Cerro Diente del Diablo
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Hacia finales de octubre y principios de noviembre del 2004, yo estaba preparando un paseo a Termas de Colina con mis compañeros de Laboratorio, postergado por una intempestiva lluvia primaveral. En la misma fecha del paseo recibí una invitación de Nolberto Alarcón para ir al Diente del Diablo con gente de los clubes LAC y Cenit, iba un grupo de buenos montañistas y a palabras de Nolberto sería bueno para mi "codearme" con ellos, cosa que a mi me daba lo mismo, pero encontraba el Diente un muy buen cerro.
Postergué una semana mi paseo de laboratorio y comencé a prepararme para el Diente del Diablo, sin embargo las noticias de Nolberto durante la semana no eran buenas, la mayoría de la gente comprometida se bajaba por diferentes motivos a pocos días de partir, el ánimo de mi varias veces cordada estaba bajo, pero yo ya me había echo la idea y quería ir igual, así se lo planteé y logré convencerlo (cosa no fácil).
Nos pusimos de acuerdo en todo lo necesario y nos fuimos. El grupo quedó formado por Nolberto Alarcón (LAC) Fernando Brown (Cenit) y Elvis Acevedo (Perros Alpinos).
Nos fuimos en la camioneta de Fernando, personaje bastante simpático y con quién hicimos buenas migas en el trayecto, mientras pasábamos a buscar al "Nolo". El recorrido nos llevó rápidamente por el archi-conocido camino hasta llegar a Lo Valdés. Esta vez dejamos el auto estacionado en el Refugio Alemán y comenzamos la marcha por este hermoso cajón que tantas veces he recorrido desde niño.
Foto: Campo Base. |
Subía bastante gente pero solo a la altura de las vegas interactuamos con ellos, eran un grupo del Club Alemán Andino (DAV) Avanzamos hasta el fondo del cajón, un poco más que la gente del DAV, y armamos nuestro campamento. El cielo se había nublado y hacia bastante frío, pero estaba estable. El grupo estaba algo resentido, Fernando algo cansado y Nolberto pendiente de su dedo que había sido víctima de un fuerte apretón contra una puerta en la semana, con ese panorama comimos y nos guardamos esperando levantarnos como a las 04:00 para salir una hora después. Como pocas veces el horario se cumplió, pocos minutos después de las 04:00 de la mañana ya estábamos caminando, y para sorpresa nuestra las frontales de la gente del DAV ya estaban en la parte alta de la canaleta, habían salido como dos horas antes. |
El día estaba nublado pero agradable, me adelanté un poco y al rato me di cuenta de que estaba solo, Fernando no se sintió bien y decidió volver, Nolberto se había sacado un guante para arreglarse un crampón y con el guante salió también la uña de su dedo malo, !Auch!, me llegó a doler de imaginármelo cuando me lo contó a la vuelta.
Bueno, en fin, seguí ascendiendo por la canaleta, el saber que había personas en la ruta me daba algo de confianza, no esperaba alcanzarlos, de echo pensaba topármelos en la bajada y pedirles las indicaciones de la ruta para más arriba, sin embargo a la salida de la canaleta alcancé a dos del grupo del DAV, Francisco Toyos y Verónica Bondhart, que trataban de acordarse de algún nudo para poder usar un pasamanos que habían instalado en la parte de la travesía que deja bajo la canaleta final, cruzamos saludos, les eché una ayuda, y todos usamos el pasamanos.
Cuando llegué al final me encontré con otro miembro del grupo DAV, el me comentó que en la parte alta el resto del grupo estaba atascado por que se habían quedado cortos de cuerda y había una pasada complicada, así que le comente que yo traía 60 mts y que podían servir, y me mandé para arriba ocupando dos cuerdas mas que estaban ya instaladas, me fui topando con el resto de los miembros del DAV, me salí de la cuerda y subí por pendientes de nieve hasta donde estaba el guía de la salida DAV con un francés buena onda, le pase la cuerda y pudimos superar la pasada.
Foto: Diente del Diablo y Colmillos del Diablo. |
Después de ese tramo venían otras pendientes de nieve y un nuevo resalte rocoso, un Alemán se fue abriendo la huella, yo me fui pegadito a él mientras el guía del DAV, como buen jefe de salida de su Club, se preocupaba de que todos superaran sin problemas la pasada de roca de más abajo.
Con el Alemán llegamos al resalte y después de un par de intentos me dijo ¿queris probar tu?, o al menos eso le entendí, y me fui para arriba. Me costó darme impulso pero logre pasar, y me fui a la última pala de nieve que lleva al filo entre las cumbres norte y sur del Diente. Era una delgada capa de nieve y bajo ella piedras sueltas, estaba bastante parado y muy expuesto, así que bien tranquilo me las arregle para salir arriba y después de unos trepes rocosos instalarme con un nublado y frío día en la cumbre del Diente del Diablo, !!!Que feliz estaba!!!!.
Foto: Cumbre del Diente del Diablo. |
Poco a poco fueron llegando los integrantes del grupo DAV, nos saludamos y estuvimos un rato corto en la cumbre, el día estaba bastante amenazante. Decidimos juntar las cuerdas y bajar rapelando para mayor seguridad, sin embargo éramos muchos, lo que hizo la maniobra bastante lenta, pero a su vez me permitió compartir experiencias con algunos de mis “compañeros” de descenso, lo que hizo mucho más agradable la espera. |
Ya en el penúltimo pasamanos y con una huella en la nieve muy deforme por el constante transito me mandé un resbalón que si no hubiera estado enganchado me abría dejado varias centenas de metros mas abajo, cosas que pasan.
Ya en la salida de la canaleta me volví a separar de la gente del DAV, un poco preocupado por lo tarde que era y por mis compañeros allá abajo en el campamento, por lo que traté de apurarme un poco. Cuando llegue me topé con Nolberto que me contó lo de su dedo, ya tenían todo desarmado, ordené rápidamente mis cosas en la mochila y partimos inmediatamente de vuelta, me despedí de mis improvisados compañeros a la pasada y la historia del Diente del Diablo comenzó a ser parte de mis hermosos recuerdos de montaña...
Autor: Elvis Acevedo R.
Resúmen de las ascensiones del Grupo al Cerro Diente del Diablo:
Noviembre del 2004: Elvis Acevedo.
Diciembre del 2005: Jaime Wastavino y Juan Carlos Caro.
"Los inicios del alpinismo, no han de ser difíciles, sino bellos"
Walter Schmid.