Morro Isidora
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Desde que me vine a vivir a San José de Maipo, asumí como propia la responsabilidad de recorrer sus montañas aledañas y documentarlas bien. No hay grandes secretos por estas zonas, pero si un buen numero de cerros y posibilidades bastante poco conocidas. Rato ya que había estado mirando el Morro Isidora, la montaña tutelar de San José, la que se ve desde la plaza y casi de cualquier punto del pueblo,
Tenías ganas de subirlo pero no me había dado el tiempo. De todas formas me dediqué a investigarlo un poco, no quería meterme por laderas de matorrales y piedras sueltas, que es donde terminaron todas mis primeras ideas, teniendo en cuenta que no pude encontrar nada de información del cerro, salvo que existía y tenia nombre en el mapa IGM.
Como hago el trayecto San José - Santiago a diario, siempre que podía miraba las laderas del cerro buscando una metida, hasta que la encontré, tomando de manera directa las laderas desde el filo norte del cerro, que cae al “camino viejo”, y que pasa antes del Isidora por la pequeña cumbre del Morro Blanco, de menos de 2000m. Sin embargo, un día desde la cumbre del Morro Buitrero, me di cuenta que el camino vehicular que se uso para el Gaseoducto seguía y seguía hasta salir al filo mismo que une al Isidora con el Cerro Yerbas Buenas, para bajar después hasta Pirque.
Foto: Morro Isidora, y su izquierda, el Cerro Iglesias y el Morro La Tinaja. |
La ventaja de esta alternativa - que se veía mas larga - sobre la del filo norte, es que podía llegar caminando, no necesitaba auto, punto importante para mi que me apesta manejar. Así que después de chutear el proyecto como mil veces decidí partir un nublado día domingo de un septiembre que había reventado mis planes del 18 con una sorpresiva pero bien recibida lluvia.
Salí de mi casa como a las 07:00 hrs, camine al paradero a esperar que pasara un colectivo o la MB72 que va a San Gabriel. Espere como cinco minutos y de aburrido decidí caminar al siguiente paradero, y así como dos mas. Entre el quinto y el sexto paradero se me paso el colectivo. Seguí caminando y cuando estaba por llegar al otro paso la micro, diez minutos después pase por el paradero donde se sube al cerro Lajas, y desde ahí al puente del Toyo son como 15 minutos. Al final llegue caminando a la entrada del fundo…
Converse un rato con el caballero de siempre (no recuerdo su nombre), que me dio las mismas indicaciones de siempre, y que - la parte buena - me cobro las mismas dos luquitas de siempre. Y agarre el camino vehicular desde su mismo nacimiento, dispuesto por primera vez a hacer un buen track GPS para compartir (no soy muy fanático del GPS), cosa que hubiese funcionado muy bien si no se me hubiera quedado en la casa…
Foto: Morro las Heladas asomando entre las nubes. |
Aún estaba nublado, así que no tenia ninguna referencia de las cumbres como para saber si mi teoría estaba bien y no iba dando jugo a otra parte, pero seguí tranquilo disfrutando el ejercicio y el paisaje.
La caminata es sencillísima y tranquila, no es un sendero, es un caminote, el cual en 4x4 permite avanzar bastante más desde la entrada del fundo.
Llegue a la parte donde reconocí el desvío al Morro Buitrero, y continúe de largo, lo que significaba recorrer un pedazo de cordillera que nunca había recorrido. Eso tan simple me produce una felicidad difícil de describir. No necesito que sea una pared, una montaña gigante o un glaciar perdido en medio de la nada, puede ser un sencillo camino que no he visitado antes y me siento todo un explorador. En el fondo sigo siendo un niño...
El lugar es muy lindo, muy verde en la parte baja. Varios esteros cruzan el camino sacándome de mis dudas sobre la disponibilidad de agua, al menos en los primeros 2/3 del recorrido. Aunque no se si en verano estos cauces permanecerán. El cielo comenzó a despejarse un poco, y en cada vuelta del camino reconocía un estupendo lugar para una acampadita relajada.
Foto: Cerro Iglesia desde el filo que lo une al Isidora. |
Entre subidas, bajadas, y tramos planos, se gana re-poca altura durante las primeras horas. En una de tantas curvas, bajadas y repechajes de subida, se abrió al vista hacia el filo final que une el Isidora con el San Roque, al extremo sur del cordón, se apareció el Morro Las Heladas, que a pesar de ser un pequeñin, con algo de nieve en la cumbre y emergiendo entre las nubes, se veía como un estupendo objetivo para hacer por el día, o como parte de una hermosa travesía por la pre-cordillera de esta zona.
Dejando atrás la "Loma La Chupalla" que cae del San Roque, y la "Loma La Alfalfa", al sur de la quebrada Yerba Buena, llegue a un sector conocido como “Los Arboles”, bajo el Morro La Tinaja, de 1841m.
Mesas y otros artilugios delatan el lugar como sector habitual de acampada, aunque en general estaba muy limpio. Un prado de pasto verde y el estero El Sauce al lado, invitan a quedarse, pero yo debía seguir, para otra vez será. Un viejo portón abierto, y en este punto el camino cruza el estero El Sauce, y después de tanto plano comienza una subida permanente hasta el portezuelo Iglesia-Yerba Buena.
Foto: Cerro Isidora desde la cumbre del Cerro Iglesia. |
Después de un rato largo de subida con los muslos mas cansados, llegue al famoso portezuelo desde donde se puede bajar a Pirque, y aquí empieza el tema mas investigativo.
Para resolver esta zona me base en dos mapas, obviamente el IGM (Hoja San José de Maipo 1:50.000) y uno, que aunque tiene hartas pifias, uso hace años, el Trekking Map JLM, de Juan Luis Matassi, que si no se usa solo, da buena información.
Y empezó el show. Desde el portezuelo partí rumbo al Morro Isidora, pasando primero por dos cumbres secundarias identificadas en el mapa IGM como las P-2275 y la P2237. A la primera, y para no identificarla de manera tan fría, le puse Morro El Peumo, ya que la quebrada que nace hacia el NO desde su base, y que la separa del Cerro Purgatorio, lleva ese nombre. Me pareció adecuado respetar la toponimia del mapa IGM. A la segunda no le di nombre, por que aunque es un buen punto de referencia, y a pesar de que desde algunos ángulos se ve hasta prominente, no es mas que un promontorio menor. Más menor que el Morro El Peumo que de por si ya es un promontorio menor, pero que al menos tiene la gracia de ser el punto de partida desde el Portezuelo, del tramo norte del cordón de cerros que termina en la G-25, que une Santiago con el Cajón del Maipo.
Foto: P-2275 y la P2237 (alturas IGM). La P-2275 es el Morro El Peumo. |
Luego viene otra P-2275 (ya volveré con GPS para confirmar alturas), que en mapa de Matassi aparece como Cerro Iglesia. Ok, así lo dejamos. Aquí me quede un rato sacando fotos y descansando un poco. Tenía ya a la vista el filo que me separaba del Morro Isidora, que era mi objetivo del día y la montaña principal del sector norte del cordón. Se veía tranquilo, calcule unos 20 minutos entre una cumbre y otra.
Al final me demore como 40, pero iba bastante tranquilo. Hay algunas pasadas rocosas pero que nunca piden usar las manos, y tramos de sendero bastante claros, que en algún momento se van hacia la ladera SE del cerro, lo cual preferí evitar y ascender de manera directa a la cumbre.
Llegue arriba de una montaña sencilla pero que veo a diario, y que hace rato quería subir. Alegría mucha. Cualquier cerro me pone feliz.
Foto: Cumbre del Isidora. |
No es menor la vista, se ven tremendas montañas desde el norte hasta el sur, todos los del sector del Plomo y Yerba Loca, del Valle de Olivares, El Nevado El Plomo a lo lejos, montañas del Estero Aucayes, Lagunillas, rematando con los clásicos del Cajón del Maipo. Hasta el Marmolejo se asomó para saludar.
Me devolví por el mismo filo de nuevo hasta el portezuelo, donde identifique al sur el sector conocido como Corral Ojeda. Una amplia planicie verdosa ideal para poner una carpita, y las montañas del tramo sur del cordón, desde el Yerbas Buenas y Alto de la Yareta (o Cruzada Las Hormigas), Papagayo algo mas al oeste, y el filo que continuaba hasta el Morro Las Heladas, San Roque, que se ve mucho mas prominente desde este lado, y Morro Buitrero, que desde acá prácticamente desaparece.
Contento baje, mucha info para una salida por el día a un sector que no conocía y que se presenta ideal como alternativa o continuación a una ya sobre-saturada Sierra de Ramón.
Foto: Vista hacia el sur desde el Morro Isidora. |
Con los primeros pasos de bajada vi a lo lejos, muy lejos, el camino que debía recorrer, y me di cuenta de la vuelta iba a estar larguita.
Larga fue, bonita pero larga. Con las rodillas bastante trabadas salí al pavimento y luego al puente y al paradero, por que ni a palos me devolvía caminando. La micro pasó rápido por suerte.
Me baje cerca de la plaza, “Donde Tente” y “El Pichichi” cerrados, y yo loco por comerme un churrasco italiano. Por suerte la plaza bullía de actividad y en la esquina SO el kiosco salvador, donde - previo litro de mote con huesillos al seco - me zampe una empanada carne-queso y otra camarón-queso como hace tiempo no probaba, buenísimas!!!
No hay mejor forma de terminar un día de cerro que comiendo…
Autor: Elvis Acevedo R.
"En todas las cosas de la naturaleza, hay algo de lo maravilloso..."
Aristóteles.