Volcán Boris Kraizel Loy

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  • Altitud: 6.033 msnm.
  • Ubicación: Cordillera Sundt - Región de Atacama.
  • Fecha: Febrero del 2023.
  • Integrantes:
    • Fernanda Weinstein (Invitada)
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
  • Ruta: Directa Cara Oeste - Primer Ascenso.

El día después de subir el Vicuñas nos tomamos un merecido descanso en el refugio Murray, donde compartimos toda la mañana con Renata, Carlos y Marcelo, en un ambiente demasiado agradable y buena onda. Fue una linda mañana de compañerismo de montaña.

Nuestros amigos brasileros, que descansaban de su ascenso al Barrancas Blancas, querían ir explorar un acercamiento por el lado oeste a los cerros Peña Blanca y Boris Kraizel, diferente a la ruta más común del Peñas que es por la cara este, que yo conocía de mi ascenso del año anterior, y también diferente en el caso del Boris, que se sube por el portezuelo que lo une al Peñas, generalmente después de subir este último. También tiene una ruta más directa por el lado este que se abrió un par de semanas antes de que nosotros llegáramos a la zona, pero de esa nos enteramos al volver a Santiago. Así que cualquier cosa por el oeste tenía altas posibilidades de ser algo nuevo, ya que solo el Peña Blanca tiene ruta por esa cara, pero no el Boris.

Y así, después de toda una mañana de conversaciones profundas y no tanto, y de enterarnos con alivio de que nuestros nuevos amigos no eran Bolsonaristas (y ellos de que nosotros no éramos Republicanos) nos fuimos en la camioneta a darnos una vuelta por el altiplano.

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Foto: Preparándonos para salir a pasear.

Mas conversación, más tallas, más buena onda, y nos desviamos por el llano de Piedra Pómez en dirección norte, por donde intentamos avanzar todo lo que se pudo, hasta quedar bastante cerca del portezuelo entre el macizo de la cordillera Sundt, y el cerro Pircas de los Indios. Después de eso, regresamos al refugio, solo a buscar una sandía para irnos a los pozones termales de laguna Verde, donde todos menos Marcelo y yo se metieron a la laguna y a los pozones, a los pozones y a la laguna, para terminar, comiendo la fresca y jugosa melancia en la casucha, que casualmente ese día estaba desocupada. Pura felicidad con la sandía hasta que llegó un pseudo guía local hablando fuerte y haciéndose el simpático -cosa que no le funcionó mucho- y que parece que se sintió mal donde no le rendimos pleitesía, o sea, básicamente le dimos poca bola.

Estábamos en éxtasis comiendo sandía…

Después al refugio a descansar el resto del día. Para mañana el plan era partir todos juntos, nuestros amigos tenían como objetivo principal el Peña Blanca, nosotros, ruta nueva al Boris, pero podríamos compartir buena parte de la aproximación.

Despertamos temprano. Fernanda aun no aclimataba y había dormido poco, o casi nada, despertó bastante a maltraer, le pregunté si es que quería quedarse, lo pensó un poco, pero al final decidió partir. Buena cosa. Yo tampoco había dormido mucho la verdad, pero me sentía bien, y quería mantener el ritmo de un día de cerro con uno de descanso.

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Foto: Pozones y laguna, laguna y pozones, con un paisaje espectacular…

Desayuno y a cargar los autos. Esta vez iríamos cada uno en su vehículo, si bien compartiríamos la aproximación y todo lo que pudiéramos, preferimos tener independencia en el trasporte, en caso de cualquier cosa. Estaba oscuro aun cuando partimos en los autos, y aun lo estaba cuando nos bajamos y nos preparamos para partir. Ánimos varios y comenzamos a caminar.

Poco a poco comenzó a aclarar, y las vistas del altiplano con las primeras luces del día inundaron nuestros corazones (que lindo salió eso…), la verdad el paisaje era como siempre en este lugar, sobrecogedor.

Lo malo es que rápidamente nos dimos cuenta de que Carlos no iba muy bien, también había pasado mala noche, se sentía mal e iba lento, se esforzaba por seguir el ritmo, pero se le notaba complicado. En algún punto Marcelo nos sugiere a Fernanda y a mí, que sigamos a nuestro ritmo. Nos dio pena, pero en este punto nos separamos, los chicos intentarían el Peña Blanca, nosotros partimos al Boris.

Hicimos un traverse ascendente bastante largo para salir de la línea del Peña Blanca, y quedar bajo el Boris Kraizel, por un terreno de rocas y piedras firmes, que poco a poco dieron paso a nieve, bastante dura en algunos puntos, y con un aumento de pendiente muy notorio. Y yo sin crampones porque se supone que estos cerros son puro acarreo…

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Foto: La cara oeste del Boris Kraizel desde el Pico Wheelwright.

Todo el último tercio de la montaña estaba nevado y con una pendiente respetable. Fernanda en algún momento se recuperó por completo de la puna y volvió a la normalidad, y voló hacia arriba mientras yo trataba de seguirla. Algunos zigzag, subir sujetando los pies en pequeños salientes de roca que asomaban en la nieve dura, una vista cada vez más espectacular de la caldera Wheelwright, cuando de un momento a otro la pendiente cedió un poco, y llegamos al extremo oeste del largo plateau cumbrero. El Boris es un cerro con una cumbre muy alargada y plana.

Aquí tuvimos que bajar un poco para darnos cuenta de que el último remate iba a estar pesado por la nieve blanda y profunda. No era un tramo tan largo, pero nos debe haber tomado casi una hora cubrir la parte plana del cerro hasta llegar a la cumbre, bastante fatigados, donde encontramos una bonita caja de cumbre puesta ahí por el club Wechupún; mucho más linda que las porquerías ordinarias de Luksic, el mayor depredador ambiental de la historia de Chile.

¡Cumbre!, tercera del viaje, con un día ventoso y frío como siempre, pero soleado y sin nubes. Nos costo un poco encontrar la caja de cumbre, de echo fue casualidad, la pisamos cuando estábamos mirando si el punto en el que estábamos era el más alto, al ser una cumbre tan plana y alargada hay que fijarse bien.

Miramos los testimonios, dejamos el nuestro, sacamos fotos, y disfrutamos las siempre hermosas sensaciones de cumplir un objetivo. Miraba el Peña Blanca, donde había estado el año anterior, y nos preguntábamos si nuestros amigos brasileros habrían llegado. Después de un rato el viento y el frío se hicieron algo pesados y decidimos bajar.

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Foto: Avanzando por el plateau cumbrero.

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Foto: La cordada en la cima.

Recorrimos el plano en dirección oeste, y no quisimos bajar por los mismos sectores empinados de nieve dura y rocas con hielo, así que nos cargamos a nuestra izquierda buscando una larga pala de nieve que cuando estaba blanda nos facilitaba mucho el descenso, pero en algunos tramos duros nos dio más trabajo del esperado.

Como sea fuimos perdiendo altura hasta salir de la nieve y llegar a terreno seco, de piedras y acarreos, por donde nos lanzamos en línea recta hacia donde creíamos que estaba el “Tiburón” esperándonos. Esta vez, al contrario del Vicuñas, le apuntamos bien, y llegamos si problemas al jeep. Desde ahí todo tranquilo, solo las ganas de llegar rápido al refugio para asegurarnos de que nuestros amigos brasileros estaban bien.

Llegamos y si, todo bien, solo se habían devuelto porque Carlitos se sentía algo mal ese día, Nos felicitaron y disfrutamos el resto de la tarde como siempre con ellos, en un ambiente muy agradable y feliz.

Y fue el Boris, primera apertura de ruta para nosotros en el altiplano.

Autor: Elvis Acevedo Riquelme.

 

“Me llenaré del desierto y el cielo. Seré piedra y estrellas, inmutable, fuerte y segura. El desierto está completo, pero perfecto en su solitud. Seré el desierto.

Kiersten White.