Cerro Franke
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Habíamos estado carreteando en Mendoza con mi amigo de infancia Ulises Espinosa, y después de la etapa de diversión, mujeres y tenedores libres, nos movilizamos a la zona del Cordón del Plata para ver que podíamos hacer después de tanta comilona, baile y rock and roll.
Así después de llegar, instalar un campamento en las "Morrenas Coloradas" y hacer las cumbres de "La Cadenita", nos trasladamos a la Quebrada Vallecitos, al campamento "Las Veguitas" con la intención de ascender lo que alcanzáramos en el poco tiempo que nos quedaba.
Escogimos uno alto y sencillo pero de un desnivel considerable. El Cerro Franke con sus casi 5000 mts y 1800 de desnivel desde el CB, se presentaba como una buena alternativa, teniendo en cuenta que tiempo para la "Súper-Canaleta" del Rincón ya no teníamos y los canalones de la Cara Sur del Adolfo Calle estaban muy secos.
Foto: Cerro Rincón desde la Arista Norte del Franke. |
Madrugamos y el sol nos pilló cuando ya subíamos por la ladera del cerro en dirección a la Arista Norte. En este lado de la cordillera el sol sale por el horizonte sin que lo tapen los cerros, por lo que avanzamos muy poco rato a oscuras, y disfrutamos un rato la extraña sensación de estar al "revés" jaja... El ascenso es sencillo, se transita por sendero el cual se pierde a ratos, a veces algunas pircas de rocas indican el camino pero este es obvio, solo hay que seguir la arista que en algunos tramos exige pasar entre rocas grandes. |
La visual que comienza a abrirse en la medida que se gana altura es preciosa, el Rincón y el Vallecitos dominan el paisaje hacia el Oeste. El día es perfecto, de esos que uno siempre pide, despejado y con poco o casi nada de viento, sin embargo el terreno hace que a ratos el ascenso sea algo tedioso.
A los que nos gusta un poco mas la escalada, sobre todo el terreno mixto, los acarreos o subidas eternas por senderos erosionados siempre son una prueba mental, evitar latearse y querer devolverse es el desafío por ahora.
Me consuelo mirando las tremendas rutas que existen en las "Caras Este" del Vallecitos y Rincón, las canaletas de la Cara Sur del Adolfo Calle y mas montañas que siguen apareciendo en el horizonte, además de recordar una que otra niña Argentina que vi en la hostal de Mendoza....
Foto: Hacia el norte se asoma el Cerro Colorado. |
En eso estoy cuando me doy cuenta que le saqué ventaja a mi compañero, y eso que yo soy lento. Decido parar un rato a esperarlo, tomar algo - jugo por esta vez - y pestañear un rato al calor del sol y de una brisa que ya no es tan suave como al comienzo del día. Ulises me alcanza, descansamos un rato mas y continuamos, lo noto cansado, comienzo a pensar que se puede quedar en el camino y si en ese caso me animo a seguir solo, decido esperar a que pase, en una de esas se repone y a ritmo tranquilo llegamos los dos a la cumbre, que es la idea. |
No ocurre, a unos 800 mts de la cumbre, o sea faltando harto todavía, me dice que esta contento con llegar hasta aquí pero prefiere bajar con fuerza. No hay problema le digo, le saco algunas fotos y decido continuar, por suerte la bajada desde aquí es sencilla, así que puedo seguir tranquilo hacia la cumbre. Ahora intentaré acelerar un poco el ritmo (yooopo, el más veloz...)
Miro para arriba y parece que falta poco, siempre parece que falta poco, a estas alturas del partido ya ni debería hacerle caso a esas sensaciones, nunca es así. Un tramo que parecía me podía "zampar" en 15 minutos me lleva una eternidad, no hay camino y la subida es directa por las piedras resbalosas, o quizá yo perdí el camino y decidí tirarme fuerte y derecho, que en realidad es lo mas probable.
De todas maneras comienzo a ver el final del camino, la cumbre, o bueno, espero que sea esa y no vengan un montón de antecumbres más, intento recordar algún relato leído a ver si hablan de antecumbres, la verdad no recuerdo nada, tampoco encontré mucha información de estos cerros, solo me concentro en subir, a estas alturas los muslos ya comienzan a reclamar.
Foto: Cumbre... |
No se que hora es, no tengo reloj, no me gusta usar, años que no uso, ni en la ciudad, menos acá. Miro el sol, sigo sin saber... Descanso un rato en una piedra, me tiento a sacar el GPS para ver la altuta y saber cuanto falta, filo, no voy a calentarme la cabeza. Controlo la ansiedad, me paro y sigo subiendo, si se me hace de noche en la bajada da igual, e bajado un montón de cerros de noche; en eso recuerdo que en la mañana se me acabaron las pilas de la linterna, mmmm..., mejor me apuro. |
Estoy cansado, pienso sino habrá sido mucho carrete en la ciudad, después me doy ánimo pensando que la energía necesaria para este tramo vendrá de los últimos bifes de chorizo que me comí antes de partir. En eso estoy cuando llego al pie de la pirámide cumbrera, mira sino hay que trepar en la parte final.
Trepo y trepo como Perico que trepaba por Chile, terreno sencillo, se ve hacia la cara sur, miro hacia arriba y veo flor de cruz metálica, debe ser la cumbre pienso....
Llego, alegría, viento, frío, una espectacular vista de la Cara Este del Plata, pena por no haber llegado con mi compañero, recuerdos de los que no están, o de los que están lejos, tantas cosas piensa uno en una cumbre, sobre todo estando solo, después se me olvidan todas, lo del relato es chamullo novelesco nomás.....
Escudriño (Buena palabra eh!!!) el libro de cumbre que está muy bien guardado en una muy buena cruz cumbrera, leo un rato, algunos nombres famosillos como el de Heber Orona (Famosillo en Argentina al menos) que subió como en la mitad de tiempo que yo, así que para no bajar mas mi alicaído ego no leo ni una %&/% mas...
Foto: CB en "Las Veguitas". A la izquierda el Cerro Franke. |
Dejo un testimonio, saco algunas fotos, miro el paisaje, me como un Súper 8 y tomo algo de jugo, decido comenzar la bajada ya que hay algunos tramos de rocas que no me gustaría pasar a oscuras, y yo soy mandado a hacer para perderme en las bajadas, hasta en el Pochoco me a pasado.
El descenso es laaaargo y agotador, le pongo un ritmo "demolerodillas" para llegar a lo mas sencillo antes de que se me vaya la luz. Ya empieza a caer la penumbra, no se que hora es, miro el sol en el horizonte...sigo sin saber...
Ya estoy en lo plano cuando esta oscuro, yo sin lentes y sin linterna, solo miro la mancha blanca que indica el nevero al lado del cual esta la carpa, esquivo piedras para no tropezarme y después de un tiempo que siempre es mas corto de lo que uno cree, llego a la carpita, que buena sensación...
Solo queda comer, reposar, descansar, nos quedan pocos días y debemos intentar algún otro cerro para que Ulises vuelva con alguna cumbre y para bajar a carretear a Mendoza de mejor ánimo.
Y eso jue.......
Autor: Elvis Acevedo.
"Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena..."
Ingmar Bergman.