Cerro Lajas
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El día se ve nublado con un viento cálido, pasamos con Ricardo a comprar el desayuno y de paso unas "maltas" para la cumbre, algo para hidratar y disfrutar en lo alto de la montaña. Luego de estar unos minutos en casa de Elvis, nos dirigimos por la ruta G-25 desde el pueblito de San José , y a solo unos minutos más por esta ruta, encontramos el paradero Pata del Diablo, buscando la señalización del cartel como 45a , nos demoramos un poco en encontrarlo pero al fin lo hicimos.
Atravesamos la reja que se encuentra en la ladera del cerro tras el paradero y subimos en dirección norte pasando por un camino en primera instancia, lleno de litres, y que posteriormente luego de veinte minutos aproximadamente, se asomaba a una planicie, y que luego de buscar el camino que continuaba hacia el este, lo encontramos y comenzamos a subirlo, este bordeaba el cerro en forma de zigzag.
Foto: Amarillentos y hermosos arboles... |
Estuvimos descansando un rato, luego de ascender entre diez a veinte minutos, donde nos dimos cuenta del hermoso paisaje que se apreciaba en dirección sur, con unos árboles medios amarillentos muy llamativos, y al oeste con una inmensa cordillera cubierta de mucha nieve.
Luego del descanso seguimos el camino muy marcado, estaba un poco seco y comenzaba a salir el sol , subiendo considerablemente la temperatura, luego llegamos a otra planicie repleta de varios arbustos, Ricardo bajó pensando que era el camino pero no pudo seguir por que lo impedía una pared de arbustos, así que Elvis atravesó por un pequeño camino de otros arbustos ubicados en una planicie lo cual seguí, llegando al camino correcto debido a otro marcado sendero que apuntaba hacia el norte, pero con una inclinación más notoria.
Aprovechamos de visualizar el paisaje que se apreciaba ahora en el este, concluimos que ese lugar sería excelente para volver en otra oportunidad para algún asado, por paisaje y espacio.
Foto: Vistas durante el ascenso. |
Luego de esa conclusión volvimos a lo nuestro, seguimos subiendo, el suelo era algo blando e inclinado, llegando ahora a un camino seco y que iba en dirección este, para luego zigzaguear en dirección norte hasta un camino que ascendía por una ruta llena de piedra laja.
Sinceramente yo ya iba cansada y los chicos me dejaron ir primero, pienso que para que no me quedara atrás. La inclinación volvió a ascender levemente y se divisaba un cerro el cual pensábamos que era el Lajas. Posteriormente rodeamos el "cerro laja" en dirección noreste, el camino era angosto y largo, quizás por estas características nuestro amigo Elvis, se puso contento y se puso a correr por todo el camino, algo que nos impresionó con Ricardo, riéndonos exageradamente por la reacción sorpresiva, ya que nunca lo vimos correr tan rápido.
Luego de un par de fotos, comenzamos a dudar de si estábamos en el camino correcto, ya que llevábamos mucho rato caminando plano, aunque en todo momento figuraban pircas en el recorrido. Volvimos a leer el relato y concluimos que estábamos bien, pero que el tiempo que figuraba en el relato era mucho menor al que llevábamos, por lo que no era el "cerro laja" el que creímos ver hace un rato.
Foto: Piuquencillo desde la cumbre, hermosa vista... |
Continuamos el camino, ya un poco mas frondoso, y nos fijamos de toda la pared de cerros que figuraba en el norte, toda nevada, mas notoria con los cerros arenosos de alrededor, una vista increíble y motivadora que nos daba una gran energía para seguir la búsqueda del cerro oculto.
Caminado un corto trecho subimos por una loma de corta distancia y poca inclinación, que por
sorpresa, unía a la cumbre del Lajas. Por fin, y luego de pasar por esta loma, ante cumbre del Laja, llegamos al esperado destino. Nos abrazamos , sacamos unas fotos con el paisaje del norte, una hermosa vista hacia el Piuquencillo, y nos hidratamos con unas exquisitas maltas para celebrar la cumbre.
Luego de haber comido y dormido entre media y una hora (o eso creo yo), charlamos y bajamos por el mismo circuito, hubo hasta un momento antes de llegar a las piedras lajas, que nos reímos de nuestros equipos ya algo, o bastante arruinados . Antes de pasar por los arbustos nos desviamos, mejor dicho, los desvíe del camino, ya que yo iba en la delantera, y llegamos a un sector donde se encontraba un pasto seco con espinas que se adherían a nuestra ropa, y para rematar, tuvimos que bajar y ascender por un suelo resbaladizo que teníamos que sujetarnos hasta con las uñas.
A continuación de esta experiencia desagradable seguimos descendiendo, con el estómago algo vacío, ya íbamos pensando en empanadas por mi parte, y en churrascos por parte de los chiquillos, pero la historia no termina ahí, ya que ahora nos perdimos por un camino corto, pero ya algo cansados y con mucha hambre, pero finalmente terminamos de bajar del cerro llegando al paradero donde comenzamos el camino, enmugrecidos pero felices, terminamos el ascenso y descenso exitosamente.
Autor: Romina Guevara.
"Les rodea el aire más puro, la claridad lo envuelve, y los Dioses son felices por toda la eternidad"
Homero.