Primer Ascenso Invernal a la Pared Sur del San Francisco
Diciembre de 1945, el Andinismo Chileno da un salto adelante en su superación deportiva, Krahl y Meier, logran abrir una ruta de ascensión en la Pared Sur del Cerro San Francisco, luego de dos días de escalada y un duro vivac. Esta montaña, ascendida innumerables veces por el Noroeste, será la primera en que los andinistas del país inicien la etapa de "Las Grandes Paredes de los Andes Centrales".
La época de la escalada en Alta Montaña había quedado oficialmente abierta. Será el futuro y el empuje de los jóvenes de espíritu los que continuarán por la senda que marca el tiempo de la técnica y de las victorias sobre las dificultades. Krahl expresaría luego su pensamiento en una Revista de la época:
"Actualmente el Andinismo se ha convertido en ponerse una mochila en la espalda y ponerse a caminar. Creo que el valor se halla en la lucha por superar cada metro para alcanzar la cumbre".
Estas frases escritas hace 35 años adquieren plena vigencia hoy día, pues la filosofía misma del Montañismo es enfrentarse a las dificultades y tratar de superarlas. Cuando el célebre alpinista Mummery escribió en 1881:
"La esencia misma del deporte alpino está no sólo en la ascensión de una cima, sino en la lucha por remontar las dificultades".
Estaba planteando en forma universal una verdadera declaración de principios de lo que es el Montañismo. Subir una montaña caminando por sus rutas normales, nunca va a tener ese descarnado encuentro del hombre consigo mismo y con la naturaleza. Escalar una montaña por sus laderas difíciles, se constituye en un desafío a nuestra propia integridad deportiva, a nuestra conciencia y madurez, por último, a nuestra técnica y predisposición psicológica para enfrentarnos a las dificultades naturales e intentar superarlas.
La Pared Sur del San Francisco. La Pared Sur del San Francisco se ha convertido con el tiempo en una escalada clásica, debido a que es una montaña relativamente cercana a los centros poblados, ampliamente conocida por andinistas y excursionistas que visitan el Cajón de Morales y la Laguna del Morado. Además, técnicamente es una escalada mixta bastante atractiva y donde las dificultades, aunque pueden ser grandes, no son extremas. |
Es una escalada corta de uno o dos días y bastante protegida de las caídas de piedras y avalanchas. Desde que conocimos esta hermosa montaña tuvimos deseos de ascender por la sur. Fueron muchos los años en que acariciamos la idea de realizar una invernal por su pared.
Hubo algunos intentos anteriores, con menos suerte y con las condiciones ambientales desfavorables, que no lograron concretarse. Sólo este año, entre los días 5, 6 y 7 de Septiembre logramos materializar el anhelo tanto tiempo acariciado.
Cuando ya casi todas las cumbres de los Andes Centrales han sido alcanzadas por los andinistas y muchas rutas nuevas han sido abiertas en ellas, es el invierno el que ofrece las posibilidades de probar nuevas emociones en un terreno que aparece como absolutamente virgen.
Las nevadas paredes, que en verano pueden ser escaladas cómodamente, se transforman en invierno en bellas, pero difíciles aventuras. El ambiente externo exige al andinista un compromiso físico mucho más intenso. El frío se convierte en un factor decisivo, junto a las rocas cubiertas de nieve y verglas. Un determinado paso de una cierta dificultad aumenta considerablemente de nivel cuando se trata de la escalada invernal de una ruta.
Como se hace necesario el transporte de una mayor cantidad de material y equipo, existe un mayor consumo energético. Los días mas cortos del invierno disminuyen las horas útiles de ascensión, hecho que limita el avance y amenaza con aumentar la cantidad de vivacs posibles. El vivac es siempre una situación fatigante, pero esto se acentúa bastante en invierno, pues en la mayoría de los casos deberá realizarse sobre la nieve y será el viento nocturno el encargado de lanzar un polvo helado sobre la cordada. El material de abrigo y el equipo de Alta Montaña juegan un papel preponderante en una ascensión invernal. Además deberá pensarse siempre en un eventual cambio de clima. Una tormenta de invierno puede durar fácilmente varios días y estar acompañada de fuertes vientos, nieve abundante y bajas temperaturas. Si bien es cierto existen una serie de factores adversos durante una ascensión invernal, también es cierto que existen algunos valiosos factores positivos que ayudan al escalador: La nieve casi siempre se presenta seca y compacta, lo que impide que se moje demasiado nuestro equipo. Asimismo la caída de piedras se ve disminuida porque el hielo y la nieve actúan como elementos soldantes con las rocas sueltas. |
Finalmente las posibilidades de avalanchas son prácticamente nulas debido a las bajas temperaturas que compactan la nieve en las zonas de fuertes pendientes. Esto se realza luego de una temporada de varios días, en que el tiempo a permanecido bueno y frío.
Con tales informaciones y luego de una etapa de preparación adecuada, tres andinistas del Club Universidad de Chile, intentamos la codiciada pared en su primera ascensión invernal.
La Escalada.
El viernes 5 de septiembre nos internamos en el Cajón de Morales a las tres de la mañana. La nieve está dura y cuando amanece ya estamos desayunando en las cercanias de la laguna, ahora cubierta por gran cantidad de nieve. A mediodía atacamos la banda de rocas, que constituye el inicio de la escalada. El día está totalmente despejado y el aire es frío y seco.
Las rocas están cubiertas con una capa de hielo vidrioso. De las partes altas se desprenden nubes de nieve polvo que nos cubre por momentos. La ascensión es lenta y en algunos pasos expuesta. El puntero sube sin mochila y luego ascenderá el resto de la cordada ayudados con los jumar y la cuerda. Después de 14 horas de escalada buscamos un lugar para el vivac. No hay ninguno, por lo tanto tallamos un pequeño balcón en la pendiente de nieve donde podremos sentarnos, introducirnos en el saco de dormir y pasar una larga y fría noche.
Apenas amanece empezamos a organizar el desayuno, mientras el sol que ya sale nos entibia el cuerpo. El día se desarrolla íntegro sobre pendientes de nieve y hielo. En los últimos largos de cuerda antes de la cumbre, serán paredes de nieve de 65 grados de inclinación. Todo el paisaje es un manto blanco y helado. |
A las seis de la tarde salimos de la pared. Hay un fuerte viento desde el oeste, mientras el sol empieza a ocultarse sobre el horizonte. Sin sacarnos los grampones iniciamos el descenso por la ruta normal hacia el valle del Yeso donde vivaquearemos cerca del camino. Un largo sueño se ha cumplido.
Ahora, en medio de la tranquilidad del hogar nos damos cuenta que se a iniciado un nuevo capítulo en la historia del Andinismo Nacional: Las ascensiones invernales de gran dificultad.
Como recuerdo y testimonio hemos logrado filmar y tomar bastantes fotografías durante la ascensión.
Resúmen Técnico:
Primera ascensión invernal Pared Sur Cerro San Francisco:
Cordada: Claudio Gálvez, Dagoberto Peña, Gastón Oyarzún.
Fecha de Ascensión: 6 de Septiembre de 1980.
Ruta: Espolón de los Checos.
Dificultades: Quinto grado superior en terreno mixto.
Tiempo de Ascensión: 36 horas en la Pared.
Equipo utilizado: Tela vivac impermeable, 20 clavos de roca y hielo, 30 mosquetones, cuerda de 45 metros, 3 ascendedores Jumar, 3 piolet, un martillo Piolet y 2 martillos de hielo.
Autor: Gastón Oyarzún Martínez
NDLR: Extraido de Revista Cumbre Nº 4, página 12 - 1980, y complementado con fotos del archivo del Grupo de Montaña Perros Alpinos.
"Un ochomil solo te pertenece cuando estás de vuelta abajo, mientras, le perteneces tú a él"
Kurt Diemberger.