Cerro Canoitas

Canoitas
  • Altitud: 2650 msnm.
  • Ubicación: Valle del Río San Francisco - RM.
  • Fecha: Agosto del 2009.
  • Integrantes:
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
    • Christián Quezada (Invitado)
    • Kristin Meyborg (Ramuch)
    • Christian Soria (Ramuch)
    • Julio Méndez (Ramuch)
  • Ruta: Cara Oeste.

A principios de este año (2012) y asumiendo lo flojo que soy para entrenar por mi propia cuenta, decidí incorporarme a los conocidos y clásicos entrenamientos de la Rama de Montaña de la U. de Chile, que funciona en el Campus Juan Gómez Millas, aprovechando una gran ventaja que tengo, trabajo en ese mismo campus.

Siempre he sabido de esos entrenamientos, años atrás escalé y compartí mucho con gente de esa Rama, Feña Yañez, Mauricio Montané, Nolberto Alarcón y otros, pero en aquella época trabajaba en la Facultad de Medicina y simplemente me daba lata pegarme el pique para entrenar en Gómez Millas.

Así que un día me decidí y fui, me inscribí y participe de los entrenamientos como un mes, y después...bueno, después no fui más..

Estaba inmerso en los proyectos de los Perros, veníamos llegando de Bolivia donde nos había ido bastante bien para el poco tiempo que estuvimos, estaba re-tapado en pega y además en invierno hace frío y a nadie le dan muchas ganas de entrenar, sean honestos...

Canoitas

Foto: Ascenso invernal al Cerro Canoitas.

Hasta que un día en el laboratorio tomándome un café, me acordé del foro de la Rama y decidí entrar a ver si había algo entretenido.

Como al quinto intento me acordé de la clave y pude entrar, comencé a leer algunas cosas y me topé con una invitación a un cerro, era de la Kristin, invitaba a subir el Canoitas, no esta demás decir que en ese momento yo no conocía a nadie de la Rama, pero a nadie nadie, o sea...a nadie, tampoco a la Kristin...

El Canoitas pensé, nunca lo he subido y quizá sea una buena forma de volver a meterme a la Rama y empezar a entrenar de nuevo, además que siempre es bueno conocer gente. Pero como no conocía a nadie y no quería aparecer de la nada, llamé a Christian Quezada y le pregunté si le tincaba ir a un cerro por el día, así al menos podría ofrecer el trasporte para la salida ya que veía que no había auto para llegar al cerro.

Christian engancho altiro, así que me anoté en la salida y ofrecí el auto de una, me mandé un par de mensajes con la Kristin para coordinar horarios y todo eso y quedamos listos, era viernes, había que carretear...

Quezada con caña, yo con caña, de nuevo. Estábamos esperando al resto del grupo en una farmacia cerca del Metro Escuela Militar, yo sabía que eran tres personas, pero aparte de la Kristin no tenía idea quienes eran los otros, al final cuando llegaron nos presentamos todos y resultaron ser el Pelao Julio Méndez y el Chino Christian Soria, puros buenos cabros...

El día estaba despejado, hace poco había llovido en Santiago así que asumíamos que el cerro iba a estar blanco blanco, cargadito de nieve, dándole mayor atractivo a la salida.

Llegamos rápido a la base del cerro, donde comienza el sendero, empezamos a subir y yo me quedé atrás, “estos cabros entrenan harto” pensé, “así que deben ser rápidos”, así que yo con caña no tenía ninguna opción de irme primero.

Canoitas

Foto: Enfilando hacia la cumbre...

A poco andar nos metimos ya en la nieve, sin senderos. Paramos a discutir un poco por donde subir, no reconocíamos el cerro por ningún lado, y la verdad yo ni había leído sobre la ruta, así que me mantenía lo mas callado posible. Decidimos seguir por un filo, en dirección a una punta que se veía al fondo y que parecía cumbre, la otra opción se veía demasiado cerca (al final era esa).

Subimos abriendo huella hasta que el grupo paro a ponerse polainas, la nieve ya estaba más profunda, a mí se me quedaron, así que para no enfriarme por que corría algo de brisa, decidí continuar.

A veces estando con caña me embalo, para así poder bajar a dormir luego a la ciudad, por lo que le metí turbo y me mandé para arriba abriendo huella por nieve bastante profunda, buscando las mejores pasadas entre las rocas tapadas, el paisaje estaba espectacular, todo blanco, con un cielo azul despejadisimo.

Rato después Quezada me alcanzó y compartimos el esfuerzo de abrir huella, el resto del grupo nos seguía de cerca, hasta que llegamos a la que suponía era la cumbre, que no era, no encontramos nada, ni una pirca, ni un pedazo de madera, nada. De todas formas aprovechamos de parar, tomar algunas fotos y reunir a la patota.

Cumbre

Foto: Cumbre en el Canoitas.

Al rato le dije a los muchachos “vamos para allá”. Al sur se veían un par de puntas mas, quizá alguna de esas podría ser la cumbre correcta, todos aceptaron entusiasmados, igual era temprano.

Le dimos por el filo, siempre por nieve bastante profunda, hasta que después de un rato llegamos a un punto donde a lo lejos se veía claramente un mástil de madera, nos volvió el entusiasmo y partimos embalados hasta que llegamos todos juntos a la cumbre correcta, la cumbre del Canoitas, claramente marcada.

Aquí estuvimos otro rato disfrutando la visual de una Cordillera Central completamente nevada e invernal, pero hacía algo de frío y corría bastante viento, así que después de las fotos y abrazos comenzamos la bajada.

Esta fue rápida y sin inconvenientes, con Quezada llegamos al auto a fumarnos unos puchos mientras llegaban los demás, de ahí ordenar las cosas y partir de vuelta a Santiago.

En resumen fue una muy buena cumbre, cerro por el día que siempre sirve de entrenamiento, pero para mí fue la cumbre con la que pude comenzar a conocer gente de la Rama y que me reflotó las ganas de comenzar a entrenar de nuevo en la Facultad, así que fue una jornada de esas perfectas, solo faltó la chela en la cumbre (se me olvidó llevar).

Autor: Elvis Acevedo.

 

“La lucha con las montañas, útil como el trabajo, noble como un arte, bella como una fe.”

Guido Rey.