Cerro Alto de las Vizcachas
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Uno de los fines de semana de Julio del 2008 decidí volver a la Sierra de Ramón. Después de mucho tiempo sin ir por esos parajes cordilleranos aún hay lugares que me falta recorrer, y quise ir a uno de ellos, el Alto de las Vizcachas. Con mucho trabajo y poco tiempo para hacer algo más, se presentaba como una buena alternativa para hacer algo de ejercicio por el día.
Partimos junto a Constanza Díaz con un lindo día soleado, en Metro Escuela Militar compramos algunas cosas y tomamos la micro C-02 que para sorpresa mía ahora llega hasta el Estadio mismo en San Carlos de Apoquindo. En ese lugar nos registramos con los guardias y tomamos un camino plano de tierra, llegamos a la entrada donde está el letrero de "Protege" y comenzamos la caminata.
Es un sector muy bonito, con árboles, plantas, y ese olor a humedad que tantos recuerdos trae. Toda la primera parte del camino es así, se agradece, se extrañan estos parajes tan verdes ya que generalmente estamos en la nieve, o colgados de alguna roca donde lo único verde puede ser algo de equipo o la lejana vista de alguna vega.
Así pasaron algunas horas y la vegetación alta quedo atrás, dando paso a los típicos arbustos achaparrados de media altura que abundan en la precordillera. El sendero a ratos se perdía pero era sencillo seguir una línea de subida cruzando el cerco de un lado a otro, y después de algunas horas, con una agradable temperatura, un día despejado y la hermosa vista de la Sierra de Ramón, llegábamos a las piedritas que marcan la cumbre.
Se disfrutan muchos estos trekkings, lo verde, lo calmo, lo relajado, el Alto de las Vizcachas nos ofreció una hermosa experiencia por el día, y al lado de Santiago.
Como suele sucederme bajando cerros pequeños, quizá por venir demasiado relajado por no decir "pajareando", en algún lugar me salí del sendero y después de pasar por un bonito mirador donde hay una cruz, que al parecer recuerda a un Arriero, terminamos bajando a campo traviesa hasta salir al camino. Cosas que pasan...
Pasamos por la portería y esperamos la micro ahí mismo, sin caminar nada. Muy contentos emprendimos el regreso a casa satisfechos por la jornada.
Autor: Elvis Acevedo.
"El camino hacia la cima es, como la marcha hacia uno mismo, una ruta en solitario"
Alessandro Gogna.