Historia del Deporte de Montaña a través de sus Organismos Metropolitanos III

Parte III

En Enero de 1950 se autorizó legalmente la existencia de la Sociedad Andariveles de Cordillera S.A., (Andacor), que absorbió a la anterior Sociedad de Transportes Mecanizados de Montaña, la que adquirió en el cerro Colorado, 400 Hectáreas de terreno.

En febrero de 1950 la Asociación envió una Expedición integrada por los andinistas Oscar Álvarez, Luis Alvarado, Jorge Velastín y Carlos Álvarez, a reconocer la zona del Ojos del Salado. Escalaron varias cumbres, entre ellas, una de 6700 mts que denominaron "Los Andinos", produciéndose a su regreso una polémica que había de durar varios años, acerca de si habían subido el Ojos del Salado u otra cumbre vecina.

Durante los días 19 al 29 de Junio de 1950 se efectuó el Tercer Salón Foto-Andinista, organizado por el Club Andino, siendo nuevamente su Comisario el Señor Humberto Espinoza Correa.

El XI Campamento Gigante se efectuó los días 8, 9 y 10 de Diciembre de 1950 en Lliu Lliu  (Limache) siendo su Comisario General el Señor Raúl Souza.

Durante el período 1950-1951 ingresaron los clubes Universidad de Chile, Vida Sana y Macabí; se hizo una revisión de los Estatutos y Reglamentos, quedando su estudio muy avanzado; se procuró llevar a la practica la idea de constituir una Cooperativa de material deportivo, para lo cual se compro una partida de zapatos de montaña y esquí, los que fueron vendidos a precios muy convenientes a los asociados; se organizó el Cuerpo de Salvamento Andino, llamado posteriormente Cuerpo de Socorro Andino, comprándose equipo para el mismo por una cantidad apreciable, que fue donada por la Federación designándose Jefe de él al señor Silvio Botteselle Pahul.

El hecho más destacado de este período fue la organización de la primera expedición de carácter internacional a México, la que fue integrada por los señores Humberto Barrera, como Jefe de ella; Carlos Píderit, Bernardo Rosales, Luis Alvarado y el Capitán René Gajardo. Allí fueron ascendidos diversos cerros de alturas superiores a los 5.000m, como también la travesía del río subterráneo "San Jerónimo”  realizándose además diversas reuniones y exposición de fotografías de las montañas chilenas. Concurrieron también a la inauguración de un refugio de montaña, el que fue denominado “República de Chile".

En el orden interno, se realizó un curso de escaladores en el mes de Marzo de 1951, a cargo del señor Silvio Botteselle, a cuyas clases teóricas asistió un término medio de diez andinistas y de 16 a las prácticas realizadas en Torrecillas.

Entre el 16 y el 25 de febrero de 1951 se realizo la Expedición de la Asociación a la Zona del Cerro Castillo, estudiándose la ruta de dicho cerro y efectuando la primera ascensión a los cerros bautizados "Panamericano" de 4698 metros y "Punta Manu Tara", de 4.460 metros y la segunda ascensión al "Puntiagudo", de 4.100 metros. dejándose además en todos estos cerros una caja y un libro de cumbre.

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Fotos: Cerros Manu Tara y Panamericano.

Se programó también una ascensión conjunta con miembros de la Asociación Mendocina, al cerro Tupungato, la que no se realizó por desistimiento de estos últimos.

Se estudió la realización de futuras clases de roca, para lo cual se designó como instructores a los señores Silvio Botteselle, Octavio Acuña y Bernardo Rosales, este último para los cursos de hielo. Se designó una Comisión de Andinismo, la que trabajó activa y entusiastamente, fruto de lo cual fueron las magnificas realizaciones de la temporada.

Se procuró realizar el Campamento Gigante conjuntamente con la ASAVA, para lo cual se fijo un lugar equidistante de las ciudades de Santiago y Valparaíso, a pesar de lo cual no se pudo contar con la presencia de los montañeros porteños.

El Directorio elegido en 1951 se formó una pauta de trabajo, la que se puede sintetizar así:

  • Dar una organización definitiva a nuestro sistema deportivo, tanto en lo que se refiere a reglamentación interna, como al afianzamiento de las relaciones con instituciones congéneres.
  • Propiciar una campaña de fomento del deporte de montaña, en forma de fortalecer el deporte con la cooperación de todos aquellos elementos útiles, lo cual fue la razón que guió al Directorio de la Asociación a propiciar el ingreso de algunos clubes llamados “chicos”.
  • Dar la más amplia independencia al funcionamiento de las dos ramas de la Asociación: el Andinismo y el Esquí, a través de sus respectivas vicepresidencias.

En mérito a estos fundamentos, se activaron los trámites, para la obtención de la personalidad jurídica; se hizo un completo estudio para ir a la creación del Parqué de Peñalolén; se programaron salidas en conjunto con la participación de varios clubes, lográndose en la primera, realizada al Valle del Yeso, la conquista de los cerros Pico Negro, de 4.520 metros,  Punta Andino de 4.140 metros y Ciervo, de 4.510 metros; se visitaron también mediante este sistema, la Laguna Azul y Lo Valdés.

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Foto: Cordón de los Picos Negros.

El 18 de septiembre de 1951 un incendio destruyo totalmente el refugio del Club Andino en Lagunillas. El mismo día, un grupo de 150 profesores y escolares primarios, visita Farellones invitados por la Asociación, siendo atendidos allí en el refugio del Club Nevada. En la temporada andina, se ascendieron numerosas cumbres, algunas en primera ascensión, como el Cuerno Blanco, de 5.050 metros, el Bello, de 5.200 metros y Yeguas Muertas, de 4.900 metros, haciéndose el primer reconocimiento al nacimiento del Río Yeso.

En el Valle de Pangal se ascendieron en primera, los cerros Nevado de Flores, de 4.910 metros, Picos del Barroso, de 5.053 metros por la Pared Oeste y El Serrucho, de 4.900 metros.

Chile estuvo representado en los Juegos Olímpicos Invernales de Oslo, realizados a principios de 1952, por una delegación presidida por el presidente de la Asociación Señor Sergio Morder e integrada por los esquiadores señores Jaime Errázuriz, Eduardo Silva y Sergio Navarrete.

El 20 de enero de 1952 se colocó la primera piedra del nuevo Refugio del Club Andino en Lagunillas. La fiesta organizada por la Asociación a beneficio de la reconstrucción del refugio del Club Andino, dio una utilidad superior a los: $ 150.000. Con el auspicio y aporte económico de la Federación, la Asociación organizó y realizó en el mes de mayo de 1952 el Primer Congreso Nacional de Montaña, bajo la presidencia del señor Silvio Botteselle, al que concurrieron delegaciones de todas las Asociaciones, tratándose importantes problemas.

Dicho Congreso se realizó en el refugio del Ski Club Chile, en Farellones, los días 21 y 22 de mayo de 1952. Se estudiaron asuntos relativos al bautismo de cerros, modificaciones a los Estatutos de la Federación, Tarjeta Federal, Libro Guía del Andinismo, Esquí Langlauf y Control de Precios de Artículos Deportivos.

Principal interés del Directorio elegido en 1952, fue enfrentar el problema de las relaciones entre los clubes, Asociaciones y Federación, ya que se advertía que de un momento a otro podía producirse una crisis en este delicado asunto. Fue así como en el Primer Congreso Nacional de Montaña se dedicaron especiales esfuerzos al estudio de una resolución armónica en lo que se refiere a una nueva reglamentación para la Federación, que constituía el punto de choque de diversos intereses; en esa oportunidad pareció encontrarse una solución más o menos duradera al problema, dividiendo en dos vicepresidencias técnicas los deportes del Andinismo y el Esquí.

Sin embargo, dentro de la Asociación, las relaciones de estos dos deportes hicieron crisis con la determinación de los clubes Andino de Chile, Universidad Católica, Nevada, Ski Club de Chile y Ski Club Portillo, que exigieron la división de Asociaciones en Santiago para ambos deportes, lo que fue estudiado por ellos y planteado en forma sorpresiva al Consejo de Santiago, el cual, en vista de la firme decisión de los clubes nombrados, aceptó la división que se materializo en la sesión de 23 de marzo de 1953.

Esta división se produjo por causas totalmente ficticias, derivadas de la importancia que a partir del año 1951 se le empezó a dar al Andinismo, que tuvo un resurgimiento dentro de la Asociación, después de dos o tres años en que había sido absorbida toda actividad dentro la Asociación, por el Esquí. Efectivamente. la actividad  de la Asociación se había encausado en los últimos años hacia el esquí, en cuyos trabajos se absorbía el Consejo y el Directorio desde el mes de abril hasta octubre o noviembre, produciéndose después el receso de verano, lo cual dejaba a los delegados en libertad por todo el periodo de verano, sin dar quórum para tratar los asuntos del andinismo.

Al reorganizarse nuevamente el andinismo el año 1951, estudiándose y realizándose diversos asuntos de interés, fue necesario obligar a los delegados a concurrir para dar quórum y así poder aprobar diversas materias de interés para el andinismo, recurriéndose incluso a las multas por faltar a sesiones, que alcanzaron a $300 por vez, todo lo cual produjo una reacción entre los esquiadores que culminó con la división.

Estimamos por eso, que la división fue ficticia, ya que habría podido solucionarse con una formula armónica de funcionamiento de las dos ramas deportivas dentro de la Asociación, pero los representantes de los esquiadores quisieron tener su propia Asociación, para no tener que preocuparse de los asuntos del andinismo, que no les interesaban.

En el aspecto administrativo, se organizó en forma definitiva y eficiente la Secretaría, centralizándose todo el trabajo de las distintas comisiones, de los directores y del Consejo; se ordenó toda la correspondencia, informes, etc, que con excepción de los correspondientes al lapso 1939-1941, estaba en el más completo desorden, procediéndose a empastarla, con lo cual se preserva para el futuro toda su documentación.

Se organizó la Biblioteca, que se inició con estos libros empastados de documentación, algunos anuarios extranjeros, las Revistas Andinas, el Kardex de Cerros iniciado por el señor Silvio Botteselle y un álbum con fotografías de cerros, con indicación de sus rutas, recién empezado a confeccionar con la ayuda de los señores Bión y Osiel González León.

Se estudió un nuevo sistema de contabilidad presentado por el Señor Gastón San Román, más sencillo, y se estudió y aprobó un Presupuesto de Entradas y Gastos a regir desde marzo de 1953. Se modificó el sistema de llevar las Actas, que a partir de julio de 1952 se hacen a máquina, empastándolas periódicamente y formando así los Libros de Actas, en los cuales se incluye toda la documentación de las materias que se tratan en sesión.

Se hizo un completo Inventario de los bienes de la Asociación, que se termino en marzo de 1953. Se creó el Museo Andino de la Asociación. Se modificó el sistema de conservación de los recortes de prensa, que se llevan ahora en un libro especial de recortes, empastado y con índice, se estudiaron y aprobaron rápidamente las modificaciones que se hacían necesarias a los Estatutos y al Reglamento Administrativo, como también el Reglamento para el Cuerpo de Socorro Andino, institución que  mantuvo turnos permanentes durante la época de verano y cuya cooperación fue solicitada cinco veces en la temporada de andinismo 1952-53. Gestor y realizador de toda esta labor de ordenación administrativa, fue el secretario señor Gastón San Román Herbage.

La actividad andinística de la temporada fue intensa, conquistándole las más altas cumbres por muchos andinistas, y dejando así definitivamente de ser éste un deporte de privilegio de unos pocos. Esta temporada se recibió el fruto de una intensa labor de difusión y enseñanza realizada por la Asociación, testigos, de lo cual fueron las cumbres del Llullaillaco, Punta Italia, Aconcagua, Marmolejo, Castillo, etc.

Producida la división de Asociaciones, la de Andinismo y Excursionismo se organizó en un tiempo récord, aprobando sus nuevos Estatutos y Reglamentos y procediéndose de inmediato a iniciar los trámites para obtener su personalidad jurídica, de lo cual se encargó el abogado y presidente del Amankay, señor Antonio Guzmán Sánchez, quien en el lapso de doce meses, obtuvo tan ansiada materia. En efecto, por Decreto Nº 1775 del Ministerio de Justicia, publicado en el Diario Oficial Nº 22837 de fecha 3 de mayo de 1954, se otorgó a esta Asociación su personalidad jurídica.

La primera medida de la Asociación, fue ratificar su afiliación a la Federación, estando integrada por los clubes Águila Azul, Alemán, Amankay, Andeski, Andino, Barcelona, Gastón Saavedra, Llanquihue, Manque, Nays, Stade Francais, Unión Española y Universidad de Chile, y luego por los nuevos clubes Mont Blanc, Ñanku y Los Cóndores, aun cuando este último no concreto nunca su filiación, por lo que quedo fuera.

Se procedió también a la repartición de los bienes de la ex Asociación, los cuales pasaron casi en su totalidad a la Asociación Santiago de Andinismo y Excursionismo, por la generosa decisión en tal sentido de los esquiadores.

Durante los meses de invierno se pasaron proyecciones de diapositivas en forma regular en la Sala que para este efecto facilitó al Consejo Nacional de Deportes, y que estuvieron a cargo de los señores Eberhard Meier, Luis Krahl, Emilio Vicens, Norberto Finger, Gerd Hasemberg y Llouis Lliboutry.

El Campamento Anual se realizó los días 14 y 15 de noviembre de 1953 en el Estero de las Monjas, siendo su Comisario General el señor Fernando Montenegro Donoso.

Se realizó un nuevo curso de roca a cargo de los andinistas señores Bión González, Luis Krahl y Sergio Kunstmann. Se facilitó también por intermedio de la Federación, un instructor al Regimiento Andino de Los Ángeles, recayendo esta designación en el señor Eduardo García, quién se especializó en el curso de la Asociación. Su actuación fue brillante, como consta en las Actas de la Federación.

Se instituyo un premio a la Mejor Ascensión de la Temporada, en reemplazo del premio Larraín, que desde hacía varios años no se otorgaba, recayendo por primera vez en la ascensión al Cerro El Serrucho, la temporada pasada, efectuada por los andinistas señores Evelio Echeverría, Walter Buchmann y Enrique Vidaurrazaga. Este año, recayó en la ascensión del Cerro Castillo, realizada por los andinistas señores Ernesto Hoffman, Ludwig Krahl, Eduardo Mayer y Sergio Kunstmann.

Se creó un parche conmemorativo para todos los ex Presidentes de la Asociación. Se designó Presidente Honorario de la Asociación, al Señor Arturo Podestá Denegri, en mérito a sus servicios al deporte de montaña, al cual ha consagrado su existencia. Se hizo un completo estudio sobre las necesidades de equipo e implementos deportivos, el cual se presentó al Director del Departamento de Deportes del Estado General (R) Elías Ducaud Ugarte, lo que trajo por consecuencia la primera importación directa de equipo para nuestros asociados realizada a través de la Federación.

Como la ASAVA, no demostrara mayor interés por la organización del Segundo Congreso Nacional de Montaña, la  ASAE se ofreció a organizarlo, realizándose los días 21, 22 y 23 de mayo de 1954 en San José de Maipo, con una nutrida concurrencia de Delegados de Santiago, Valparaíso y de la Asociación Mendocina.

Concurrieron también las Autoridades del Cajón del Maipo y connotados vecinos, habiéndose estudiado asuntos de gran interés como: Informe sobre el Centro de Glaciología, Cartografía de la Alta Cordillera.,  Preparación Física del Andinista, Alimentación en la Montaña, Servicio Médico Regional para andinistas y esquiadores, Respiración y aclimatación en la Cordillera, Informe del Centro de Investigación de Rayos Cósmicos,  Accidentes de esquí y su prevención, Parques Nacionales,  El Turismo en Chile; El país necesita una política turística, Identificación del Andinista; Excursionismo; Turismo de montaña; Nomenclatura andina, Franquicias en la práctica de los deportes de montaña, Movilización, Actividad coordinada del andinismo y el esquí, Construcción de refugios de alta montaña. Presidente de este Congreso fue nuevamente el señor Silvio Botteselle.

Continuará...

Autor: Gastón San Román.

NDLR: Extraído del Anuario de Montaña FEACH 1959 y complementado con fotos del archivo de los Perros Alpinos.

 

"A 8.000 metros de altitud hay tres veces menos oxígeno que a nivel del mar. Lo que significa que se necesita toda la voluntad para continuar respirando. Todo el cuerpo se concentra en esta única meta: la siguiente inspiración. Y sólo después de algunos minutos, cuando la respiración de ha regularizado, comienza uno a vivir de nuevo..."

Maurice Herzog.