Cerro Adolfo Calle
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No me pregunten quién fue Adolfo Calle por que aún no lo se, seguro tendré que averiguarlo en algún momento, pero aún no...
Bueno, habíamos ascendido el Cerro Franke ayer mismo y hoy partíamos al Adolfo Calle, era nuestra última actividad en la zona, se nos acababan los días y lamentablemente había que regresar a Santiago y sus labores cotidianas, cosa nunca grata por cierto.
No partimos tan temprano, yo igual estaba cansado y como el cerro es 600 metros más bajo que el Franke pensamos que lo podíamos hacer más rápido. Así que tomamos desayuno tranquilamente y para arriba.
Foto: Panorámica desde el campamento "Las Veguitas" |
Continuamos por el sendero que se dirige al campamento "Vega Superior", pero antes de llegar a el nos desviamos directamente hacia el cerro para ver por donde abordarlo. El Adolfo tiene unas canaletas preciosas en la Cara Sur, pero estaban muy secas, así que optamos por seguir su ruta normal, la que asciende por acarreos hasta la quebrada que lo separa del Cerro Stepanek.
En este tramo, aunque igual pillamos un sendero, hay que ponerle cariño, el acarreo es bastante apestoso en algunas partes y se hace bastante tediosa la subida, pero con paciencia se llega arriba, como siempre.
Mientras hacíamos un traverse para conectar la subida final a la quebrada nos topamos con un nevero duro, me dio flojera ponerme los crampones por tan poco rato y pase pegando patadas fuertes, pero Ulises fue menos hábil y se mando un resbalón sin peligro pero que lo hizo perder varias decenas de metros que después tuvo que volver a subir.
Foto: Cerros Vallecitos, Adolfo Calle y Stepanek. |
Así, resbalones mas resbalones menos llegamos a la entrada de la quebrada por donde también se accede a una de las rutas normales del Cerro Rincón, la que sale desde la "Canchita de Futbol", una amplia planicie donde se instala el campamento.
Pero nosotros no íbamos al Rincón sino al Adolfo Calle, y apenas entramos a la Quebrada divisamos a la izquierda un acarreo que subía de manera directa hacia la cumbre, que nosotros pensábamos era la punta que se veía desde abajo, lo cual era bastante obvio por que es la punta que corona la pirámide final.
Así que nos mandamos derecho para arriba con la esperanza de encontrar un sendero en el camino, ya que desde abajo no se veía nada, suponíamos debía haber algo, este cerro es de los mas ascendidos del sector, pero no encontramos nada de nada y si la subida anterior fue latera, esta la c..ó.
Foto: Vista de los Cerros Rincón y Stepanek desde la Cara Este del Adolfo Calle. |
Pero ya estábamos ahí y había que seguir, le dimos fuerte para arriba hasta que la pendiente comenzó a ceder, lo que indicaba que estábamos cerca, también la vista de los cerros circundantes nos decían lo mismo, estábamos casi a la altura del Stepanek que nos servía como referencia.
No sabía que hora era y estaba nublado, así que continué sin saber, pero después de un rato divisé el filo y un torreón que podía ser el punto final, a ese me fui directo con la esperanza de encontrar la cruz cumbrera que había leído que el cerro tenía.
Nada, aunque claramente estaba en el punto mayor, de curioso me fui a la punta de la pirámide, que aunque más baja es la culminación lógica del cerro, tampoco había nada, me apesté un poco y esperé a Ulises sacando algunas fotos y tomando agua.
Foto: Cumbre en el Adolfo Calle. |
Cuando llegó decidimos avanzar un poco por el filo para ver si encontrábamos algo. Claro, este asciende en dirección al Cerro Rincón, por lo que siempre hay un punto que parece más alto que donde uno esta, y pasamos por varios. Aunque para mi hubiese sido más fácil poner la cumbre al comienzo, en la punta que corona la pirámide del cerro, nuestros amigos trasandinos escogieron un punto mas hacia arriba para poner la cruz que indica la cumbre, aunque a estas alturas pareciera que estamos parados en un punto X del filo sin ninguna trascendencia. |
Más fotos y disfrutar de la vista, aunque ya hacía bastante frío así que decidimos bajar. Lo que si, encontramos un hiper-súper-bien marcado sendero por un acarreo de tierra fina, de esos que da gusto bajar, quizá por eso dejaron la cumbre tan arriba en el filo, subir por acá no tiene comparación a subir por el acarreo que usamos nosotros.
Así que rápidamente llegamos a la quebrada y de ahí la bajada fue un trámite. Íbamos contentos, relajados, sacando las últimas fotos puesto que con el primer paso de bajada comenzaba nuestro regreso a Chile, pensando en volver. Bonitos cerros, fáciles, difíciles, para todos los gustos, y tan cerca, sirve para variar un poco los paisajes que uno siempre ve.
Llegamos a la carpa y no recuerdo si comimos algo, en este viaje en particular comimos bastante mal, todas las comidas quedaron pegoteadas e insalubres, lo que mas hice fue tomar café.....sin azúcar.
Al día siguiente, con nubes entrando y mucho viento, comenzamos a bajar. Cuando ya íbamos por el sector de las canchas de esquí, un amigo se asoma del Refugio San Bernardo y nos dice, "Andá hermano, pasá a tomarte un tecito", y que nos dijeron....
Así que fuimos victimas de la hospitalidad Argentina, conversamos un rato largo, había dos niñas "Sanjuaninas" que iban al Adolfo también, grata conversa e intercambio de datos...
Ahí estuvimos hasta que tuvimos que bajar al Refugio San Antonio, donde nos iba a recoger el trasporte que nos llevaría de vuelta a Mendoza.
Y el resto de la historia no se cuenta.
Autor: Elvis Acevedo.
"Mi corazón permanecerá donde mi cuerpo no podrá volver nunca más..."
John Forbes.