¿Qué te pasó Andeshandbook?

Corría el año 1999 cuando tres amigos fundaron Andeshandbook, Ismael, Paulo y Marcelo; me imagino que sin llegar a imaginar en lo que se convertiría más tarde. Quizá los más viejos recuerden a “Frankie”, como llamábamos cariñosamente a la primera versión de la web. En esos tiempos todo era sacado adelante con voluntad y cariño, buenos tiempos.

En lo personal envié mi primer aporte el año 2004, la ruta normal del cerro San Gabriel, y hacia el 2023 son 134 las colaboraciones, a pesar de que en los últimos años mis aportes suelen estar mucho tiempo estancados sin que se les asigne un editor…

A la fecha en que escribo esto (30 de marzo del 2023) el 9.4% de las rutas publicadas en Andeshandbook son de mi autoría (67 de 709) trabajo que realicé voluntariamente, gratis, y feliz como una lombriz, para colaborar con una comunidad bastante disfuncional, pero de la que me siento parte de todas formas. Además, yo también he sacado mucho provecho de las rutas enviadas por otros colaboradores, porque de eso se trata, o se trataba Andeshandbook, de aportar a la comunidad con un granito de arena de conocimiento, y recibir también ese granito que aportaban los demás, todos con la voluntad de ayudarnos mutuamente.

Como otra parte de la historia, en junio del año 2010 me invitaron a formar parte del directorio provisorio de lo que más adelante sería la Sociedad Geográfica de Documentación Andina (SGDA), además de ser jefe del Proyecto Cartográfico en sus inicios (me sacaron mientras andaba de expedición…) y parte del Proyecto Nomenclatura, que, si bien era independiente, estaba muy ligado a Andeshandbook en esos tiempos.

Todo esto lo menciono solo para que quede claro que conozco Andeshandbook desde dentro, y muy bien. Vi su evolución, o tal vez involución, la de un entusiasta proyecto colaborativo, hasta la imposición de la visión comercial, que comenzó a ver la web como una herramienta de la cual obtener recursos más que como un proyecto comunitario.

Esa visión se fue imponiendo de a poco, y quienes pensábamos diferente no tuvimos los votos, el peso, o la fuerza necesaria para poder detenerla. El año 2015 era tal el descuido de lo que yo consideraba medular en el proyecto: la edición de rutas de calidad y el trato a nuestros colaboradores, que viendo como el proyecto se desviaba de lo que yo consideraba su esencia original, renuncié al directorio después de cinco años. (Al final adjunto mi carta de renuncia de la época, fue divertido leerla ocho años después y ver lo poco que han cambiado las cosas…)

Me fui en esos tiempos sintiéndome muy solo, pensando si de verdad tal vez el problema era yo… pero en los siguientes años las mejores personas que han pasado por Andeshandbook, directores y editores, se fueron alejando poco a poco del proyecto.

La penúltima directiva dejó Andeshandbook prácticamente en la quiebra, y la actual, no encontró nada mejor que tomar el proyecto, y usarlo para intentar generar tal nivel de ingresos que les permitan pagarse sueldos de mercado, tal cual me lo dijeron con esas mismas palabras. Ellos no creen en el voluntariado, a pesar de que la web de la que tratan de lucrar fue construida letra por letra, foto por foto, ruta por ruta, y montaña por montaña, por aportes y trabajo voluntario. Ellos no quieren trabajar por Andeshandbook si no es con un sueldo. Para ellos es un trabajo, nada más.

Y aquí llegamos al gran problema actual. Dentro de la gran cantidad de medidas que buscan obtener ese financiamiento para poder pagarle un sueldo de mercado al director ejecutivo, a estos perlas no se les ocurrió nada mejor que cobrar para poder acceder a los contenidos de la web, o sea, ahora solo los colaboradores, o quienes paguen una suscripción pueden ver todos los contenidos, y quienes no, solo pueden ver algo así como tres rutas al mes.

¡Hey! Pero si la web está compuesta de aportes ¡VOLUNTARIOS!

Hay que reconocer que tiene personalidad estos tipos…

Yo soy colaborador, no tengo el problema, puedo ver todas las rutas que quiera, esto evidentemente no lo hago por mí, lo hago por quienes no pueden o no quieren subscribirse, y lo hago porque me indigna, de manera profunda, que aquellas 134 colaboraciones que envié para que los montañistas, senderistas, o quien quiera salir de paseo con el gato, tengan más alternativas, no estén al alcance de todos.

Se que hay muchos colaboradores que piensan igual.

Así que con algunos amigos comenzamos un intento de campaña para lograr que estos directores entiendan que no pueden cobrar por el acceso a la información aportada de manera voluntaria por decenas de personas a través de los años, puede que sea legal, pero es inmoral, poco ético, ordinario, flaite y punga, es aprovecharse del trabajo de otras personas para beneficio propio, porque sentarse a escribir una descripción no es algo de cinco minutos cuando uno quiere hacerlo de manera seria y responsable, preparar las fotos tampoco lo es, toma tiempo, el que uno invierte en algo que quiere hacer bien para ayudar a otros, y que otros hacen de la misma forma para ayudarlo a uno.

Escribí esto porque sé que muchos no entienden que está pasando, todo lo que mencioné son cosas que se viven en un círculo interno, para el usuario común son invisibles, aquel que solo ve una página web que funciona normalmente, y que en mi opinión sigue siendo la mejor de su tipo, y un proyecto por el cual creo que vale la pena pelear, porque es un proyecto que pertenece a la comunidad, porque la comunidad lo creó en base a aportes voluntarios, sin cobrar, sin exigir nada a cambio, con cariño y ganas de ayudarnos entre todos.

Andeshandbook necesita un cierto nivel de ayuda económica, por eso pedir apoyo a través de suscripciones no está mal, lo que sí está mal, y muy pero muy mal, es restringir el acceso a la información para quienes no se suscriban. Eso no se puede hacer en un proyecto que se ha creado en base al aporte de tantas personas diferentes que nunca pidieron nada a cambio, esa información no le pertenece a nadie y al mismo tiempo nos pertenece a todos.

Hacemos el llamado a ser una comunidad empática con los demás, a demostrar fuerza, a presionar cuando nos están pasando a llevar, a responder en sus redes sociales, a pesar de que están borrando mensajes y bloqueando cuentas, a exigir que nos devuelvan lo que nos pertenece por derecho y autoría. No les puede resultar tan fácil adueñarse del trabajo de tantos, pero te necesitamos, si somos solo unos pocos no podremos presionar lo suficiente.

Si eres suscriptor cancela tu membresía, hazlo hasta que la actual directiva libere los contenidos acumulados en años de aportes voluntarios para toda la comunidad, después de eso podemos suscribirnos de nuevo. Recuerden que Andeshandbook es mucho más que una directiva mercenaria que está de paso, es un proyecto que lleva 23 años, y debe durar mucho más. Andeshandbook no es el problema, el problema son quienes lo dirigen.

¡Acceso libre a los contenidos de Andeshandbook ahora!, porque no son de nadie y son de todos!

Elvis Acevedo Riquelme: Ex director de la SGDA Andeshandbook.

Anexo:

Carta de Renuncia al Directorio de la SGDA Andeshandbook (año 2015)

Mi concepto de Andeshandbook fue siempre una plataforma digital alimentada por la propia comunidad, donde la motivación de ayudarnos a nosotros mismos compartiendo desde los aportes más básicos, a los más técnicos, y de manera voluntaria, fuera creando la más grande base de datos de cerros y rutas que hubiese existido, y además, administrado por montañeros, también voluntarios, con la única finalidad de que la información compartida sea de un estándar alto de calidad; en resumen, un concepto global de colaboración y solidaridad entre personas que comparten un gusto común, en este caso, las montañas.

Durante mucho tiempo fue así, por lo mismo, habiendo colaborado por vez primera con una ruta el año 2004, no pude sino sentirme honrado de participar cuando se me invitó el 2010 a ser parte del primer directorio.

Andeshandbook quería crecer, ¡y como ha crecido! ahora con financiamientos públicos como CORFO y privados como marcas de montaña, banners, etcétera, llegaron recursos, y con ellos, responsabilidades, llegaron sueldos, y sobre todo llegó la necesidad de comenzar a cambiar el enfoque para poder mantener esos recursos en el largo plazo. Algunos pensarán que no es así, pero lo que escribo es mi percepción personal de las cosas, no pretendo convencer a nadie de nada.

Si antes nuestro enfoque era, en general, crear una base de cerros y rutas para que la gente tuviera opciones para ir a la montaña, ahora es mantenernos financiados, usando lo anterior solo como herramienta para, un medio para un fin, y no una finalidad en sí misma como era en un comienzo. Esto no tiene por qué ser malo, simplemente no es lo que me motivó en lo personal a participar de este proyecto.

Ahora gran parte de las reuniones y mails entre directores se van buscando estrategias para generar más “me gusta”, hablamos de nuestros usuarios como “target”, objetivos a los cuales salir a buscar, estrategias comerciales, generar recursos y más recursos, pros y contras de cualquier cosa, siempre pensando en que “público” lograremos atraer, o convencer, o seducir,  “público al que hay que llegar”, “senderistas”, “montañeros”… si más adelante ponemos esquí o randonné en la web, adonde vamos a apuntar, ¿a la vieja cuica que sube a esquiar a Valle Nevado?, porcentajes, que acción llega al x% de tales tipos de personas, esta otra acción a este otro % de personas…. y en eso se nos va el tiempo…

Esa búsqueda de impacto, de llegar a la gente, nos ha hecho salirnos de los que para mí en lo personal son temas de valores, acercarnos a gente que tiene estrecha relación con empresas que cierran nuestros valles, al mismo tiempo que intentamos, o intentábamos decir que Andeshandbook iba a ser una punta de lanza en la apertura de accesos en nuestra cordillera, ¿dónde está la consecuencia?, ¿la perdimos por querer tener una cara conocida en un video? Si hasta recuerdo con claridad el comentario de un par de directores y ex directores, encontrando que recibir platas de AES GENER no era algo tan malo.

El tema editorial. Nuestra principal estrategia debería ser incentivar a las personas a colaborar en la web, nos dormimos en los laureles creyendo que con nuestros propios aportes podemos mantener la página, creamos estándares para poder filtrar lo que se puede publicar y lo que no, hemos sido estrictos con los demás, y negligentes en lo interno, nos auto justificamos con un montón de argumentos que bordean lo absurdo, ¿para qué?, ¿para ver nuestro nombre en una ruta o cerro? ¿de qué sirve eso?.

¿Es tan querido Andeshandbook como creemos?

Entre tanta estrategia comercial, ni hemos pensado en eso.

A sugerencia de un amigo intenté cambiar las cosas desde el interior, difícil, a sugerencia del editor jefe decidí renunciar, ya que cuando me dijeron “que yo también era responsable de lo que  Andeshandbook es en la actualidad”, me di cuenta de que no estaba conforme ni con lo que es, ni en lo que se está convirtiendo, lejos del proyecto al que llegué a participar, y de que al intentar cambiar las cosas, encontré además de buenas opiniones y algo de apoyo, murallas de ego difíciles de superar.

Esto no se trata de lo que está bien o está mal, yo no encuentro que mi forma de ver las cosas sea mejor que la de otros, pero el camino que está tomando Andeshandbook no es el que me motivó a llegar acá, no me acomoda el proyecto, no me interesa ganarme un palo mensual, o 600 lucas, no me interesa ser “conocido”, ni trabajar para mantener el financiamiento de nadie, no me interesa que mi nombre aparezca en cinco cerros, rutas, o trekkings consecutivos, no me sirve de nada, no me interesa calentarme la cabeza pensando en a que público voy a llegar, o si le paso plata a un grupo de escalada o a un grupo de senderistas o a un grupo de monjes.

Mi único interés era un proceso editorial perfecto que redundara en una web de insuperable calidad, con información incuestionable, fotografías de nivel, videos útiles, todo eso pensando en que le estamos entregando información a personas, para que hagan una actividad de manera segura, en un terreno que no es seguro, con eso habríamos llegado al público al que teníamos que llegar, si eso era “comercialmente” viable no me interesaba, y eso, eso no va con la línea actual de Andeshandbook.

Algunos dirán que eso es lo que estamos haciendo, yo creo que no…

Me decían que reclamaba mucho, ahora queda el cupo para lo que llenen con alguien que no reclame, que les diga que si a todo, y con la misma visión comercial que tiene el actual directorio, y los puestos principales de la SGDA.

Buena semana.

Elvis Acevedo Riquelme: Ex Director de Andeshandbook.

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"Los lugares más oscuros del infierno, están reservados para aquellos que mantienen su neutralidad en tiempos de crisis moral."

Dante Alighieri.