Pared de Jabha - Ruta Camino

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  • Altitud: xxxx msnm.
  • Ubicación: Pared de Jabha - RM.
  • Fecha: xxxx.
  • Integrantes:
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
    • Ulises Espinosa (P. Alpinos)
  • Ruta: L1 (opcional): 5.8 - L2: 5.9 - L3: 5.9 - L4: 5.10a.

Pared de Jabha debe ser de los mejores lugares que tenemos para una buena escalada deportiva, pero de multilargos, ideal para quienes no nos entusiasmamos mucho con el mundo de la escalada deportiva. Esta cerca, tiene una aproximación corta, y una buena cantidad de rutas para todos los gustos. Una estupenda alternativa a Torrecillas del Manzano, mas pequeña y con muchas menos rutas, pero en un ambiente mas de montaña y habitualmente con menos gente.

Ya habíamos escalado antes las rutas cortas que están en el sector 1, pero ahora queríamos comenzar con las multilargos del sector 3, y comenzamos en orden, fuimos a “Camino”.

Partimos de Santiago con Ulises y después de seguir el ya archi-recorrido camino de siempre, llegamos al lugar donde dejamos la camioneta del trabajo de Uli, con vista a las paredes y a nuestro objetivo del día. Caminamos un rato y llegamos a la base de la ruta. Paramos a mirar bien por donde comenzaba, hasta que encontramos unas chapas. La referencia de la gran línea blanca que surca toda la pared es bastante útil para ubicarse bien.

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Foto: Sector 3 de Pared de Jabha. "Camino" sigue en su mayor parte la marcada línea blanca que surca la pared.

Empezamos desde abajo, después nos enteramos que también se pueden evitar algunas decenas de metros subiendo por un acarreo a la izquierda de por donde comenzamos nosotros, pero bueno, vinimos a escalar, que tanto. Así que hicimos un largo extra, que es opcional.

Camino son tres largos, de 5.9 los dos primeros, y 5.10a el el tercero - según la literatura que encontramos - si uno usa el acarreo para llegar a la primera reunión en vez de trepar desde la base del saliente rocoso, cuatro largos si se comienza desde la base de este saliente. ideal para retomar después de algunos meses de puro hielo y nieve. En mi humilde opinión, los largos podrían ser los tres 5.8, o a lo más 5.9 el tercero, pero yo no soy muy fino graduando.

El L1 lo tiro Ulises, es el largo extra, que lo dejo en la primera reunión de la ruta. Lo alcance y continuo el mismo la subida. Rápidamente fue siguiendo la línea de chapas de una ruta que es muy diagonal a la izquierda, por lo que en esos tiempos se hacia poco recomendable rapelarla (ahora hay una línea de reuniones para rapel instalada), y en poco minutos llego a la segunda reunión.

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Prepare las cosas y partí para arriba. La escalada era sencilla y disfrutona, el día estaba soleado con una leve brisa, algo caluroso pero agradable, no se veían cordadas en otras rutas en esos momentos. Llegue a la reunión, recibí las express y partí por el segundo largo.

Largo disfruton y tranqui, iba sin lentes ópticos por lo que a veces me topaba las chapas muy encima, y otras tantas ni siquiera las vi, con un poco de suerte el brillo del sol me mostraba el camino correcto. Reunión, gritos para abajo y asegurar a Ulises que llego en un tiempo razonable.

Largo 3 para Ulises que subió rápido y decidido. Largo con algunas pasadas de agarres mas romos, pero siempre cómodos, subí un poco mas atento que los dos primeros. Llego donde mi compañero y me preparo para el ultimo largo, el sol avanza por el cielo, hace menos calor, el día es muy agradable al igual que la escalada, la sensación de ejercicio y del organismo trabajando me hace sentir bien, a pesar de que no estoy entrenado mucho producto de mi afición por el alcohol.

Del cuarto largo un amigo nos había dicho que era 5.10 en un paso, donde había una chapa que producto del agua que le caía desde arriba estaba bastante oxidada. Fui como Perico, trepando y trepando hasta que vi la chapita, estaba algo oxidada y ciertamente le caía un hilo de agua, no le di mucha importancia, de hecho no la use por que me quedo la pasada mas cómoda por la derecha del seguro, jurando yo que la ruta seguía directo hacia arriba.

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Hice un paso algo mas forzoso y seguí derecho solo para darme cuenta que ya no había mas chapas, por mas que mirara para todos lados, la roca se ponía negruzca y quebradiza, a pesar de eso estaba bastante cerca del borde de la pared, pensé que fácilmente podría salir por ese terreno a pesar de llevar varias decenas de metros sin poner seguro. Estaba por lanzarme cuando Ulises me grita que no haga leseras, lo pensé mejor y decidí desescalar un poco a ver si pillaba bien la línea de chapas.

Llegue justo arriba de la chapa oxidada y claro, la ruta seguía bastante a mi izquierda, así que sin mayores problemas hice una especie de traverse y después los últimos metros hasta quedar casi en la salida de la pared. Estos metros los goce bastante, buenos agarres, la salida mas vertical que el resto del recorrido, y la siempre agradable sensación de unas cuentas decenas de metros de aire debajo de uno. Llegue contento a la ultima reunión. Arme toda la guarifaifa y asegure a Ulises, que llego bastante contento también, el ultimo largo, sobre todo los últimos 20 metros, es bastante bonito en mi opinión.

Salimos de la pared y buscamos alguna reunión para empezar a rapelar, no habíamos visto a nadie mas en las rutas siguientes así que pensamos que no habría problemas, subimos sin bototos así que no queríamos bajar caminando por el acarreo con pies de minino.

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Comenzamos los rapeles por la ruta vecina, y cuando íbamos en mitad de la pared, una cordada empezó a escalar por donde íbamos bajando. "Dio meoh" pensé, hay de todo en la villa del señor.

Nos topamos ya cerca del final, y tuvimos que maniobrar de una u otra forma para no estorbarnos y hacer alguna tontera. Venia contento, ni ganas me dieron de decirle algo al pavo cocido que se puso a escalar una ruta por donde venia bajando gente.

Ulises fue a buscar las mochilas (siempre tan amable) y después de cambiarnos zapatos y guardar el equipo partimos a la camioneta para volver a la ciudad, muy contentos por una jornada tranquila y bonita en nuestra hermosa cordillera.

Autor: Elvis Acevedo.

 

"Cuando baila libre sobre el abismo, el hombre se siente como un aviador en el espacio, ya no es un gusano pegado al suelo, sino que se convierte en una ágil gamuza, casi se siente como un pájaro"

Lionel Terray.