Cerro El Durazno
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Después del ascenso al Capitán del Quempo buscamos un cerro por el día, sencillo pero no muy común, para salir a estirar las patas, y que además le serviría a Christian como salida definitiva para sellar su ingreso al Grupo de Trekking de los Perros.
Así fue como un sábado de marzo partimos junto a Christian Quezada, Jaime Wastavino y Carol Jaque en busca de la cumbre del Cerro El Durazno, ubicado en el sector de El Alfalfal, una zona a la que no vamos mucho.
Temprano llegamos a El Alfalfal, pagamos una entrada para que nos abrieran el portón de ingreso y avanzamos por el camino vehicular que sigue una línea de torres de alta tensión, ruta muy usada por ciclistas y que recorre toda la Sierra de Ramón por su vertiente Este.
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En un principio nos equivocamos de camino y fuimos a dar a un sector donde había buenas zonas rocosas como para pensar en ir a escalar y equipar algunas rutas. Después de devolvernos un rato dimos con el camino, nos estacionamos y comenzamos a subir.
El Ataque de los Clonquis...
No encontramos ningún sendero, pero la subida se veía muy sencilla y directa hacia la cumbre que se destacaba nítida contra el cielo.
Al poco rato nos dimos cuenta del error de entrar a la ruta por donde lo hicimos, estaba completamente lleno de clonquis, esa desagradable pelota espinuda de todos los portes y formas que se pega a la ropa, cordones, y a cualquier cosa rugosa.
Quedamos absolutamente llenos de esas cosas, pero llenos llenos, era como una coraza de clonquis, imposible sacarlas del pantalón o de los cordones, resignados decidimos continuar intentando darles la menor importancia posible, salvo por los pinchazos.
Foto: Cumbre en El Durazno. |
El ascenso es sencillo, trascurre por un filo de pendiente moderada hasta llegar a una banda rocosa que lo atraviesa y que obliga a realizar un traverse por el lado derecho; este es algo incómodo por lo inestable del terreno, pero superable en unos 15 a 20 minutos hasta llegar a un punto donde hay que comenzar a remontar nuevamente hasta volver al filo. Al salir al filo nos reunimos todos, con Christian nos habíamos adelantado mientras Jaime, caballerosamente, venia acompañando a Carol que venía algo cansada, aprovechamos de descansar, sacar algunas fotos, beber y comer algo, lo típico. |
Aquí nos separamos definitivamente, con Christian subimos rápido, llegamos a la parte alta y comenzamos a buscar la cumbre, no fue tan sencillo, la parte alta tiene varios promontorios que parecen ser el punto más alto, como sabía que algunos conocidos habían subido no hace mucho, asumí que debían haber dejado alguna pirca que indicara el punto final, y así fue.
De lejos vi la pirca, me dirigí a ella y disfrute la hermosa vista que me permitía ver muy a lo lejos el Cerro El Plomo, el Cordón de los Quempos, y hacia el sur el Casa de Piedra y cerros vecinos.
Al rato llegó Christian, nos dimos un abrazo muy contentos por esta sencilla pero bonita cumbre, nos quedamos esperando bastante rato a Jaime y Carol, pero después nos dimos cuenta de que habían comenzado a descender.
Bajamos rápido para alcanzarlos y reunirnos todos. De ahí, directo hacia abajo donde hicimos un alto para descansar, tomarnos una cerveza y darle la bienvenida a Christian que con esta cumplía su sexta salida dando por finalizado su proceso de postulación a los Perros, con pleno éxito por lo demás.
Continuamos la bajada y divagando entre futuros planes de cerros llegamos al auto, dimos por perdida la ropa atacada por los clonquis y por terminado nuestro ascenso al muy bonito Cerro El Durazno.
Autor: Elvis Acevedo.
"Hay una distancia entre la fuerza de un hombre y aquello que alcanza y que sólo una voluntad de hierro le permite recorrer"
Khalil Gibran.