Akioud

Akioud

 

  • Altitud: 4030 msnm.
  • Ubicación: Alto Atlas Occidental - Marruecos.
  • Fecha: Febrero del 2019.
  • Integrantes:
    • Elvis Acevedo (P. Alpinos)
    • Fabián Acevedo (P. Alpinos)
  • Ruta: Arista Norte.
  • Expedición: Alto Atlas 2019.

Ya estábamos llegando a la mitad del viaje. Con siete cumbres en el bolsillo nos podíamos sentir bastante conformes, pero aun teníamos tiempo para sumar algunas más. Trabajamos tres días seguidos, incluyendo la aproximación y dos de escalada, y nos tomamos uno de descanso que si bien estuvo semi despejado, se notó muy ventoso y helado en las cotas superiores de las montañas. Ahora estábamos listos para otra ascensión.

La vida en el Refugio del Toubkal es cálida y agradable, hay chimeneas, se duerme bien, no está congelado al levantarse, la comida es rica, todo lo que ayuda a tener un buen descanso, y aunque estamos más que acostumbrados a andar por las montañas en carpita, y evitamos siempre el uso de refugios, acá no teníamos opción. Los lamentables acontecimientos de unos meses atrás, donde dos turistas fueron degolladas por fanáticos de ISIS, cambiaron las normativas de la zona que antes casi no existían. Prohibición de acampar fue una de ellas.

En fin, fueron muchos problemas que tuvimos que solucionar en el camino, pero aquí estábamos, y ya habíamos agarrado ritmo de cerro, y de refugio. Habrá que ver si en el futuro las normas se ablandan o se afirman, si ocurre lo segundo, tendremos que seguir viendo como el turismo le roba espacios al montañismo.

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Foto: Vida de refugio...

Parando la oreja escuchábamos por todas partes que el clima mañana venía malo, sin embargo casi todos preparaban sus cosas para partir, la gran mayoría al Toubkal, la montaña más alta de la zona, de Marruecos, y de todo el norte de África. Nosotros, íbamos por el Akioud.

Ubicado entre el Ras y el Affella, el Akioud se muestra como una montaña de cumbre puntiaguda y aristas rocosas empinadas.  Tiene tres cumbres, la norte o principal, de 4030 metros, la central, de 4015, y la sur, de 3985 metros, y una gran variedad de rutas para escoger. Nosotros habíamos elegido la ruta de la Arista Norte hasta la cumbre principal.

Nos levantamos a las 05:00 am, como todos los días que partíamos a alguna montaña (mansas vacaciones…), bajamos a tomar desayuno donde nos encontrábamos a todos los grupos que se preparaban para partir a alguna cumbre. Por ahí nos enteramos de que un grupo grande de españoles también iban al “Aki”.

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Foto: Refugio Les Mouflons y Refugio Toubkal.

Tipo 06:00 ya estábamos afuera, y el clima estaba malo. Plumillaba y había viento, pero nada tan terrible. Nos pusimos los crampones por que la nieve comenzaba prácticamente al salir del refugio, y comenzamos a darle nomas.

El primer tramo va por la huella que se dirige al Toubkal, y después se desvía por otra huella bien marcada que va al Tizi N´Ouagane (“Tizi” viene siendo portezuelo, o collado), que es la ruta que usan quienes van a la normal del Ras y el Timesguida. Nosotros solo la seguimos por poco más de un kilómetro para después desviarnos, ya fuera de huella, por el valle de Amhraras N`Iglioua, al cual se accede pasando por unos sectores bastante estrechos, entre zonas rocosas, que más arriba se abren al mencionado valle, que más bien es una quebrada diría yo. Todo este tramo lo hicimos solo alumbrados por las frontales, y además con la nieve en la cara y en el haz de luz, por lo que todo lo descrito lo vimos en la bajada. Mientras ascendíamos veíamos solo algunos metros alrededor nuestro, y nada más. A ratos, mirando atrás, veíamos algunos haz de luz proyectados al cielo, seguramente del grupo español que nos seguía como a una hora de distancia.

Poco después de pasar el sector estrecho el terreno se abrió y se tornó más amplio, al mismo tiempo que la luz comenzaba a indicar el nuevo día. A veces las nubes se cerraban y no se veía nada, a ratos se difuminaban y podíamos ver mejor el terreno e intentar identificar algunos puntos para guiarnos.

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Foto: Fabián durante el ascenso.

No hacia tanto frío y el viento era soportable, sin embargo no habíamos parado desde que salimos del refugio. Subimos y subimos, sin detenernos ni a descansar ni a tomar agua ni nada. Solo en un pequeño balcón de nieve formado al alero de una roca, nos detuvimos como cinco minutos a tomar algunas fotos, pero decidimos continuar rápido.

Seguimos la subida por nieve a veces blanda y pesada hasta la Brecha NO, que separa el Akioud del Affella, y donde nace el filo norte. Desde abajo la había visto y pensé que la subida iba a ser más pesada, pero llegamos bastante rápido. Los españoles eran como 10, y venían bastante más abajo todavía.

Acá se acabó el tema de la nieve blanda, pero el terreno era de cuidado. Sin ser técnico, eran lajas de piedras lisas y sueltas, que ahora, dadas las condiciones, estaban cubiertas por una fina y poco consistente capa de nieve. Todo con una pendiente fuerte y directa hacia el fondo del otro valle.

Atentos, con cuidado, y afilando los crampones a ratos, avanzamos tranquilos por el filo. Desde abajo había pensado que en este tramo el viento nos iba a azotar, pero la verdad es que las condiciones, a pesar de la persistente nevada, se mantenían más que decentes para escalar. En algo así como 40 minutos desde que salimos al portezuelo, ya teníamos la pirca cumbrera a la vista.

La llegada a la cumbre tampoco era para hacerla corriendo, el terreno era expuesto y con un descuido era fácil terminar rodando para cualquiera de los cuatros lados, pero con un poco de atención extra nos paramos con mi hermano en la octava cumbre de este viaje. Felicidad absoluta…

Al llegar a la cumbre recordé claramente lo que había leído mientras investigaba la zona:

“La vista desde la cumbre del Akioud, por su posición central, debe ser la más impresionante de todo el macizo del Toubkal…”

Y aquí estábamos, apenas viendo más de cinco metros alrededor de la cumbre… maldito Murphy...

Estuvimos poco rato, no mas de 10 minutos creo, y comenzamos a bajar.

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Foto: La hermosa vista.

Al poco rato de comenzar el descenso vimos a los españoles que ya comenzaban a subir desde el portezuelo, algunos minutos después nos topamos con ellos. El primero, que parece era guía, llevaba amarrada a dos chicas de una manera bastante arcaica, y me extraño verlas sin bastones, porque iban a tropezones y apoyándose con las manos en la nieve. Les ofrecí los míos porque además yo tenia el piolet en la mochila pero me dijeron que no, que por recomendación del guía habían dejado sus bastones en el portezuelo, en un terreno de piedras y nieve blanda donde más útiles son…

Después me fije que el resto del grupo que venía atrás tampoco los traía, y todos venían de un lado a otro apoyando las manos y tratando de mantener el equilibrio. En fin, nos saludamos y ellos siguieron su subida, y nosotros nuestra bajada.

Llegamos al portezuelo, vimos los bastones de los españoles, y comenzamos a bajar. Fue rápido por la nieve blanda que de bajada juega a favor. El clima no tenía ninguna pinta de mejorar. Poco antes del mediodía estábamos en la puerta del refugio, listos a poner las patas al lado de la chimenea y tomar mate.

El Akioud fue un ascenso dinámico y entretenido, con condiciones exigentes y terreno variado, sin embargo lo resolvimos en menos de seis horas incluyendo subida y bajada, por terreno de nieve blanda y con un clima bastante arisco, no paramos nunca salvo en el balcón de nieve y en la cumbre, siempre estuvimos en movimiento. Suena eficiente, pero cuando estábamos ya instalados en la comodidad del refugio, tenia la extraña sensación de no haber sentido el ascenso, de que subimos y bajamos sin dar tiempo a experimentar todas las sensaciones que produce una escalada.

Tonteras de uno nomas…

Autor: Elvis Acevedo.

 

“El miedo al peligro, es diez mil veces peor que el peligro mismo...”

Daniel Defoe.