El Esquí Langlauf (1959)
El esquí langlauf es poco conocido en Chile y en general, en toda Sudamérica, donde sólo contados esquiadores lo utilizan. En las líneas siguientes haremos una breve reseña de lo que es esta rama del esquí, que es muy popular en algunos países europeos y de especial atracción en todas las olimpiadas de invierno, llegando a contar con miles de seguidores.
En el norte de Escandinavia, donde habita el pueblo de los lapones, el suelo permanece helado durante ocho o nueve meses, llegando la nieve a alcanzar 3 y 4 metros de espesor. Desde hace cientos de años y en esto ha habido muy pocos cambios, los único medios de movilización en estas regiones han sido los esquíes y los trineos arrastrados por renos, y en las partes donde no pueden penetrar estos últimos, sólo resta usar los esquíes.
En tiempos remotos, cuando los esquíes eran cortos y anchos, muy diferentes a la forma que tienen hoy, los lapones recorrían durante la época de caza varios centenares de kilómetros sobre los campos nevados y aún hoy en día, los niños lapones para concurrir a su escuela, recorren fácilmente sus 5 y 10 kilómetros, bajo temperaturas que alcanzan a los 40 grados bajo cero.
Siendo el clima escandinavo muy parecido al de Laponia, no es de extrañar que los pueblos de Finlandia, Noruega y Suecia, hayan adoptado las costumbres laponas. También a ellos, los niños van a la escuela en esquíes aún cuando muy distante, y los días domingos y festivos innumerables grupos excursionan en esquíes por los bosques, las planicies y las montañas.
Ya en siglo pasado los soldados de las naciones escandinavas pasaban la mayor parte de su entrenamiento durante los meses de invierno en esquíes. Y así, poco a poco, se desarrolló el Esquí-langlauf, como disciplina deportiva propia. Al principio se organizaron carreras de pueblo a pueblo, distancias a veces de 50 kilómetros. A cualquier esquiador le era permitido tomar parte en estas carreras, ya que en aquel tiempo no existían todavía clubes de esquí. Los vencedores de estas carreras eran celebrados como héroes populares, y la gloria de sus hazañas era difundida en todas partes.
Así se desarrolló el Esquí-langlauf como deporte, especialmente de competencia, siendo muy pronto practicado en otros países fuera de los escandinavos. En Rusia, los esquiadores que practican el esquí-langlauf son cientos de miles, y casi no pasa domingo alguno, sin que en alguna ciudad no tengan lugar con masas de esquiadores, cuya principal finalidad es preparar esquiadores para el Ejército. Así es como Rusia tiene hoy día las mejores divisiones de esquiadores del mundo. Los rusos han aprendido de los finlandeses, y no pueden olvidar las lecciones recibidas durante la guerra ruso-finlandesa, cuando unos pocos batallones de esquiadores bastaban para detener ejércitos rusos enteros.
Hoy día el esquí-langlauf es muy cultivado en los Estados bálticos, Polonia, Checoslovaquia, Alemania, y también en las regiones alpinas. El Reglamento internacional ha fijado las siguientes distancias: de 18 a 50 km y la posta de 4x100 km. En los Alpes muchas veces se reduce la distancia de 50 km a la de 30 km. En la distancia de 18 km, se fija el recorrido de manera que un tercio de la distancia sea en terreno ascendente, otro tercio en descenso y el último en terreno plano.
En los 50 o 30 km, se busca más bien terreno plano con poca subida. Antes del comienzo de las carreras, se recorre el trayecto haciendo huellas y marcándolo con banderines. Los corredores, que llevan cada uno su número respectivo, parten cada minuto o medio minuto. Si un corredor desea pasar al que va adelante, puede exigirle que ceda la huella, después de habérselo pedido dos veces.
En la posta de 4x100 km, los primeros corredores de los diferentes equipos parten al mismo tiempo, siguiendo cada uno su propia huella en los primeros 100 metros. Después, todos pueden usar la misma huella y el relevo se hace tocando el hombro.
El entrenamiento del esquiador de distancias tiene sus aspectos particulares. En el otoño, durante dos o tres meses, practica el entrenamiento "en seco", consistente en carreras de "cross-country", alternando con largas marchas durante tres a seis días en la semana. Tan pronto haya terminado comienza el entrenamiento verdadero y el esquiador que quiere estar en forma, tiene que recorrer muchas veces cientos de kilómetros.
Las principales cualidades que debe tener el esquiador de distancias, son una formidable resistencia, gran fuerza física y velocidad. Además, debe conocer a fondo la técnica y el arte de encerar; debe subir rápidamente y avanzar velozmente en el descenso y en las planicies. Las condiciones de nieve tan cambiantes y las temperaturas tan diversas que encuentra, crean siempre situaciones nuevas, y para estar a la altura de ellas, se necesita paciencia y conocimientos adquiridos durante años de práctica o transmitidos de corredor a corredor.
Así como los militares cultivan durante el verano el pentatlón moderno, así también en invierno se ejercitan en competencias parecidas: las carreras de patrullas que se definen entre las distintas unidades y a veces sobre base internacional entre los ejércitos de los diferentes países. Esta competencia se practica en un recorrido de 25 km y la patrulla consiste en cuatro hombres, de los cuales uno por lo menos debe ser oficial.
Después de 12,5 km, hay ejercicio de tiro al blanco, teniendo cada componente de la patrulla tres tiros con fusil militar que debe colocar en un blanco consistente en tres globos de colores ubicados a 100 metros de distancia. El tiempo total empleado por cada patrulla se calcula por el tiempo del último hombre de cada equipo. El equipaje por llevar, consiste en un saco alpino con peso total de 20 kilos, sin contar el fusil.
Aparte de estas carreras de patrullas, también se organizan en los países europeos las llamadas carreras de orientación, en las cuales los participantes tienen que recorrer distancias de 50 a 60 km, guiándose únicamente con un mapa. En los Alpes, tales carreras llevan a los concursantes a veces, a alturas de 2.000 a 3.500 metros, o sea, una altura equivalente a la de Farellones o Lagunillas.
Como es bien sabido, la altura ejerce gran influencia sobre los órganos respiratorios y el corazón. Sin embargo, por experiencia del que escribe, puedo decir que en alturas superiores a 2.000 metros sólo he sentido fatiga cuando no me encontraba bien entrenado. Estando el cuerpo fortalecido por el entrenamiento, el Esquí-langlauf resulta un placer. En Farellones y Lagunillas, se pueden recorrer 18 km sin fatigarse; naturalmente, sería imprudente presentarse a la partida sin preparación alguna.
Al terminar esta reseña contestaremos una pregunta que, seguramente, los lectores se han hecho: ¿Qué provecho trae la práctica del esquí-langlauf?.
La respuesta se puede resumir brevemente así:
Primero: Se aprende a luchar en buena lid, ya que el Reglamento obliga al corredor lento a ceder la delantera al más rápido.
Segundo: El penoso entrenamiento y la dura lucha en el trayecto de la carrera, fortalecen el cuerpo y templan el carácter, ambas cosas de gran importancia en la vida.
Tercero: El corredor de Esquí-langlauf recorre durante el entrenamiento y las carreras grandes distancias, llegando a conocer su patria, sus montañas, bosques y bellos parajes, mejor que el esquiador que no se aleja de los alrededores de su hotel o de su refugio, o que todo el día no hace más que bajar la misma colina.
Cuarto: En casos de peligro, cuando la patria necesita ser defendida por sus hijos, ha sido y será el corredor de Esquílanglauf, el que mejor sabrá cumplir cometidos que exijan gran resistencia física.
En la guerra ruso-finlandés, durante el invierno de 1939-40, los mundialmente conocidos esquiadores de distancias lucharon tan bravamente, que el desaparecido mariscal Mannersheim dijo de ellos:
"Si Finlandia no hubiera tenido a sus corredores de Esquí-langlauf, no habría podido resistir ni una semana"
Autor: Edgar Laipenieks
NDLR: Extraído del Anuario de Montaña FEACH 1959.
"El Hombre es mortal por sus temores, e inmortal por sus deseos."
Pitágoras