Gran Torre del Cortaderal

Gran Torre del Cortaderal

 

  • Altitud: 3921 msnm.
  • Ubicación: Glaciar Cortaderal - VI Región.
  • Fecha: Noviembre del 2013.
  • Integrantes:
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
    • Ricardo Hernández (P. Alpinos)
  • Ruta: Canaleta Central - Segunda Ascensión.
  • Expedición: Beer Machine Climbing 2013.

Llego el día perfecto que tanto esperaba, sol, muy poco viento, y muchas ganas de escalar, el día perfecto en el contexto en el que nos encontrábamos para hacer el intento a la Gran Torre del Cortaderal.

Me desperté como de costumbre, volando al baño. Llegue a la carpa, tome desayuno, que ya a estas alturas eran unas galletas que nos hizo Esperanza - una gran amiga - con medio litro de jugo energético. Ordene mi equipo con una ansiedad evidente por hacer el intento, estábamos relativamente cerca, todas las noches la miraba y veía como le daba la luna y en las mañanas como aparecía el sol tras su silueta desde mi carpa, y ahora iba directamente a ella.

“...Durante la expedición tenía dos formas de despertar, cuando me daba el sol en la carpa, o cuando escuchaba a Hernández sacar la pala para ir al baño, en cualquiera de los dos casos siempre eran las 07:00 de la mañana, nunca vi un tipo con una digestión tan regular..."

"...En los últimos tres días habíamos subido dos cerros, el Pilar Occidental y el Palomo, así que después de la cumbre del volcán hubiese preferido descansar, pero maldito Murphy, en la noche sopló muy poco viento, y cuando asome la nariz afuera de la carpa y vi a mi alrededor, mire a la carpa de al lado, donde estaba asomado Ricardo, y le dije - hoy es el día - a lo que me respondió, si, hoy es el día...”

Elvis Acevedo.

Glaciar Cortaderal

Foto: Llegando al Glaciar Cortaderal, al fondo, la Gran Torre...

Mientras me acercaba me pasaban muchas cosas, recordaba todo lo que había entrenado, la primera vez que el "Cocho" me mostro una foto de la Gran Torre en un Power Point, los chicos que ya no estaban en la expedición, y un sinfín de cosas más.

Entre más nos acercábamos sorteando las grietas del camino, solo le pedía la oportunidad de ascenderla, de acariciar su roca nuevamente después de 50 años, y ojala el clima estuviera de nuestra parte durante toda la subida.

Al llegar al pie me puse el equipo, mi querido casco, recuerdo que mantuve un dialogo con mis piolets, esos diálogos íntimos, como si estuvieras hablando con el mejor de tus amigos. El ascenso por la canaleta fue muy tranquilo, ya que el hielo tenia penitentes que ayudaban a ganar altura con facilidad, hasta un “tapón” central el cual lo provocaba una roca gigante con mucha piedra suelta sobre ella, con hielo compactando todo el material.

“...Partimos del campamento bastante callados, nadie dijo nada de hacia dónde íbamos, pero los dos sabíamos cual era el objetivo..."

"...Ya cerca de la canaleta me di cuenta de que estaba fácil, que podríamos subirla sin asegurar y eso nos permitiría ganar tiempo para la escalada de la torre final. Mi segunda duda del día era el tapón rocoso que se veía desde abajo, pero lo superamos con una buena trepada con crampones sobre roca descompuest. Ahora venia lo bueno, no podía creer que después de tanto pensar en ella, ahora estuviéramos aquí, donde solo tres personas habían estado antes que nosotros...”

Elvis Acevedo.

Canaleta

Foto: Ascendiendo por la canaleta, cerca del "Tapón Rocoso".

Ya pasado el tapón seguimos subiendo, nuestros informes decían que 30 mts antes del portezuelo comenzaba una ruta escalable y así fue. Hicimos una pequeña terraza donde nos equipamos, de ahí haríamos el intento.

Cuando estábamos en eso se me ocurrió preguntarle al "Cocho", ¿Qué tal era el nivel de escalada de los que hicieron la torre?, y la respuesta fue lapidaria, “eran los mejores de su época”, yo pensé “woooowww, porque mierda no le pregunte esto en Santiago”...

Ya estaba equipado hasta los dientes, así que solo me quedaba mirar hacia la cumbre y concentrarme en ello. Comencé la escalada, puse el primer seguro y seguí progresando, hice un "traverse" a la izquierda, me resulto mucho mejor y seguí, puse el segundo seguro y cuando puse el tercero ¡PAF!, resbale y caí, creo que fue un párale de la torre que me decía  ¿estas muy seguro parece?, así que me dije ok, comencemos de nuevo...

“...Partió Hernández el primer largo, estaba algo tieso, puso el primer seguro, todo bien, miraba hacia arriba y no encontraba pasada, le recomendé "travesear" hacia la izquierda, parecía haber una especie de canaleta que le ayudaría a subir, lo hizo y pudo progresar varios metros, pero justo después de meter el segundo o tercer friend, se resbaló y cayó…

Lo aseguré de inmediato, por lo que la caída no paso de ser más que una anécdota, no era una zona muy complicada, así que pensé que quizá Ricardo estaba un poco ansioso, había soñado mucho tiempo con este cerro.

Para no hincharle mucho las pelotas solo le pregunte si estaba bien, me dijo que si, estaba riéndose, así que me quede callado y lo deje que se concentrara en lo suyo…”

Elvis Acevedo.

Tapón Rocoso

Foto: Superando el "Tapón Rocoso".

El primer largo fue de una roca descompuesta de pésima calidad, malas manos y malos pies, no confiaba en nada. Ya pasando este escenario veo una terraza la cual es perfecta para montar una reunión, estaba por llegar, dinamizo hacia mi derecha, me sujeto y la roca en la cual tenía mi pie se cae y quedo colgando.

Al incorporarme me doy cuenta de que me raje el dedo medio y el anular en la primera falange.

La sangre caía y caía dejando un rastro rojo en mi ascenso, me hacia el tonto como si no ocurriera nada. Al armar la reunión en esa terraza parecía un extracto de una película Gore, todo ensangrentado.

Recupere cuerda como pude y le pedí un tiempo al "Cocho" para parar la sangre, me saque la mochila, la colgué y saque de ella una cinta china con la cual me hice unos parches en los dedos para estancar la sangre, hasta ahí iba todo bien a pesar de todo, aunque el escenario no era el mejor, malos agarres, caídas, y más encima ir limpiando sangre.

Le di la voz al "Cocho" para que suba, me dijo voy!!! y comenzó a subir.

Al poco andar siento un ruido muy estrepitoso y la cuerda tensionarse de golpe, era obvio que "Cocho" se había caído y por el ruido parece que había sido de consideración. Por lo que había recorrido asumí que mas menos se había caído en el mismo seguro que yo, claro que a él le fue peor, se confió de una roca como agarre y se le vino encima, golpeando su mano derecha y también en sus costillas.

Largo 1

Foto: Largo 1, comienza el juego!!!

Al verlo de inmediato le hice la dura pregunta, ¿quieres que bajemos?, me miro y solo movió la cabeza de lado a lado.

Debo reconocer que me dolió verlo así, pero me alegró que quisiera subir.

Pensándolo bien este weón ya tenía un porrazo de mayor altura, así que esta había sido solo una pequeña caída para él.

“Perdí de vista a Ricardo mientras subía, solo sentía la cuerda, escuchaba algunos gritos, algo muy típico de él, y veía pasar algunas piedras, así que por lo que se demoraba me di cuenta de que la ruta no estaba fácil, y que la roca era bastante mala.

Me grito para que subiera, comprobé la cuerda y partí, bastante entumido estaba. Recuperé una par de friends, hice el traverse y quede en línea con el diedro por donde había subido Hernández. La roca estaba muy suelta, cuando llegue al siguiente seguro probé una piedra empotrada con la mano derecha, parecía firme, no pude moverla, supuse por la ubicación del friend que Hernández la había usado como agarre, así que la tome para impulsarme y poder alcanzar el seguro. Justo cuando lo saque, plaf!!! cedió la piedrita y partí en la dirección contraria a donde iba, o sea, hacia abajo...

Cuando se rompió el agarre de mi mano derecha me fui para atrás, la piedra se me vino encima, así que para que no me golpeara en el centro del pecho intente desviarla con la mano izquierda. Creo que calcule bastante mal el peso de la piedra por me doblo la mano como si nada, y además no logre desviarla lo suficiente y me golpeo la zona derecha de las costillas, como guinda de la torta hice un péndulo y termine incrustado en la pared rebotando hacia el lado contrario y quedando colgado a pocos metros de la canaleta..."

Escalando

Foto: Tercer largo de la torre final.

"...Pensé en pedirle a Ricardo que me bajara hasta la canaleta, pero me dije a mi mismo, filo, subamos antes de que me enfríe, por que cuando pase eso me va a doler el doble.

Logre subir casi sin usar la mano izquierda, bastante incómodo el tramo, malos agarres, piedras sueltas por todas partes. El dolor de la muñeca era intenso, pero parecia remitir un poco, el de las costillas era menos fuerte pero permanente..."

"...Cuando estaba por salir arriba comencé a ver manchas rojas, era sangre, cuando llegué a la reunión había un tremendo manchón rojo en las rocas, Ricardo me miro con cara de cabro chico y antes de que le preguntara nada me dijo, !es que me corte un dedo!. La terraza era cómoda, así que me relaje un poco, que bien pensé, primer largo y ya estamos golpeados y cortados...

Ricardo me pregunto si podía seguir, le vi la cara, me di cuenta de que mi respuesta le daba miedo, pero por el momento no se me había pasado por la cabeza bajar, solo le pedí que punteara el segundo largo para darme un poco de tiempo a ver si se me pasaba un poco el dolo de la muñeca… no tuvo problemas.

El 2007 tuve una caída de alrededor de 30 mts y sobreviví, ahora todos mis compañeros piensan que si me caigo menos de eso no me pasa nada, maldito karma..."

Elvis Acevedo

El segundo largo no fue mejor que el primero, mucha roca descompuesta y malos agarres, muy poco fiables, así que prácticamente rebotaba en ellos, dinamice mucho en este tramo. Al fin una pequeña terraza, por fin la roca estaba mejorando de calidad, ya se estaba volviendo granito, teóricamente tendría mejores agarres.

Monte la segunda reunión y le avise al "Cocho". Subió a duras penas, cuando llego le volví a hacer la pregunta de rigor, ¿Estas bien? ¿Quieres bajar?.

En mi interior me sentía culpable, me cuestionaba que clase de cordada era, de poner mis prioridades por sobre mi cordada, pero conozco al "Cocho", había sobrevivido a una caída que para cualquier otro mortal hubiera sido nefasta, así que por ese lado me sentía mejor, listo!!

Gran Torre

Foto: Gran Torre desde el glaciar Cortaderal.

"El segundo largo fue penoso, no podía estirar la muñeca izquierda, y las costillas me ardían tanto que comencé a pensar que la piedra me había quebrado un par, pero no quería bajar..."

"Seguí escalando sin pensar más que en el siguiente agarre, la cumbre SO se veía casi a nuestra altura, y solo es un poco más baja que la principal, quedaba poco, había que hacer un último esfuerzo!!!.

“Sabía que Ricardo no tendría problemas con volver a puntear el largo, pero para mi era frustrante, pensaba  que este era el último largo, y fue realmente una tremenda frustración no poder subir de puntero, había soñado con este cerro, la roca ya estaba mejorando, se veía que venían unas fisuras hermosas, se me hacían agua las manos, tantas veces pensé en las emociones que iba a sentir cuando fuera avanzando metro a metro en pos de la cumbre, pero eso no podría ser, solo tuve que convencerme de que lo importante ahora era cumplir el objetivo, era la cumbre..."

Elvis Acevedo

Ya estaba instalada la reunión, me equipe nuevamente y seguí. Este tercer largo comenzaba con granito y unas fisuras muy evidentes, empotraba todo, en algunos tramos tuve que zig-zaguear lo cual se tradujo en que la cuerda se metiera por diedros y fisuras, lo cual la atoraba y me hacía imposible el avance.

Me metí a una chimenea que vi y tire la cuerda lo mas que pude, seguí hasta otra chimenea que había más arriba, ya no podía mas, veía la cumbre y esta me sacaba la lengua, monte la reunión, de todos modos no llegaría ya que "Cocho" me aviso que me quedaban 5 metros de cuerda.

Este tramo fue más técnico, me cubrí del viento en la chimenea, parado, muy incomodo esperando el lento pero comprensible avance del "Cocho", desde arriba escuchaba sus puteadas, la cuerda se le trababa de igual modo que a mí y en su estado era más difícil de manipular, tuvo que rapelar en un momento para poder desengancharla.

Cuando llegó a la primera chimenea conversamos un poco, le arroje un tramo de cuerda para que me pasara el equipo ya que estábamos como a tres metros de diferencia, le pedí que hiciera una reunión donde estaba, ya que estaba cómodo, desarme la mía y continué.

Gran Torre del Cortaderal

Foto: Solo un poco más alta que nosotros...

Podía ver la cumbre, opte por ir de frente a ella, pero la última parte era muy expuesta y con malos agarres, me sentía un poco frustrado ¿Esta será la cumbre?

Comencé a ascender fuerte y derecho, pero cuando me exponía un poco el viento me botaba, lo intente un par de veces pero no había caso. Recordaba las fotos en blanco y negro del ascenso del 64, donde Tarsetti salía haciendo un traverse a la izquierda, casi llegando a la cumbre.

Mire a la derecha y había una caída de cientos de metros, increíble, tomaba la cumbre con ambas manos pero no estaba allí. Me decido a hacer un movimiento de último momento y saco la cabeza por la izquierda, ahí estaba la pasada de la foto, me latía mi corazón a mil por hora!!!

Hice el cambio a la izquierda y me fui. En este tramo, a unos dos metros abajo había una terraza muy amplia, pero no me servía para ascender, pero para el rapel de bajada seria increíble. Había unas regletas y fisuras horizontales muy buenas para las manos pero no tan buenas para los pies, así que me dije, “ya estás aquí, así que juégatela con todo”. Usé las regletas en oposición, puse unos cuantos seguros intermedios y por fin ya estaba ahí, donde tanto anhelaba estar, no deje que mis emociones me embargaran, aún faltaba que llegara "Cocho", “que aguante este tipo, que porfía”.

Monte la reunión y le dije que podía subir, recupere la cuerda, ya veía al "Cocho",  nos miramos y nos reíamos a carcajadas, esas risas únicas y autenticas, verdaderas carcajadas de felicidad absoluta, a lo lejos me grita “lo hiciste weón”,  mientras solo pensaba en que llegara y así poder celebrar tan memorable momento, venía haciendo sus últimos esfuerzos con lo que le quedaba, a puro corazón, coraje y pelotas.

Cumbre

Foto: Ricardo y Elvis, cumbre en la Gran Torre del Cortaderal.

Llegó a la reunión, le pedí su daysi chain y le hice un ballestrinque, lo abrace, nos felicitamos y me puse a llorar como cabro chico mientras el "Cocho" grababa un video donde no pude decir ni pio, no me salían las palabras.

Le di mil gracias a esa hermosa torre, la abrazaba, la olía, quería que esa sensación se quedara toda la vida conmigo, fue uno de los mejores momentos de mi vida, pensaba en mi hijo Sebastián, que ganas de tenerlo aquí para abrazarlo, creo que por eso abrazaba a la torre, el estaba ahí conmigo.

“A Ricardo se le había trabado la cuerda debajo de una laja, no corría nada, así que para llegar a ella tuve que soltarme de la cuerda y avanzar 2 o 3 metros para poder destrabarla, estaba dentro de la chimenea, en una zona muy cómoda, por eso lo hice de esa manera.

Luego baje, me acomode en la reunión y le di el vamos a Ricardo que estaba como cinco metros más arriba mío, atascado, ahora podía continuar. Por la visual parecía que la cumbre estaba a pocos metros de su posición, intento irse por la arista, angosta y filuda, pero el viento lo movía, tan liviano y flaco que es este cabro pensaba...

Después de un rato se paso a la izquierda, la cuerda comenzó a correr más rápido, paso la marca de los treinta metros, todavía falta pensé, me di ánimo, al menos en la chimenea donde estaba había quedado muy protegido del viento, pero seguía bastante adolorido.

De un momento a otro la cuerda no corrió mas, no escuche nada, así que deje pasar unos minutos y partí, no quería pensar si Ricardo estaba en la cumbre o no, solo partí...

Bajando

Foto: Rapeles de bajada...

A los pocos metros veo nuestro friend regalón, el único de vástago rígido que tenemos. La fisura era perfecta, pero era un paso de mano izquierda, no lo podía hacer, me dolía demasiado, mire a mi derecha y vi buenos agarres, claro que tuve que pasarme a la pared vertical de la torre.

Fue una pasada de aquellas, con 200 mts de aire debajo mío, con el viento dándome con todo, en roca de muy buena calidad, fue una gozada!!!

Llegue al filo y me asome a la travesía, vi a Ricardo al fondo, asegurando desde la cumbre y pensé, "lo hiciste weón, esta cumbre es tuya..."

Elvis Acevedo.

Luego de ese momento tan fuerte, las fotos de rigor. "Cocho" sería el encargado de los rapeles, así que comenzamos a bajar hasta la terraza amplia que pasamos rumbo a la cumbre donde Elvis encontraría una hermosa sorpresa.

Luego baje yo y me mostro una lata de sardinas de esas muy antiguas, “que suerte” le dije, “yo venía buscando clavos y no vi nada” nos matamos de la risa, se la llevo como recuerdo. Como la roca era muy filuda y con muchas fisuras, diedros y demases, decidimos hacer varios rapeles cortos para no dañar la cuerda, y bajar las probabilidades de que se trabara.

En total montamos cinco rapeles hasta el canalón. Muy felices nos comenzamos a equipar para la bajada. No lleve mi linterna frontal, “pero como tan weon” pensaba, pero aún había luz natural, lo que más me importaba era pasar el “tapón” rocoso.

Comenzamos a bajar por la nieve ya blanda, hasta que llegamos al famoso tapón, buscamos una roca “fiable” para montar el último rapel, encontré una y puse una anilla, pasamos la cuerda y listo. Nos encordamos porque las grietas eran cada vez más frecuentes, ya estaba de noche pero pude bajar sin problemas, la luna llena que salió era brillante, hacia sombra del Cortaderal sobre el glaciar, “y vo preocupado de la frontal” me decía el "Cocho". Era una luna increíble, creo que fue el signo de que la torre nos agradecía por la visita y nos decía “se lo merecen chicos”.

Elvis y Ricardo

Foto: Elvis Acevedo y Ricardo Hernández.

El regreso a las carpas fue lento, se hacía sentir el cansancio de la jornada, el frío de la noche, además las grietas y los penitentes que no nos daban tregua, incluso el desprendimiento de un pequeño serac nos paso más cerca de lo que quisieramos...

Al fin, aventuras mas, aventuras menos, llegamos al CB, un gran abrazo y las felicitaciones, estábamos felices, nos metimos a la carpa para descansar un poco, aseamos y cambiarnos de ropa.

Al rato nos juntamos en la carpa del "Cocho", cenamos unos menestrones de lata y mucho té, escuchamos música, yo cure mis heridas, me tomé unos ketoprofenos, unas vitaminas,  vimos el video de Neil Pearl y a hacer tuto, fue un día increíble!!!

Autor: Ricardo Hernández.

 

"Nunca busco la muerte, pero no me importa la idea de morir en las montañas, para mí sería una muerte sencilla. Después de todas la experiencias que he vivido en ella, estoy familiarizada, y la mayoría de mis amigos están allí, en las montañas, esperándome..."

Wanda Rutkiewicz.