Punta Alazán
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Después de la exitosa salida entre miembros de la Ramuch y el G.A.M de los Perros al Cerro Vega, se nos ocurrió la idea de hacer una segunda salida conjunta para el fin de semana largo del 21 de Mayo.
Con Juan Carlos Caro, mi compañero en más de una treintena de cumbres, teníamos hace rato la idea de abrir una ruta nueva en el Cerro Placas, por su flanco norte, idea que se nos había ocurrido cuando subimos la Punta Rodríguez años atrás.
Sabíamos que tres días quizá no serian suficientes para este proyecto, pero decidimos intentarlo teniendo un "Plan B" por si el Placas no resultaba, este era la Punta Alazán, punta pequeña pero no por eso menos interesante, que esta ubicada justo en el vértice del mini valle del Estero Clarillo, y que tenia una sola de sus dos evidentes cumbres ascendida.
Foto: Cumbre NE y principal de la Punta Alazán. |
Invitamos a Ricardo Hernández, por ese entonces aún miembro de la Ramuch, y planificamos todo para una cordada de a tres, que se transformó en cuatro cuando se nos coló el legendario “Piolet Rockero”, o “Rosquero” o “Latero” o “Ratero” etc... Ramiro “Bon Jovi-Callejas” Frick, dos Perros, dos Chunchos, equipo listo. El primer día no logramos avanzar mucho en auto por el camino al Choriboulder, así que no nos quedó otra que mandarnos las mochilas a la espalda y empezar a caminar, con lo poco que nos gusta caminar. |
El día estuvo parejito, cuando el sol comenzó a esconderse francamente se puso helado, muy del mes de Mayo en todo caso.
Subimos tranquilos hasta instalar nuestro campamento en la entrada del mini-valle, flanqueados a la derecha por la imponente Pared Sur del Arenas, y a la izquierda por la verticalidad de la Punta Balcón, menos mal que no íbamos a ninguno de esos.
Mientras instalábamos nuestras carpas al ritmo de “Pappos Blues”, nos topamos otro grupo de la "Chile", de otra Facultad. No recuerdo de donde ni a que cerro iban, y al otro día ni siquiera los vimos, así que la verdad no tengo idea para que menciono esto...
Foto: Cumbre SO de la Punta Alazán. |
Ya dentro de las carpas cada cordada se dedicó a comer, Ricardo y Ramiro, con su lado femenino-culinario mas desarrollado, hicieron Paella, con Juan Carlos, tipos rudos y curtidos en las montañas, comimos alguna cosa que no recuerdo, seguramente fideos o porotos en lata, o algo por el estilo. Después nos juntamos todos en una de las carpas a tomar té, vino, vino y vino, echar la talla y relajarnos un poco antes de la jornada cumbrera. Cuando el tata Juan Carlos se empezó a quedar dormido todos nos fuimos al sobre, o en este caso al saco. |
No partimos muy temprano al día siguiente, estaba helado, ya había amanecido cuando comenzamos la marcha hacia la base del Placas.
La caminata entre acarreos duros y neveros se hizo larga, y se fue haciendo cada vez mas larga, tanto que en la medida que nos acercábamos a la base del Placas, viendo la hora y el desnivel que nos faltaba por cubrir, empezó a tomar fuerza la opción de intentar el Plan B.
Paramos a descansar un poco y comer algo, el sol se asomaba y comenzaba a alumbrar, pero no a calentar, el constante viento mantenía la temperatura muy baja, mirábamos al fondo del valle y veíamos como la nieve se levantaba producto de las fuertes ráfagas, era un ambiente muy hostil, se veía todo espectacular.
Ricardo Cristian - Cristian Ricardo (la verdad nadie sabe como se llama) se adelantó y cuando lo alcance estaba sentado en una piedra esperando al resto del grupo, Juan Carlos venia a pocos minutos de mi, y Ramiro se había quedado bastante atrás.
Foto: Buena vista de las cumbres del "Alazán". |
A esas alturas ya habíamos decidido ir por la Punta Alazán, no había que ser muy inteligente para darse cuenta que no teníamos el tiempo suficiente para intentar el Placas, la marcha hasta el fondo del valle, donde nace la ruta que queríamos intentar, nos tomo mas tiempo del esperado. Cuando llegue a la roca donde estaba Cristian Ricardo, me pregunto con cara de inquietud, si tendríamos tiempo para hacer alguna cosa, notaba en su expresión, que la idea de volver con las manos vacías lo angustiaba, así que para darle ánimo le dije “seguro, el Alazán sale fijo”...(aunque no tenía idea por donde subir) |
En ese punto esperamos a los demás para seguir en forma compacta hacia la Punta Alazán, desde acá no teníamos buena visual para determinar bien cual era la cumbre, así que después de desechar un par de opciones, escogimos una línea para comenzar el ascenso directo del cerro.
La subida fue por un sencillo nevero que luego dio paso a terreno mixto de bastante cuidado, pasadas de roca suelta cubiertas de una fina capa de hielo, íbamos tranquilos y disfrutando, echando la talla y viendo cada vez mas cerca la cumbre NE, pero muy atentos a lo que hacíamos.
Logramos salir al portezuelo entre las dos cumbres de la Punta Alazán, la NE se veía espectacular, una puntuda aguja rocosa defendida por un filo muy expuesto, era la cumbre que no tenia ascensión, y fuimos por ella.
Ramiro recupero el entusiasmo ya que venia medio chato, y se embaló hasta llegar con bastante facilidad al punto más alto, desde ahí gritaba y hacia señas como loco, nosotros le sacamos algunas fotos y seguimos sus pasos.
Juan Carlos fue primero, después yo y cerrando Cristian Ricardo-Ricardo Cristian. El filo era angosto con pasadas muy expuestas, pero lentos y tranquilos lo pudimos hacer sin necesidad de usar la cuerda, al poco rato, y con una ventolera de aquellas, todos nos acomodamos como pudimos en el pequeño espacio que nos daba la cumbre NE de la Punta Alazán, primer ascenso y todos felices.
Estando ahí me di cuenta que se me había quedado el GPS en el portezuelo, gran condoro, necesitamos documentar bien este tipo de ascensiones, Ramiro Callejas en un arranque de entusiasmo juvenil lo fue a buscar y lo trajo, así pudimos tomar las coordenadas y la altura de este filudo agujón rocoso.
Foto: Acevedo, Caro, Hernández y Frick. |
Estaba muy helado y no nos quedaba mucha luz, pero la vista era fenomenal, todo el sector glaciar del Mesón Alto y Loma Larga mas todas sus cumbres, en un paisaje muy nevado e invernal, sacamos algunas fotos y bajamos con mucho cuidado hasta el portezuelo. Estando aquí decidimos ir por la cumbre SO, esta cumbre ya tenía una ascensión, aunque la ruta usada fue por los acarreos de más al oeste en época estival. Nos demoramos nada en llegar, hicimos nuestro trabajo de GPS y ahora si, para abajo, queríamos salir de la parte mas complicada al menos con luz día. |
Íbamos súper contentos, un cerro, dos cumbres, muy estéticas. Una montaña pequeña en comparación a sus vecinos, y de estructura no tan destacada como el Placas, el Arenas o el Balcón, pero que nos ofreció una ascensión muy dinámica, en condiciones bastante duras y con una trepada final que recompensó todo el esfuerzo, ni hablar de la vista desde la cumbre, de las mejores que he tenido.
Bajamos lentos y seguros, ya de noche y con algunas dificultades dimos con las carpas, estábamos bastante agotados, ni siquiera recuerdo si comimos algo o no, lo que si recuerdo es que al día siguiente amaneció completamente despejado y espectacularmente frío, todo un rollo desarmar el campamento con las manos congeladas y tratar de bajar rápido hasta llegar al sol, lo que ocurrió varias horas mas tarde.
Ya en el camino todo sencillo, acalorados y contentos llegamos al auto, las empanadas de rigor en San Gabriel y listo, hasta la próxima aventura.
Autor: Elvis Acevedo.
"¿Cuándo puede depender de un día? En ciertas condiciones todo, la vida"
Kurt Diemberger.