiencia vivida la noche anterior con un par de vacas muy raras...

Autor: Elvis Acevedo.

 

"El mejor entrenamiento consistía en ir al pub, beber 5 cuartos de cerveza y hablar de escalada..."

Ron Fawcett.